Movimientos sexuales
Nadie puede ponerlo en duda: el sexo es movimiento. Según sea dicho movimiento, así serán las sensaciones derivadas del acto sexual. Más o menos pausados, más o menos impetuosos. Las sensaciones que experimenten los cuerpos de los amantes dependerán de esa pausa y de ese ímpetu que dichos amantes sepan dar a sus movimientos. También dependerá, claro, de la forma que se realice la penetración.
La influencia del tipo de penetración erótica en los resultados de la misma es algo que ya recogieron los textos fundacionales de la literatura erótica de todas las culturas. Manuales como el Kama Sutra indio, el Su Nu taoísta o El jardín perfumado árabe hacen hincapié, en algunas de sus páginas, sobre esa influencia capital del movimiento sexual y de los tipos de penetración en las sensaciones experimentadas por los cuerpos durante el coito.
El jardín perfumado, escrito por el jeque Nefzawi (un autor natural de lo que hoy sería el sur de Túnez) allá por el siglo XIV, recomienda a las parejas de amantes una gran variedad de movimientos sexuales para así poder obtener el máximo placer durante el mantenimiento de sus relaciones sexuales. Por ejemplo, el jeque Nefzawi aconseja introducir sólo la punta del pene dentro de la vagina para, a partir de ese momento, realizar pequeños movimientos de ida y vuelta. Esos movimientos servirán para realizar una fricción sumamente estimulante en esa zona sensible que hay justo dentro de la vagina. En un momento determinado, y cuando la excitación de la mujer vaya aumentando, el hombre, con un empujón repentino, dejará que todo el pene se deslice dentro de la vagina de la mujer.
Otro movimiento sexual recomendado por Nefzawi en El jardín perfumado es el de entrar y salir continuamente y aumentando el ritmo a medida que se avanza. Puede ser que, al final, se renuncie a salir completamente y el movimiento se realice, impetuosa y febrilmente, con el pene introducido dentro de la vagina. Esto no debe preocupar. Después de todo, no es malo que la pasión y el desenfreno hagan trizas, en un momento dado, los consejos técnicos. La pasión es sabia y sabe en todo momento lo que busca para satisfacerse.
Un tipo de penetración recomendada por el jeque Nefzawi y que precisa de una gran coordinación de los cuerpos es aquella en la que los cuerpos de los amantes chocan entre sí en cada golpe de penetración. Al retirarse, el hombre lo hace sólo hasta el punto que permita mantener la punta del pene dentro de la vagina. Una vez ahí, hombre y mujer se toman una pequeña pausa que finaliza con otro empellón decidido y potente que hace que el pene, una vez más, penetre profundamente en la vagina. Para realizar esta forma de penetración se aconseja estar bien lubricado. La lubricación será básica para extraer de este movimiento sexual sus máximas posibilidades de placer.
Penetración profunda
Otra forma de penetración recogida por Nefzawi es aquélla consistente en penetrar a la mujer profundamente y, una vez penetrada, comenzar a realizar un movimiento circular con el pene dentro de ella, como si se estuviera moliendo, y sin retirar ni medio centímetro de pene. Este movimiento, que parece tan simple, causa un gran placer a la mujer, pues aparte de la profunda penetración, que hace que la punta del pene roce las paredes traseras de la vagina, favorece la estimulación del clítoris. Como sabemos, éste es uno de los puntos especialmente erógenos de la mujer, y su estimulación continua y rítmica es uno de los mejores caminos que pueden seguirse para llevar a la mujer hasta el orgasmo. Por otro lado, este movimiento sexual favorece que el hombre tarde más tiempo en eyacular.
Puede suceder que hombre y mujer deseen otro tipo de penetración. Por ejemplo: uno de los dos miembros de la pareja puede preferir que el hombre esté metido completamente dentro de ella realizando ese movimiento de molienda ya explicado mientras que el otro miembro puede preferir un movimiento de empuje y entrada y salida de la vagina. El jeque Nefzawi recomienda en este caso alternar ambos tipos de penetración.
¿Cómo alternar estos dos movimientos sexuales? Nefzawi propone una idea para satisfacer ambos gustos y que tanto él como ella puedan practicar la forma de penetración preferida. Esa idea consiste en que ella se siente a horcajadas sobre el cuerpo del hombre y, penetrada hasta el fondo, mueva sus caderas con un movimiento de molienda hasta que ambos o uno de los miembros de la pareja estén o esté al borde del estallido. Cuando ese momento llegue, la mujer debe variar de postura y colocarse en cuclillas sobre el hombre, permitiendo así que se produzca un movimiento sexual de entrada y salida del pene en la vagina. El hombre deberá saber controlar su eyaculación para, así, posibilitar no sólo que la mujer alcance su orgasmo, sino también que éste llegue, para cada uno, realizando el tipo de penetración preferido.