Adoro tu…
Lo sabemos. No resulta sencillo no perderse entre tanta palabrería inglesa. Que si booty call, que si dogging, que si footjob, que si facesitting, que si gang bang, que si pegging, que si sexting… Muchas de esas palabras hacen referencia a prácticas eróticas tradicionales y conocidas. Otras, por el contrario, hablan de prácticas que, por un motivo o por otro, se han puesto de moda, si no de manera generalizada en toda la sociedad, sí en determinados ambientes o colectivos.
La palabra de la que te vamos a hablar hoy es la de body worship. Esta práctica sexual podría definirse como culto o adoración. ¿A qué? A una determinada parte del cuerpo. Teniendo en cuenta que estamos hablamos de sexualidad y erotismo, es fácil de imaginar que, al menos aquí, el órgano adorado será un órgano sexual o, cuanto menos, una zona especialmente erógena del cuerpo. Así, el body worship, como práctica sexual, se convertiría en una especie de veneración sexual, una adoración del pene, los pechos, la vagina, los testículos, el clítoris, el ano…
El body worship acostumbra a guardar relación directa con el sexo oral. El lamido, el beso, el chupeteo… todo ello sirve para incrementar la intensidad sensitiva en la zona adorada, que acostumbra a ser una zona erógena primaria. Para practicar el body worship debe cumplirse un requisito: que la persona “adorada” permanezca pasiva y entregada a la tarea veneradora de la pareja. Esa pasividad, sin embargo, no debe impedir que los puentes de comunicación queden cortados. Al revés: deben estar abiertos para que, así, la persona que es “adorada” pueda expresar en todo momento si le está gustando o no lo que su pareja le está haciendo.
Una buena idea a la hora de intensificar las sensaciones obtenidas gracias a la práctica del body worship es la de recurrir al viejo truco de vendar los ojos a la persona que recibe la adoración y poner, de fondo, una música que, relajante, sirva a la persona “adorada” para alcanzar el punto de relajación necesario para disfrutar y aprovecharse al máximo de los placeres proporcionados por el body worship.
¿Cómo se practica el whorshipping?
Una vez conseguido ese ambiente relajado y pasivo se debe iniciar la práctica de body worship propiamente dicha.
Para empezar la adoración se debe recurrir a la utilización de niveles bajos de estimulación. La estimulación debe ir in crescendo. Si empezamos con una estimulación muy intensa será difícil que podamos mantenerla durante mucho tiempo. El objetivo del body worship es, fundamentalmente, prolongar al máximo el tiempo de excitación. Así, el body worship se convertiría en una especie de pequeña y juguetona “tortura”, un “te voy a llevar hasta el borde del orgasmo y te voy a mantener ahí todo el tiempo que quiera”. Por eso esta práctica sexual es muy apreciada en los juegos BDSM. Esta pequeña tortura, para ser verdadera efectiva a la hora de incrementar el placer sexual de la pareja, debe constituirse en un placer no sólo para la persona que recibe la adoración corporal. También debe serlo para la persona que realiza dicha adoración. Sentir que se tiene el control sobre la pareja debe servir para aumentar el grado de excitación o de placer propio. Esto lo tienen completamente asumido aquellas personas que, en una relación BDSM, ejerce el papel dominante.
Para ejecutar correctamente el body worship hay que concentrarse absolutamente en la parte corporal que debe ser adorada. Por ejemplo: si lo que hay que adorar es el pene hay que centrarse en él y olvidarse, por ejemplo, de los testículos. Ellos deberían convertirse en protagonistas de un body worship ejecutado en exclusiva para ellos y no restar protagonismo alguno a ese pene que debe atraer todas las caricias, mimos y lametones por parte de la persona encarga de “adorar”.
Durante la práctica del body worship se deben alternar tiempos de ritmo constante con algunos cambios de ritmo que evite que el órgano estimulado se vaya acomodando a una determinada forma de estimulación y, con ello, vaya perdiendo capacidad de excitación.
Para realizar el body worship de una manera mucho más sensual y sugerente deberemos utilizar un lubricante. Si la tarea de adoración es marcadamente oral, recurre a un lubricante con sabor. Eso añadirá un toque extra de sensualidad a tu práctica de body worship.