Estimulación de los senos
Unas de las partes de la anatomía de la mujer que para el hombre resulta más atractiva es, sin duda, los senos. Tarde o temprano a los senos de la mujer van a parar los labios o las manos del hombre. Para la mujer es uno de sus zonas erógenas más sensibles. Todos los pechos poseen terminaciones nerviosas, es decir: todos están capacitados para ser estimulados. Eso sí: no todos los pechos reaccionan igual a las mismas caricias. Cada pecho necesita su propio tratamiento. Cada seno requiere su propio mimo.
En demasiadas ocasiones la estimulación mamaria femenina por parte del hombre se reduce a un simple gesto que más se asemeja a estar amasando pan o un trozo de arcilla que a lo que en verdad debería ser una conveniente estimulación de los senos. La estimulación de los senos más efectiva es aquélla que se realiza suavemente, con la palma de las manos, por encima y por debajo del pezón.
Lo mismo sucede con la estimulación de los pezones. Estimular un pezón no es tratarlo como si fuera el botón de un aparato de radio. Cuando estimulas un pezón femenino no estás intentando sintonizar tu emisora preferida. Otra cosa es que tú y tu pareja seáis amantes de ciertas prácticas BDSM o sadomasoquistas. En este caso puede que sea interesante introducir esa posibilidad de retorcimiento del pezón. Cuando no sea así, cuando tu pareja no haya demostrado ninguna atracción especial hacia los juegos BDSM, mejor que estimules su pezón de manera suave, presionándolo incluso un poco con tus dedos, pero sin ejercer nunca una presión demasiado fuerte.
Como siempre decimos, la comunicación en el seno de la pareja debe ser fundamental para mejorar las relaciones eróticas. Será la propia mujer quien, con sus reacciones y sus sugerencias (no debe cortarse a la hora de hacértelas), te guiará hacia la forma correcta de estimular sus senos. Seguramente, dependiendo de la forma y el tamaño de éstos, ella preferirá un tipo de estimulación u otra. Nosotros podemos darte unos consejos generales sobre cómo estimular cada tipo de pecho.
Tipos de senos
Indudablemente, no debe acariciarse del mismo modo un pecho voluminoso que uno más pequeño. Según apuntan algunos estudios, los senos voluminosos son menos sensibles que los que son más pequeños. La mejor manera de excitar los primeros es acariciar o besar los laterales de los pechos, esa zona que está justamente junto a la axila. Los pechos pequeños, por su parte, son más excitables. Acariciarlos con las palmas de la mano durante el coito acostumbra a ser muy efectivo desde el punto de vista de la excitación de la mujer.
Se dice que los pechos caídos son menos sensibles que aquéllos que mantienen una mayor firmeza. ¿Por qué? Seguramente esta disminución de la sensibilidad sea debida al estiramiento de los nervios y de las fibras nerviosas. La mejor manera de disminuir ese estiramiento es realizar la caricia estimuladora del pecho cuando la mujer esté tumbada boca arriba. Al estar tumbada, las fibras nerviosas no padecen ese estiramiento y pueden mostrarse más reactivas.
Los pechos de las mujeres se muestran especialmente sensibles en diferentes circunstancias. Una de ellas corresponde con el llamado síndrome premenstrual. La mayor producción de estrógeno y progesterona hace que sea así. Otra se corresponde con el embarazo. Durante el mismo, los pechos se hinchan y se vuelven más sensibles. En ambos casos hay que ser especialmente cuidadosos a la hora de realizar la estimulación de las mamas. Una buena idea es la de acariciar los senos suavemente, con la palma de la mano, actuando un poco como si con el cuenco los levantáramos para aliviarlos de su peso.
Estimulación de los pezones
Los pezones son, habitualmente, un perfecto indicador de la excitación. La reacción normal del pezón a los cambios de temperatura o a las caricias es la de endurecerse. Nuestra caricia servirá para que el pezón coja su forma. En algunos casos, sin embargo, el pezón de la mujer puede adoptar la forma de lo que se llama pezón invertido. En estos casos, las mujeres tienen los pezones hacia dentro. Al enfrentarse a la estimulación de un pezón de este tipo hay que tener en cuenta dos cosas. La primera es que las terminaciones nerviosas de los pezones invertidos son iguales a las de otro tipo de pezones (es decir: son igualmente excitables). La segunda es que estos pezones deben ser especialmente mimados por una cuestión eminentemente psicológica. Puede ser que la mujer con los pezones invertidos se sienta acomplejada al respecto. Bésalos, lámelos, chúpalos. Eso le irá bien a su autoestima y a su excitación.
Acostumbra a suceder que, centrados en la estimulación del pezón, olvidamos esa pequeña isla que lo rodea. La areola, ese círculo más o menos oscuro que rodea al pezón, es, en realidad, más sensible que el pezón en sí, sobretodo en la parte de ella que está por encima del pezón. Acaricia esa parte superior con los dedos o con la punta de tu lengua. Seguro que te da buenos resultados.