Dolor de espalda y libido
El 80% de las personas sufren, alguna vez en su vida, algún dolor de espalda. Los motivos causantes de dicho dolor pueden ser muchos. Tras un dolor de espalda puede esconderse una hernia discal, un disco lesionado, una alteración estructural de la columna vertebral, la tensión muscular, una mecánica deficiente al caminar, un aumento de peso o un determinado tipo de trabajo que, o bien nos haga cargar peso de manera reiterada durante mucho tiempo, o bien nos mantenga en una postura inadecuada durante la mayor parte de nuestra jornada laboral. También un traumatismo, por supuesto, puede estar tras un dolor de espalda. O un mal gesto que nos cause una contractura.
El dolor de espalda, en especial aquél que aqueje a la zona lumbar, afecta a nuestra vida diaria, causa bajas laborales e influye negativamente en nuestra vida sexual. Está comprobado: tres de cada cuatro personas disminuyen sus encuentros sexuales cuando padecen dolor de espalda. El miedo a que se incremente el dolor o a que la posible lesión padecida se agrave hace que las personas eviten la práctica sexual. Dolor de espalda y libido guardarían, pues, una relación inversamente proporcional.
Para evitar que un dolor de espalda más o menos crónico nos arruine la vida sexual debemos hacer una cosa: buscar una postura erótica que no afecte a la espalda y realizar unos movimientos que no desencadenen ni agraven el dolor.
Para saber qué posturas eróticas idóneas para personas con dolor de espalda existen hay que prestar atención a un estudio que hace ya algunos años realizara la Universidad de Waterloo (Ontario, Canadá). Dicho estudio fue editado por la revista Spine con el título “Columna lumbar y cinemática de la cadera y los patrones de activación muscular durante el coito; una comparación de las posiciones coitales comunes” y recomienda una serie de posturas eróticas para hombres con dolor de espalda.
Estudio de los movimientos cinemáticos
Para recomendar dichas posturas, los investigadores de la Universidad de Waterloo utilizaron un sistema de infrarrojo y electromagnético similar al que se utiliza en los videojuegos para, gracias a él, captar los diferentes movimientos y las fases de dicho movimiento. Diez parejas sirvieron de cobayas para el equipo de investigadores.
Los sistemas de estudio sirvieron para demostrar cómo el movimiento de la columna vertebral, durante el acto sexual varía según sea el sujeto y para descubrir nuevos datos sobre el mecanismo del orgasmo y sobre los músculos que, de una manera u otra, se ven afectados por la llegada de aquél. Contra lo que se pueda pensar, no son los músculos de la espalda los más activos en el momento del orgasmo, sino que lo son los del abdomen o los glúteos.
La primera postura erótica para personas con dolor de espalda es la famosa postura del perrito. ¿Por qué? Porque la práctica de la postura del perrito exige que la fuerza del movimiento de penetración se genere en la cadera y no con la columna vertebral. Los movimientos cinemáticos que la espalda y la cadera realizan durante la práctica de la postura del perrito pueden variar de manera significativa cuando se producen pequeñas variaciones en la postura. Por ejemplo: bastará con que la mujer se apoye con los codos o, por el contrario, con las manos, para que dichos movimientos cinemáticos varíen.
La postura del perrito está especialmente indicada para aquellos hombres que sean intolerantes a la flexión. ¿Quiénes son estos hombres? Aquéllos que notan cómo se agrava su dolor lumbar cuando están sentados durante mucho tiempo o cuando se tocan los dedos de los pies.
La clásica postura del misionero es, también, una de las posturas eróticas para personas con dolor de espalda recomendadas en el referido estudio. El hecho de que esta postura no exija el arqueamiento de la espalda la convierte en una postura erótica idónea para quienes padezcan un leve dolor lumbar.
El estudio de la Universidad de Waterloo ha servido para desterrar el mito de que la postura de la cuchara es una postura erótica idónea para aquellas personas que padezcan dolor lumbar. Aunque pueda no parecerlo, la postura de la cuchara está absolutamente contraindicada para aquellas personas que, en mayor o menor grado, padezcan dolor de espalda. Así lo señala Natalie Sidorkewicz, estudiante de doctorado y principal autora del artículo que, publicado en Spine, da cuenta del referido estudio.