Una parte de la intensidad de una relación sexual depende de la pasión que se invierta en ella; otra, del dominio técnico que se tenga a la hora de, valga la redundancia, ejecutar las diferentes técnicas que se vayan a emplear en ese encuentro. Nosotros, lógicamente, no podemos inventar desde aquí la pasión que presida cada encuentro sexual de cada pareja, pero sí podemos dar una serie de consejos para alargar la experiencia sexual y prolongar el placer que se sienta tanto durante todo el tiempo que dure la realización del acto como en el momento en que se alcance el clímax.

Retrasar el orgasmo masculino para, de ese modo, acompasarlo al habitualmente más lento orgasmo femenino es uno de los retos de muchas parejas. Para conseguirlo, puede ser de utilidad usar las diferentes técnicas de las que vamos a hablar en este artículo. Todas ellas sirven para prolongar el orgasmo masculino.

La primera de esas técnicas consiste en tener presente algo que es vital en el proceso de excitación masculina para, teniendo ese algo en cuenta, actuar en consecuencia. Ese algo al que nos referimos radica en el hecho, científicamente comprobado, de que en el proceso de excitación sexual del hombre desempeña un rol fundamental lo visual. Así, la mujer que desee prolongar el orgasmo de su pareja masculina deberá despertar e incitar su erotismo con poses y actitudes corporales que, sin ser demasiado directas o evidentes, sí resulten, al menos, sugerentes. Esta técnica para prolongar el orgasmo masculino se fundamenta, básicamente, en el uso del lenguaje corporal. Un striptease, por ejemplo, puede servir (por mucho que en ocasiones se le pueda considerar algo trasnochado) para despertar la libido del hombre o, dicho de otro modo, activar el clic cerebral del deseo sexual. El uso de lo visual para excitar al hombre puede servir, además, para iniciar poco a poco lo que, una vez concluido, debería haber sido un lento in crescendo de intensidad, un ir avanzando poco a poco, sin pausa pero sin prisa, hacia esa cumbre de placer que se persigue.

Un segundo truco que debería tener presente quien deseara emplear algún tipo de técnica para prolongar el orgasmo masculino sería el de no concentrar única y exclusivamente la estimulación en la zona genital. Tocar dos zonas erógenas al mismo tiempo puede resultar muy útil para prolongar ese éxtasis masculino. ¿Cómo se puede aplicar esta técnica? Por ejemplo, estimulando el pene o los testículos mientras se besan los labios, los pezones o las orejas.

Frenar la eyaculación o cambiar de postura

Un tercer truco, fundamental para prolongar el orgasmo masculino, consiste en algo que no resulta nada sencillo: imponerse sobre la tendencia natural del hombre a buscar el desahogo rápido, es decir, a buscar el orgasmo. Para imponerse sobre esta tendencia hay que extremar la atención sobre las reacciones corporales del hombre que está siendo estimulado. Si su respiración y su ritmo cardíaco se aceleran y los músculos de su zona pélvica se contraen es porque está cercano al instante de eyacular. Para impedirlo y, de ese modo, prolongar el orgasmo del hombre, es necesario colocar el pulgar en el glande y el resto de la mano en la base del pene. Una vez realizado esto, se debe apretar con delicadeza durante un par de segundos para, después, soltar y, a los diez segundos, repetir la acción. ¿Qué se consigue con esto? Retener durante un instante el flujo sanguíneo en un momento en el que, precisamente, en esa zona se acumula, debido a la excitación sexual, una mayor cantidad de sangre. Al cortar el flujo de la misma lo que se está consiguiendo es frenar el orgasmo sin, por ello, impedir que el in crescendo de tensión en la zona siga su curso.

Otra buena manera de prolongar el orgasmo masculino es cambiar la postura erótica o la maniobra que se esté realizando cuando el hombre se halle próximo a ese instante insustituible de explosión sexual. Hay estudios científicos que demuestran que la variedad de caricias y movimientos durante el acto sexual tiene una incidencia directa en zonas cerebrales conectadas directamente con la excitación sexual. Eso sí: para prolongar el orgasmo del hombre hay que saber cuándo se cambia de postura o se varía el tipo de estimulación que el hombre está recibiendo. ¿Cuándo debe hacerse según los sexólogos y sexólogas? Cuando el hombre esté a punto de estallar de placer. Es decir: cuando esté a un tris del orgasmo. Eso servirá para alejar momentáneamente el momento de la eyaculación sin por ello disminuir el grado de excitación tanto física como mental. En este sentido, jugar y experimentar con los tiempos y los ritmos es fundamental.

Complementos y experimentación

Todas estas técnicas para prolongar el orgasmo masculino pueden ser complementadas con el uso de determinados juguetes eróticos. Un anillo para el pene, por ejemplo, puede servir para ayudar a mantener la erección durante más tiempo y, a la vez, retrasar el momento de la eyaculación. Por su parte, un lubricante con efecto frío puede servir para, en un momento dado, retrasar el orgasmo. Por el contrario, el lubricante con efecto calor es de gran utilidad en aquellos casos en los que lo que se desea es precisamente lo contrario, acelerar el orgasmo.

Y es que, aunque como hemos indicado al inicio de este artículo lo que habitualmente se persigue al intentar prolongar el orgasmo masculino es que se pueda alcanzar ese ideal que consiste en acompasar los orgasmos de la pareja, nada en sexo debe ser tenido como ley de obligado cumplimiento. El sexo está para experimentar, aventurarse y gozar con él. Si los orgasmos se acompasan, pues perfecto. Si no lo hacen, pues primero que llegue uno y después, el otro. Sin mayores problemas. De hecho, obsesionarse con ese acompasar de los orgasmos puede ser contraproducente y puede dificultar el goce de la relación.

Muchos sexólogos y sexólogas hablan también de la estimulación prostática o estimulación del punto P (lo que vendría a ser el punto G masculino) como técnica que puede servir para prolongar el orgasmo masculino. Dado que en muchas ocasiones lo que se consigue con la aplicación de esta técnica no es tanto que el orgasmo tarde más en llegar como que sea, en gran medida, mucho más intenso, no vamos a hablar con mayor profundidad de ella en este artículo. En cualquier caso, quien desee conocer en qué consiste y cuáles son los consejos básicos para realizar la estimulación prostática y conseguir, así, un orgasmo más intenso, puede leer nuestro artículo “La estimulación prostática”.

Esperamos que nuestros consejos sobre cómo prolongar el orgasmo masculino os sirvan, una vez llevados a la práctica, para enriquecer y hacer más placenteras vuestras relaciones sexuales.