La fractura de pene, una lesión real

La primera vez que oí hablar de ello sentí un escalofrío de morbo. Fue viendo un capítulo de la serie Anatomía de Grey. Lexie Grey, la pequeña Grey, la encantadora y en apariencia casi virginal interna cuyo papel interpretara la actriz Chyler Leigh, le producía una fractura de pene al guapo Doctor Mark Sloan (papel interpretado por Eric Dane) al retozar con él de manera imaginamos que más o menos salvaje, más o menos apasionada. Imaginar los movimientos con los que aquella falsa inocente con carita de no haber roto nunca un plato había conseguido fracturar el pene del conquistador oficial del Seattle Grace Hospital era el motivo principal de aquel repeluzno de morbo. Pasado éste, a uno le quedó una preocupación: ¿verdaderamente se podía fracturar un pene?

La respuesta es sí. Con el nombre de fractura de pene se conoce aquella lesión en que se rompe la túnica albugínea. Este tejido envuelve los cuerpos cavernosos del pene. Cuando la túnica albugínea se rompe (algo que sucede cuando el pene se encuentra en estado de erección), se escucha un suave chasquido. Tras él, el pene pierde su erección y se inflama a causa del hematoma causado por la rotura. El dolor, por su parte, es instantáneo.

La fractura del pene suele ser el resultado de una práctica sexual inadecuadamente realizada. Un ángulo de penetración inadecuado o colocar demasiado peso sobre el pene puede ocasionar la fractura de éste. Una mala postura erótica puede derivar en una dolorosa lesión, por eso puede resultar interesante conocer aquellas posturas eróticas que pueden resultar más proclives a provocar una fractura de pene.

Posturas eróticas de riesgo

La de la paja cubana es, en apariencia, una de las mejores posturas eróticas para poner a salvo al pene del riesgo de una fractura. Los pechos son blanditos y acogedores. Un pene siempre se encuentra a gusto entre unos pechos que, lentamente, lo vayan masturbando. Eso sí: la paja cubana debe realizarse con tranquilidad, poco a poco, sin movimientos demasiado bruscos. Un mal gesto, una brusquedad, puede acabar causando esa fractura de pene que precisamente deseábamos evitar al escoger, de entre todas las posturas eróticas posibles, la maravilla de la cubana.

Otra postura que puede resultar muy arriesgada y con la que suelen producirse más fracturas de pene de las que creemos es aquélla en que la mujer, colocada encima, actúa como una vaquera que cabalgase sobre su montura. En esta postura, el peso de la mujer descansa sobre el miembro viril, y un movimiento brusco puede causar su fractura. Esta posibilidad se hace mayor cuando existe poca lubricación.

La postura erótica que más riesgos acarrea, sin embargo, es la de la vaquera inversa, es decir, aquélla en la que la mujer se coloca sobre el hombre, sentada sobre él y dándole la espalda. Esta postura hace variar el ángulo de penetración del pene, lo inclina hacia abajo y lo coloca una situación de claro riesgo. La postura erótica de la vaquera inversa es una de las que más fracturas de pene ocasiona. Por eso hay que practicarla con sumo cuidado. Mantener el equilibrio y no hacer movimientos bruscos mientras se practica es fundamental para evitar la dolorosa lesión.

Tras la postura de la vaquera inversa, la postura erótica que más riesgos conlleva y que más fácilmente puede provocar una fractura de pene es la postura del perrito. Bien sea con penetración vaginal, bien con penetración anal, la práctica de la postura del perrito ha llevado a más de un hombre al hospital para que la cirugía cure lo que la pasión ha roto.

Otra de las prácticas sexuales que puede provocar una fractura de pene es la de la masturbación. Lógicamente, este riesgo se incrementa cuando es la pareja quien te masturba. En algunos casos (tampoco demasiados), una paja demasiado apasionada ha ocasionado una fractura de pene.

Ten en cuenta todas estas recomendaciones si vas a entregarte a los placeres de una sesión de sexo apasionado y, si tienes la mala suerte de terminar lesionado, no lo dudes ni un instante a la hora de acudir a un médico especialista. Si no lo haces, las consecuencias pueden ser importantes. Desde el padecimiento de problemas urinarios a la aparición de algún tipo de disfunción eréctil, todo un amplio abanico de problemas que podrían derivarse de una fractura de pene no curada.