Rimming

No importa el género ni la orientación sexual. El sexo oral anal causa placer, pero su práctica genera polémica. Los fanáticos del beso negro o rimming destacan la excitación derivada de él y cómo puede conducir, por sí solo, al orgasmo. Sus detractores, por su parte, esgrimen argumentos de falta de higiene para cargar contra una práctica que también recibe el nombre de beso polaco o beso de colibrí. Esta última denominación la adopta debido a cómo la penetración de la lengua en el ano puede recordar la tarea de succión que el colibrí efectúa con las flores para extraerles el néctar.

El rimming o beso negro se basa en la estimulación anal sirviéndose de lengua y labios para, gracias a ella, producir placer sexual a la pareja. Que se asocie comúnmente esta práctica a las parejas homosexuales no quiere decir que no sea una práctica que pueda tener lugar en el seno de la pareja heterosexual. De hecho, la estimulación anal mediante el uso de la lengua y los labios puede ser muy placentera tanto para hombres como para mujeres. La tibieza de la boca, la humedad proporcionada por la lengua y la fricción realizada por lengua y labios son tres factores fundamentales a la hora de proporcionar dicho placer y de realizar una estimulación previa a cualquier tipo de práctica de sexo anal.

Esta estimulación puede realizarse adoptando, entre otras, dos posturas que resultan especialmente recomendables. La posición del 69 es una de ellas. La del perrito (a cuatro patas) es la otra. Una y otra favorecen la realización del rimming o anilingus.

Beso negro e higiene

Todos aquellos que hablan de la peligrosidad del beso negro amparándose en cuestiones referidas a la higiene tienen parte de razón. Después de todo, toda práctica de sexo oral acarrea un riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual y de infecciones causadas por virus, bacterias u otro tipo de parásitos.

Algunas de las infecciones o enfermedades que pueden transmitirse a partir de la práctica del beso negro son las siguientes:

  • -Hepatitis A, B o C.
  • -Virus del papiloma humano (VPH). Este virus puede causar verrugas, neoplasias, mezquinos y, en los casos más extremos, cáncer.
  • -Shigella. Esta enfermedad es una infección del intestino que se caracteriza por dolor abdominal y rectal, fiebre, heces con moco o sangre, diarrea acuosa y vómito.
  • -Herpes en labios y órganos reproductores.
  • -Gonorrea.
  • -VIH/SIDA si el beso negro se practica teniendo heridas bucales o encías irritadas.
  • -Lombriz intestinal.

Para minimizar o evitar ese riesgo, lo mejor es extremar las medidas de higiene y la profilaxis. La protección proporcionada por el látex es fundamental en este aspecto. Si no se dispone de las barreras bucales de látex para sexo oral, puede cortarse un preservativo para colocarlo sobre la zona a lamer. Si se va a usar lubricante, debe usarse un lubricante con base al agua para que el preservativo o la barrera de látex no resulten dañados. La opción de utilizar un lubricante con sabor siempre está al alcance de la persona que realiza el beso negro para, así, obtener una sensación extra. Las más prestigiosas marcas de lubricantes tienen en el mercado sus propias líneas de lubricantes comestibles. Uno de esos lubricantes servirá para dejar en la boca de quien practica el rimming un agradable sabor a chocolate, fresa, frutas del bosque, etc.

Otras de las medidas de higiene que nunca deberían faltar cuando se va a practicar el beso negro son las siguientes:

  • -Lavado anal perfecto realizado con la espuma del jabón para evitar que ese jabón pueda dañar la mucosa anal.
  • -Depilar la zona para que quede libre de vello.
  • -Lavado de la boca con algún enjuague bucal antes de realizar la práctica y, por supuesto, inmediatamente después de haberla realizado.

Una vez adoptadas estas medidas, la persona activa ya puede empezar a masajear con su lengua la zona del perineo y, por supuesto, el ano. Combinar esta estimulación con algún tipo de masturbación puede resultar, para la persona que recibe la estimulación, especialmente placentero.