Somos lo que comemos

Seguro que lo has oído en más de una ocasión: somos lo que comemos. Y eso, que vale para nuestros niveles de azúcar y colesterol (bueno y malo) en la sangre, para el brillo y aspecto juvenil de nuestra piel y para nuestro estado general de salud, vale también para nuestras prestaciones sexuales.

Rendir en la cama es cuestión de salud. Y la salud, no vamos a descubrir ningún secreto, depende principalmente de dos factores. Uno de ellos tiene que ver con nuestra actividad física. Ya lo decía aquel slogan publicitario: quien mueve las piernas mueve el corazón. El ejercicio físico es necesario para estar bien de salud. La vida sedentaria es el atajo más corto hacia el ictus y el infarto. Hay que moverse, pues, para sentirse y estar bien. Correr, nadar, caminar: alguna de estas tres actividades debería formar parte de nuestro día a día. Ellas nos facilitarán un buen funcionamiento circulatorio. Y la erección, no lo olvides, depende principalmente de nuestra circulación.

El segundo factor (imprescindible e insustituible) con el que debemos contar a la hora de rendir bien en la cama es nuestra alimentación. Una alimentación sana que disminuya el riesgo de padecer diabetes o arteriosclerosis es fundamental para rendir bien en la cama. Si mantenemos una alimentación equilibrada podremos ser mejores amantes. Pero hay una serie de alimentos que, estando presentes en nuestra dieta, nos ayudarán a durar un poquito más en esos lances en los que todo nos parece poco y en los que el fantasma de la eyaculación precoz o de la disfunción eréctil pueden irse convirtiendo, poco a poco, en una especie de obsesión. ¿Qué alimentos son ésos? Algunos de los que a continuación te detallamos.

Dieta para ser un buen amante

  1. Carnes rojas. Contra lo que pueden haber hecho creer algunos paladines de dietas “suicidas”, las grasas no pueden ser eliminadas de nuestra alimentación. Las grasas, en su justa medida, resultan muy beneficiosas para nuestro organismo. ¿Por qué? Entre otras cosas, porque las carnes rojas nos aportan proteínas y algunas dosis de colesterol, dos elementos que forman parte de la génesis natural de la testosterona. Y ésta es, sin duda, la hormona que determina el nivel de nuestro rendimiento sexual.
  2. Plátano. Si la testosterona es imprescindible para funcionar bien sexualmente, la serotonina u hormona de la felicidad no lo es menos a la hora de gozar verdaderamente del sexo. Para generar serotonina el cuerpo humano necesita, entre otros nutrientes, un correcto aporte de un aminoácido llamado triptófano. Si un alimento es idóneo para aportar este nutriente ése es el plátano. El plátano, además, aporta potasio y carbohidratos, dos nutrientes de gran utilidad a la hora de generar energía. Y, quién lo duda, una dosis extra de energía siempre nos va bien para disfrutar del sexo a lo grande. Para aportar energía, las patatas pueden ser, también, un elemento muy interesante.
  3. Aguacate. Las civilizaciones antiguas eran sabias. Por eso, quizás, los aztecas llamaban “árbol del testículo” al árbol del aguacate: porque el aguacate es, físicamente, similar a los testículos. Algo, quizás, debieron intuir. Y lo que quizás los aztecas intuyeron fue que el aguacate proporciona nutrientes que intervienen directamente en la producción de testosterona y, como proveedor de vitamina B6, en la regulación de andrógenos.
  4. Huevo. Al igual que la carne roja, el huevo aporta ese colesterol que el cuerpo necesita para producir testosterona.
  5. Frutos rojos. Si hay un alimento adecuado para mejorar el estado de nuestra circulación sanguínea ésos son los frutos rojos. Los arándanos o las frutas del bosque, por ejemplo, son ideales para ello. Y una buena circulación, ya sabes, es la mejor garantía para una buena erección. Los frutos del rojo, además, sirven para combatir el exceso de colesterol. Ingiriendo frutos rojos podrás compensar, en cierta medida, los excesos que hayas podido cometer ingiriendo huevos o carnes rojas para, con ello, aumentar tus niveles de testosterona.
  6. Higos. Un buen polvo no sólo es fruto de una buena erección. Un buen polvo es fruto, también, de un conveniente control de la eyaculación. Los higos, como alimentos ricos en zinc, antioxidantes y aminoácidos, sirven para estimular el deseo sexual y, al mismo tiempo, para aumentar la cantidad de semen. Los higos, además, son vasodilatadores, lo que influye beneficiosamente en la calidad de la erección. Las lentejas son otro alimento que, también, pueden ayudar en la persecución de ese objetivo. También son ricas en zinc y también favorecen la circulación arterial.
  7. Sandía. La sandía es uno de esos alimentos que resultan de mucha utilidad para rendir mejor en la cama. Por un lado, contiene un aminoácido, la citrulina, que actúa como vasodilatador. Por otro, tiene efectos afrodisíacos. Sin duda, una buena combinación cuando queremos rendir mejor en la cama.

Finalmente, y antes de destacar qué alimentos pueden actuar como inhibidores de tu libido y, por tanto, como reductores de tu eficiencia como amante, no podemos dejar pasar la ocasión de alabar como se merecen las aportaciones afrodisíacas del chocolate.

Se suele asegurar que el chocolate es un sustitutivo del sexo. Nosotros, que no creemos que el sexo pueda sustituirse así como así con otra actividad vicaria, defendemos el uso del chocolate como elemento apto para realizar un sinfín de juegos sexuales (ya lo vimos en el post dedicado a la combinación de chocolate y sexo) y como alimento afrodisíaco. El cacao estimula la producción de serotonina y un mayor índice de serotonina equivale, siempre, a un coito mucho más intenso y satisfactorio.

Como hemos dicho al inicio de este artículo, hay alimentos que nos sirven para potenciar nuestro rendimiento sexual. De ellos ya te hemos hablado en los párrafos anteriores. Del mismo modo, hay alimentos que juegan en contra de nuestro rendimiento sexual. ¿Qué alimentos podríamos incluir en esa lista? El azúcar, por ejemplo. El azúcar afecta negativamente a la testosterona segregada por nuestro organismo y, haciéndolo, acaba afectando a nuestras erecciones y a nuestro apetito sexual.

La menta, por su parte, inhibe también la producción de testosterona y, por ello, daña directamente a nuestro apetito y a nuestro rendimiento.

Por último, si quieres rendir bien en la cama elimina en la medida de lo posible el alcohol de tus rutinas. El alcohol afecta negativamente tanto a la libido como a la calidad de la erección.