No sólo es cuestión de ataduras
Hay quien echa la culpa a Cincuenta sombras de Grey. Hay quien, simplemente, habla de una progresiva liberación sexual que lleva a las personas de ambos sexos a buscar nuevas experiencias. Y citan entonces el incremento de ventas de juguetes eróticos tanto en sex shops tradicionales como en sex shops online. Sea debido a lo que sea, lo cierto es que cada vez son más las personas que se apuntan a practicar el Bondage o, cuanto menos, a incluir la atadura erótica con finalidades sexuales.
Estas personas se apuntan a cursos en los que aprender a realizar las ataduras o visitan webs en las que, como InfoBSM.com, orientan a los neófitos de la práctica Bondage a realizar los nudos o las ataduras más simples.
Pero aprender Bondage no es sólo aprender a realizar correctamente los diferentes y muy variados tipos de ataduras que pueden realizarse dentro de un contexto erótico. Tampoco lo es aprender las medidas básicas de seguridad que siempre y en todo momento deberían seguir quienes decidieran practicar Bondage. Aprender Bondage también implica aprender aquellas posturas eróticas más indicadas para practicar Bondage. A ellas vamos a dedicar este artículo.
En este artículo vamos a recomendarte cinco posturas eróticas para la práctica del Bondage para que puedas iniciarte en esta excitante, sensual y, por qué no, muy artística práctica BDSM.
Águila extendida
Una postura básica para practicar Bondage es la que se conoce con el nombre de “águila extendida”. Esta postura sirve tanto para el BDSM como para el sexo vainilla más hot. ¿En qué consiste? En que la persona sumisa se coloque sobre la cama (o sobre otra superficie) con tobillos y muñecas inmovilizados por cuerdas y correas.
Lo habitual, al adoptar esta postura erótica para Bondage, es mantenerse con piernas y brazos abiertos, en especial si la persona sumisa es una mujer. Al adoptar esta postura, la sumisa exhibe y expone sus genitales facilitando, así, una penetración muy sencilla.
Esta postura erótica para Bondage puede realizarse también en vertical. Al practicarla, la persona sumisa puede (o no) apoyarse en una pared. También se puede utilizar una cruz de San Andrés para realizar esta postura para Bondage.
La sillita del rey
Esta postura para Bondage es ideal cuando la persona sumisa es un hombre. La persona Dominante puede servirse de la erección de su sumiso para cabalgarlo. Para ejecutar esta postura sólo se tiene que sentar al sumiso en una silla y atar sus muñecas a la espalda con una cinta, una cuerda o unas esposas.
La sillita del rey no es, sin embargo, una postura erótica para Bondage reservada única y exclusivamente a aquellas relaciones en las que el hombre adopta el rol de sumiso. También puede servir para que la mujer ejerza la sumisión. En este caso, la sillita del rey se convertirá en la sillita de la reina, y la reina deberá sentarse, también sobre la silla, pero cerca de su borde. Sólo sentándose así el hombre podrá tener acceso a sus partes íntimas.
Atadura de rana
Adoptar esta postura para Bondage implica también la exhibición de los genitales por parte de la persona sumisa. ¿Cómo se realiza? La persona sumisa se tumba de espaldas con las piernas abiertas y las rodillas flexionadas (imagina una rana tumbada boca arriba). Una vez colocada así, a la persona sumisa se le atan los tobillos a los muslos.
Hay quien, al practicar esta postura erótica para Bondage, incluye en el nudo anterior las muñecas (es decir: las muñecas permanecen atadas a tobillos y muslos) y hay quien prefiere que los brazos de la persona sumisa se aten a su espalda.
Postura del cerdo
Si fueras inglés, a esta postura la llamarías Hogtie. No es una postura para Bondage muy cómoda para practicar la penetración. De hecho, es bastante complicado practicarla. Sí sirve, sin embargo, para practicar muchos juegos de rol erótico o de Dominación/sumisión. La persona sumisa, adoptando esta postura y siendo atada, se siente algo así como un animal indefenso. No en vano, se encuentra boca abajo, con las piernas juntas, las rodillas flexionadas y los tobillos atados a las muñecas por detrás de la espalda.
Postura de bola o Balltie
Esta postura erótica para Bondage es una magnífica postura para practicar sexo anal. Como es imaginable, esto es así porque, adoptando dicha postura, la persona sumisa exhibe sus nalgas y, con ellas, su ano. Gracias a ello, la persona a placer puede servirse a gusto de él del modo que mejor desee (y que, lógicamente, consienta la persona sumisa).
Para adoptar esta postura para Bondage, la persona sumisa debe ponerse de rodillas y flexionar sus piernas llevando sus nalgas hacia sus tobillos. Una vez colocada así, la persona sumisa es atada por la Dominante. Ésta se encarga de que la cuerda sujete al cuello y a la parte posterior de las rodillas impidiendo, prácticamente, que la persona sumisa pueda levantar la cabeza. Al tiempo, otra cuerda sube desde el tronco hacia el tronco para, así, mantener el torso flexionado. Finalmente, brazos y muñecas se atan por detrás de la espalda.