Los pies, objeto del deseo

El fetichismo de los pies es uno de los más comunes que pueden encontrarse en el universo fetichista. Hombres que enloquecen por un pie enfundado en una media, hombres que quedan subyugados por la visión de un pie femenino calzado con un zapato de altísimo tacón, hombres que se masturban al pensar que están lamiendo el empeine de la mujer que aman… El fetichismo de los pies tiene muchas formas de mostrarse y algunos artistas, como el fotógrafo estadounidense Elmer Batters, lo han convertido en temática de su obra. En este artículo vamos a darte algunas ideas para que, tanto si eres un fetichista de los pies como si no, puedas incluir a los mismos en tus juegos eróticos.

En primer lugar hay que destacar que, al hacer referencia a los pies como elementos protagonistas de un determinado juego sexual, podemos diferenciar entre dos tipos de juegos: los que están basados en el hecho de que nos exciten especialmente los pies de nuestra pareja y los que se fundamentan en el hecho de que nuestros pies sean especialmente sensibles. Lo ideal, lógicamente, es que los dos miembros de la pareja que vaya a practicar un juego erótico con los pies disfruten de ambas cosas, pero esto no es fácil de conseguir. Lo normal es que la pasión no sea compartida al mismo nivel. Así, y como sucede con todas las cuestiones que tienen que ver con la vida sexual de la pareja, la práctica del juego erótico con los pies debe ser pactada por los miembros de la misma.

Antes de proponer diversos juegos eróticos con los pies vamos a hacer una advertencia: los pies no acostumbran a estar incluidos en los juegos sexuales, lo que hace que se cansen rápidamente al emprender acciones como pueden ser acariciar, masturbar, etc. Por eso es importante entrenarlos y, sobre todo, tomárselo con calma a la hora de usarlos en nuestros juegos sexuales.

Caricias, lametones y otros juegos con los pies

El juego sexual con los pies requiere calma. Por encima de todo sirve para acumular tensión sensual. El juego sexual con los pies es una práctica ideal para crear un in crescendo de tensión en la práctica sexual. Acariciar lentamente los pies de nuestra pareja o acariciar lentamente a la misma con nuestros pies son dos excelentes maneras que aumentar poco a poco la tensión sexual. Que los pies de una pareja se encuentren bajo la mesa (cuando se está cenando en casa de unos amigos o cuando se tienen invitados en casa) y jugueteen entre ellos es una fantástica manera de iniciar un juego erótico con los pies.

Los pies juegan un papel fundamental también en los juegos de dominación. ¿Qué papel podrían desempeñar los pies, por ejemplo, en uno de estos juegos? Seguro que a ti se te ocurren muchos y algunos de ellos están interiorizados en la imaginación de la gente cuando se habla de juegos eróticos con los pies. El pie puede servir para pisar al sumiso o sumisa, para juguetear con él entre sus nalgas, para obligar al sumiso a lamerlo a eyacular sobre él o para, en el caso de que la parte sumisa de la pareja sea una mujer, obligarla a masturbarse contra él.
Otra de las posibilidades de gozo que nos ofrece el juego erótico con los pies es el worshipping, esto es, la estimulación concentrada y máxima de una zona determinada del cuerpo. Esta estimulación puede realizarse mediante un masaje podal especial o convirtiendo a los pies en el protagonista principal de un baño.

Los pies, aunque pueda no parecerlo, pueden adquirir un protagonismo bastante importante durante la penetración. ¿Te parece complicado? Piensa que no lo es tanto si escoges una postura erótica que, por ejemplo, te permita lamer o chupar el pie de tu pareja mientras la penetras. Por ejemplo: imagínate arrodillado mientras tu pareja, tumbada boca arriba, eleva las piernas para colocar sus pies sobre tu pecho o junto a tu cara. ¿Verdad que, colocados así, los dedos de los pies de tu pareja no quedan tan lejos de tu boca? Tampoco quedarían muy alejados de ella si eres tú quien está tumbado boca arriba y ella, sentada sobre ti, estira sus piernas hasta tu cara para que puedas lamer sus pies.

Y es que, una vez que los pies están junto a la boca, son varias las acciones que una boca puede realizar para añadir erotismo y emoción a los juegos sexuales con los pies. La boca puede, por ejemplo, lamer y succionar los dedos de los pies. O puede lamer el hueco que existe entre el dedo gordo y el segundo dedo. O puede morder el talón. O puede beber del líquido que dejemos correr por ese pie.

Echa a volar tu imaginación, seguro que se te ocurren muchas más ideas para disfrutar del juego erótico con los pies. A uno de ellos, el footjob o masturbación con los pies, ya dedicaremos otro post próximamente.