El amor no tiene hueco
En este espacio dedicado al sexo fugaz hemos dedicado algún que otro artículo al sexo casual, es decir, a ése que se practica sin que exista compromiso emocional de por medio. En esos artículos ya hemos señalado que esta manera de concebir la práctica sexual no es adecuada para todo tipo de personas. Hay personas (seguramente la mayoría) para las cuales cualquier tipo de relación sexual debe estar directamente relacionada con un cierto grado de implicación emocional. Para otras personas, sin embargo, las relaciones sexuales desprovistas de compromiso pueden resultar muy satisfactorias.
Estas personas deben tener continuamente presente que para disfrutar del sexo casual hay que evitar y renunciar a enamorarse. Esto, en el caso de las mujeres, implica en gran medida el luchar contra la propia naturaleza para evitar los efectos de la oxitocina, una hormona que las mujeres liberan tras experimentar el orgasmo y que hace que la mujer, en esos instantes inmediatamente posteriores al gozo sexual, pueda experimentar sentimientos semejantes al del amor.
Algo que debería evitar cualquier persona que quisiera disfrutar el sexo casual es acostarse con alguien con quien ha mantenido una relación espiritual. Resulta muy complicado no revivir viejos sentimientos cuando se vuelve a compartir intimidad con un o una ex. Hay que huir de eso como de la peste si lo que se desea es, en verdad, disfrutar de una sesión de sexo casual.
Toda persona que quiera disfrutar de una relación casual debe tener meridianamente claro qué es lo que busca en esa relación casual. Distinguir si lo que se busca es experimentar con personas nuevas, divertirse un poco o huir de la soledad debe servir, a la persona que desea mantener una relación casual, para disfrutar adecuadamente de esa relación y no padecer confusión alguna al respecto.
La persona que quiere huir de la soledad no debería intentar mantener relaciones sexuales casuales. Tampoco debería intentarlo quien acaba de sufrir un desengaño amoroso. ¿Por qué? Porque la tendencia natural de una persona que atraviesa por esas circunstancias personales es la aferrarse a la persona con la que mantiene relaciones sexuales para, así, compensar el sentimiento de pérdida experimentado tras un fracaso o el de vacío que acostumbra a invadir a la persona que vive su soledad como una circunstancia negativa y desmoralizadora.
La persona que desee disfrutar de una relación sexual casual deberá, ante todo, establecer sus límites. Esos límites deben evitar, ante todo, que la relación sexual casual pueda parecerse en algo a una relación sexual mantenida en el seno de una relación sentimental. Evitar los abrazos tras la relación sexual o los besos durante la misma (gestos, ambos, que fomentan la intimidad) pueden ser algunos de esos límites. El de evitar una larga conversación, otro. No en vano es en las largas conversaciones donde se forjan en mayor medida los sentimientos de atracción. Quien desee mantener relaciones sexuales casuales sin correr el riesgo de enamorarse deberá evitar la tentación de las largas conversaciones.
Otro riesgo que debe evitar quien quiera disfrutar de una relación casual sin enamorarse es el de repetir con la misma persona. Repetir con la misma persona afecta directamente al concepto de casualidad y acrecienta las posibilidades de que lo sexual se convierta en afectivo contra tu voluntad.
Sexo y sólo sexo
Una buena manera de evitar también ese riesgo es olvidarse de todo lo que no tenga que ver con lo meramente sexual. La prioridad, cuando se desea disfrutar del sexo casual, debe ser el placer. Nada de regalos. Nada de citas. Nada de ir al cine. Nada de quedar para comer. Nada de hablar de tu vida o de la suya. Follar. Follar lo mejor que se pueda. Sólo follar. A eso, única y exclusivamente, debe dedicarse quien quiera disfrutar del sexo casual sin enamorarse.
Por eso puede ser complicado disfrutar del sexo casual con alguien conocido. Las amistades no es un buen caladero para buscar con quien practicar sexo casual. Para ser follamigo o follamiga o disfrutar del sexo casual con un follamigo o follamiga hay que tener las ideas muy claras. Lo ideal, para evitar el riesgo de enamorarse mientras se practica sexo casual, es practicarlo con desconocidos y, por supuesto, dejar muy claro nuestras intenciones al respecto antes de empezar la relación. Que nuestra pareja de cita casual no crea en ningún momento que nuestro encuentro sexual puede conducir a algo más que a una cita de sexo fugaz. Tan importante es evitar el riesgo de enamorarse al practicar sexo casual como evitar que la otra persona pueda enamorarse. De ser así, la relación de sexo fugaz y casual perderían su razón de ser y, por decirlo de algún modo, su gracia.
Si la relación de sexo fugaz y casual se mantiene con un/a compañero/a de trabajo y al día siguiente hay que ver a ese/a compañero/a hay que actuar con naturalidad. Ni regalos ni evitarse. Mantener el trato que se tenía antes de haberse producido la cita de sexo casual y fugaz es la mejor manera de evitar el enamoramiento tras haber mantenido sexo casual. O sea: que ni evitarse ni regalarse flores. Entre ambos extremos hay muchas maneras de tratarse que pueden servir para salvar la esencia de lo que es una relación de sexo casual.
Una buena manera de evitar el riesgo de enamorarse tras una cita de sexo casual es buscar la pareja de cita en alguna de las apps dedicadas a ello. Pure, Casual X o Grindr (en el caso de personas homosexuales) pueden ser, entre otras, algunas de esas apps que posibilitan el contactar con gente que sólo busca mantener relaciones de sexo casual y que huyen de otro tipo de contacto.
Si optar por esta opción para mantener sexo casual sin correr el riesgo de enamorarte has de tener en cuenta una serie de advertencias:
- No brindes, al crear tu perfil o contactar con alguien con quien mantener sexo casual, ningún dato personal o financiero.
- No te cites con la persona con la que contactes en un lugar que no sea público.
- Acude y marcha del lugar de tu cita conduciendo o en taxi. No cojas otro tipo de transporte público tras haber mantenido tu cita casual concertada a través de una app o una red social.
- Utiliza siempre protección. O sea: póntelo, pónselo.