Postura erótica “Tacones de aguja”
Hay posturas eróticas que requieren de una cierta preparación antes de realizar la penetración. Estas posturas pueden parecer difíciles o aparatosas. Nada más lejos de la realidad. Una vez superada esa dificultad inicial, una vez conseguida esa pequeña dosis de coordinación necesaria para conseguir que la penetración tenga lugar, esas posturas eróticas se convierten en una fuente inagotable de placer.
La postura erótica que te proponemos podría englobarse en la categoría de estas posturas eróticas. Para realizarla, tu pareja debe estar tumbada en la cama, bocarriba. Desde esa postura, tu chica deberá subir las piernas y levantar espalda y culo. Haciéndolo, el peso de su cuerpo debe reposar sobre la parte superior de su espalda y sobre sus hombros. Ésa es la única parte del cuerpo de la mujer (junto a sus brazos, si así lo desea, y, lógicamente, su cabeza), que debe tocar la cama. Con el hombre arrodillado junto a ella, la mujer debe hacer que sus piernas, levantadas, descansen sobre su torso.
Colocados así (tal y como se observa en la imagen inferior), el hombre debe proceder a efectuar la penetración. Ésta, una vez realizada, y debido a la posición adoptada por la mujer y a la estrechez que adopta su vagina, puede producir una gran fricción (y, por tanto, una gran placer) en el hombre.
Sensaciones de la postura para la mujer
A la mujer, cuando adopta esta postura erótica, se le pide una cierta agilidad y flexibilidad para que pueda mantenerla durante un período más o menos prolongado de tiempo. De hecho, esta postura sexual puede funcionar, para todas las amantes del fitness y del ejercicio físico, como una excelente tabla de abdominales.
Pero esta postura erótica no es sólo para la mujer una tabla de abdominales. Esta postura es, también, una manera de experimentar una penetración más profunda cuando se tienen las piernas en alto. Esto significa que el miembro masculino alcanzará más fácilmente la parte posterior de la vagina. Ese placer, añadido a la sensación de embotamiento propio de mantener la cabeza hacia abajo, provocará en la mujer una dulce sensación de mareo.
Sensaciones de la postura para el hombre
Sobre el placer experimentado por el hombre al realizar esta postura erótica, ¿qué decir? Hay que estar muy ciego para no saber disfrutar de la vista que al hombre se le ofrece del cuerpo de la mujer desde esta postura. Si ella, además, añade un toque de seducción a su vestimenta como puede ser un par de medias sexy y unos tacones de aguja, entonces el efecto afrodisíaco de esta postura erótica está garantizado.
Dicho efecto afrodisíaco producido por la maravillosa visión del cuerpo de mujer que se le ofrece al hombre cuando adapta esta postura erótica junto a su pareja se añade a la intensa estimulación recibida por el pene gracias a esta postura, convirtiendo el encuentro erótico que en ella tiene lugar en una intensa intersección de placeres. Experiméntala y goza de la contemplación del cuerpo desnudo de tu pareja mientras tu pene, introducido dentro de ella, le hace descubrir el significado exacto de la palabra placer.