Hay muchos lugares sensuales para practicar sexo. Entre ellos figura, sin duda, la ducha. La ducha es un lugar excelente para escapar a la rutina de hacerlo siempre en la cama. En la ducha, la pareja puede dejar volar la imaginación y experimentar nuevas sensaciones. Para hacerlo, sin embargo, no hay que olvidar en ningún momento que la ducha puede ser un lugar peligroso. Un resbalón puede ser, literalmente, letal. A nadie le apetece dejarse la cabeza en la grifería cuando se está a punto de tocar el cielo con las manos. Pero también sabemos que la sensación de riesgo le acostumbra a sentar muy bien al sexo. Lo hace más excitante. Y que las parejas que han practicado sexo en la ducha acostumbran a repetir. Eso, sin duda, es señal de que la experiencia de hacérselo bajo el chorro de agua es gratificante y placentera.

Consejos para tener sexo en la ducha

En este artículo queremos proponerte una serie de posturas para tener sexo en la ducha pero antes de ello queremos darte una serie de consejos básicos a tener en cuenta para reducir al mínimo la posibilidad de padecer un accidente mientras se disfruta de ese ratito de sexo bajo el chorro de agua de la ducha.

El primer consejo a tener en cuenta cuando se desea practicar sexo en la ducha es el de colocar una alfombrilla antideslizante en el plato de ducha o, en su defecto, en la bañera. No colocar esa alfombrilla antideslizante (tenga el diseño que tenga, sea más o menos cool) implica arriesgarse a padecer una caída que, como hemos indicado anteriormente, puede resultar letal.

El segundo consejo tiene que ver con la lubricación, fundamental para gozar de la penetración. El agua, al contrario de lo que pueden pensar muchas personas, no lubrica. Por eso es necesario tener a mano un buen lubricante cuando se quiere tener sexo en la ducha. Y eso es así tanto si se usa condón como si no se usa. Para practicar sexo en la ducha… ¿qué tipo de lubricante debe utilizarse? Lo más aconsejable es echar mano de un lubricante con base de silicona (siempre que no vaya a utilizarse un juguete sexual fabricado con dicho material), ya que tiene un efecto más duradero que los lubricantes con base al agua, que tienden a diluirse, precisamente, en el mismo agua que forma parte de su formulación.

Posturas para sexo en la ducha

Teniendo en cuenta los dos consejos destacados (el uso de alfombrilla antideslizante y el de lubricante íntimo), ya podemos dedicarnos a gozar del sexo en la ducha. Practicar sexo implica, siempre, escoger una o una serie de posturas eróticas para practicarlo. Del mismo modo que hay posturas eróticas especialmente indicadas para estimular el punto G y las hay para estimular el clítoris, también hay posturas idóneas para follar en la ducha. Entre todas esas posturas eróticas y prácticas sexuales para practicar en la ducha queremos destacar las siguientes:

  • Práctica del sexo oral en la ducha. Tanto si es él el elemento activo como si lo es ella, la ducha es un lugar ideal para practicar sexo oral. Incluso personas que puedan tener ciertas prevenciones hacia esta gozosa práctica sexual pueden considerar más factible el gozar de ella bajo el agua por el factor de higiene que el agua incorpora a aquélla. Eso sí: para practicar sexo oral en la ducha hay que lidiar con un factor que puede resultar molesto. Ese factor es el de recibir el chorro de agua directamente en la cara. Lógicamente, se recomienda colocarse de tal modo que el agua caiga en cualquier otra parte del cuerpo. Haciéndolo de ese modo, las bocas quedarán liberadas de toda obligación que no sea la de dar cumplimiento a la función que se espera de ellas en la práctica del sexo oral.
  • Penetración desde atrás de pie. Recordando en todo momento que hay que evitar posturas excesivamente arriesgadas (no es buena idea, por ejemplo, que una persona “trepe” sobre la otra y la rodee por la cintura con sus piernas), vamos a proponer una postura para tener sexo en la ducha y poder disfrutar de algo que al hombre le resulta especialmente estimulante: la penetración desde atrás de pie. Para que este tipo de penetración pueda practicarse en la ducha se recomienda que la mujer, puesta frente a la pared, apoye sus brazos sobre ella mientras su pareja la penetra desde atrás.
  • El perrito. Esta postura erótica es una de las posturas sexuales preferidas por los hombres. Al penetrar a la mujer desde atrás mientras ésta está a cuatro patas el hombre se siente especialmente dominador y controlador del coito. Además, la postura del perrito (al igual que la postura propuesta en el punto anterior) permite optar entre dos tipos de penetración, la vaginal o la anal. Para practicar esta postura para hacérselo en la ducha solo se necesita una cosa: que el suelo de la ducha sea un poco grande. Por eso es más habitual que esta postura clásica pueda practicarse con mayor facilidad en una bañera que en un plato de ducha estándar como los que suelen existir en la mayoría de nuestras viviendas.
  • El taburete. Un buen recurso para buscar una postura erótica para tener sexo en la ducha es el de echar mano de un taburete y meterlo en la bañera o en el plato de ducha. No hay que tener demasiada imaginación para saber para qué puede servirnos ese taburete. Con el hombre sentado en él, la mujer puede, mientras el agua cae sobre ambos, colocarse encima de el hombre. ¿Cómo? Como ella desee. Puede ser de espaldas al hombre y puede ser, también, de cara a él. Esta postura erótica para tener sexo en la ducha permite, cuando la mujer se sienta de espaldas al hombre, utilizar algún tipo de masajeador de clítoris para intensificar el placer experimentado por la mujer y, de ese modo, acortar el tiempo de llegada al orgasmo.
  • Arrodillados. Entre todas las posturas que podemos recomendarte para practicar sexo en la ducha ésta es una de las más interesantes. ¿Por qué? Básicamente por dos motivos: porque permite una gran cercanía entre los amantes, incrementándose de ese modo la sensación de intimidad, y porque garantiza un nivel de equilibrio que, a la hora de practicar sexo en la ducha, es un factor al que hay que valorar muy positivamente.

Finalmente, las últimas posturas para tener sexo en la ducha que queremos recomendar son las más tradicionales de todas ellas, es decir: aquéllas en las que uno de los dos miembros de la pareja está tumbado en el suelo. Si es ella, la pareja podrá practicar, bajo el agua de la ducha, el tradicional misionero. Si es él, ella podrá ponerse a horcajadas sobre él para, así, cabalgarlo como lo haría una apasionada amazona.

Sin duda, hay más posturas para hacérselo en la ducha, pero aquí solo hemos querido recomendaros las más normales y, al mismo tiempo, las menos arriesgadas. No es nuestra voluntad que, por una malafortunada combinación de nuestros consejos y de algún calentón circunstancial vuestro, vuestra masa encefálica salpique vuestra bañera ni vuestras caderas se quiebren sobre el plato de ducha.