El trigasmo u orgasmo triple
Nada. Que no nos ponemos al día. Que, por lejos que vayamos, siempre hay otra frontera por alcanzar. No nos bastaba con empaparnos de todo lo que tuviera que ver con el orgasmo, sus mecanismos y su forma de alcanzarlo que, de golpe y porrazo, sexólogos y sexólogas se sacan de la manga el concepto trigasmo.
La feliz invención de este palabro hay que agradecérsela a la sexóloga y ex actriz de origen húngaro Ava Cadell. Autoridad reconocida de la terapia sexual, autora de diversos libros sobre relaciones y sexo y fundadora de la Loveology University (especie de universidad on line para educar sobre las relaciones sexuales), la Dra. Cadell ha hablado del trigasmo como de un tipo muy particular de orgasmo: aquél que nace de estimular al mismo tiempo el clítoris, el punto G y el ano.
Sabemos que son muchos los tabúes que impiden que las prácticas sexuales relacionadas con la estimulación, el juego o la penetración anal se extiendan más de lo que están extendidas, pero no hay que olvidar nunca que el ano es un lugar en el que confluyen infinidad de terminaciones nerviosas y que, por tanto, es un punto muy sensible de la anatomía humana. Esto, claro, quiere decir dos cosas. La primera, que en el ano se puede experimentar mucho dolor. La segunda, que en el ano se puede, también, experimentar mucho placer. Por eso es importante dominar las técnicas de estimulación anal y saber hasta qué punto la lubricación y la paciencia y la calma son importantes a la hora de proceder a practicar cualquier tipo de juego anal. Dominando dichas técnicas, la palabra dolor quedará desterrada de la práctica sexual anal y ésta se convertirá en una fuente de placer para todos los hombres y mujeres que decidan olvidarse de tabúes y opten por entregarse sin miedos ni remilgos a un tipo de práctica sexual que, no siendo nueva, siempre ha permanecido como un poco escondida en el armario de lo que no debe ser mostrado.
Aceptando que será necesaria la estimulación anal si deseamos alcanzar el ansiado trigasmo, ese orgasmo triple que, ciertamente, debe resultar gratamente enloquecedor, vamos a ver qué consejos nos da la Dra. Ava Cadell para conseguir ese orgasmo cinco estrellas que es el trigasmo.
Posturas para el triple orgasmo
Para alcanzar el trigasmo lo primero que debemos hacer es adoptar la postura erótica adecuada. La Dra. Cadell destaca en especial dos posturas:
- El misionero. Es decir, aquélla en la que la mujer permanece de espaldas, tumbada boca arriba y con sus piernas flexionadas y abiertas. Encontrándola así, el hombre deberá estimular el clítoris con la lengua aplicando las técnicas que suelen recomendarse para el cunnilingus pero centrando su atención en ese maravilloso apéndice cuya estimulación resulta imprescindible para que muchas mujeres consigan alcanzar el orgasmo. Al mismo tiempo que estimula el clítoris con la lengua, el hombre utilizará sus dedos o algún tipo de juguete erótico para estimular el punto G y el ano aleatoriamente. Esa triple estimulación combinada debe, poco a poco, llevar a la mujer hasta el ansiado trigasmo.
- La segunda postura destacada por la Dra. Cadell es la que se conoce como “la vaquera” o “la vaquerita”, es decir, aquélla en la que el hombre está tumbado boca arriba y la mujer lo monta como si de una amazona que fuera a cabalgar se tratara. Colocada encima, la mujer debe inclinar su cadera hacia el hombre para, de ese modo, propiciar la estimulación del clítoris. Colocada así, el pene podrá estimular el punto G y serán los dedos del hombre (o algún vibrador o dildo) los que deban proceder a estimular el ano de la mujer. La postura de “la vaquera” figura entre las posturas eróticas gracias a las cuales las mujeres alcanzan más fácilmente el orgasmo. En su contra hay que decir que esta postura es, también, la responsable de la mayor parte de las fracturas de pene que se producen. No rías, no. El pene también se fractura. Y su fractura no es ninguna broma. Es dolorosa y, de no tratarse, puede acabar acarreando problemas de disfunción eréctil y, en casos extremos, de impotencia.
Junto a las posturas eróticas destacadas por la Dra. Ava Cadell como las más idóneas para alcanzar el trigasmo, hay que destacar también la recalcada por Emily Dubberley, una escritora y periodistas inglesa que, como especialista en temas sexuales, colabora con un buen número de medios de comunicación. Dubberley ha escrito que la mejor postura para alcanzar el trigasmo es la que se conoce con el nombre de “postura del gato”.
La “postura del gato”, muy similar a la del misionero, debe ser realizada cuidadosamente por el hombre. La mujer adopta la misma postura que si estuviese realizando el misionero. El hombre, al colocarse sobre ella, deberá penetrarla y, una vez lo haya hecho, deberá mover su cuerpo hacia arriba. Con ese movimiento, el hombre conseguirá estimular el clítoris de la mujer. Una vez con el pene dentro de la vagina de la mujer y adoptada la postura adecuada, el hombre deberá moverse lentamente, muy lentamente, evitando cualquier brusquedad y realizando pequeños círculos.
Junto a estas posturas podríamos destacar también como postura propicia para alcanzar el trigasmo la postura del perrito. En esta postura erótica, mientras el hombre penetra a la mujer vaginalmente y la estimula analmente con los dedos o con algún tipo de juguete erótico convenientemente lubricado, es la propia mujer la que debe estimular su clítoris para, así, alcanzar ese triple orgasmo u orgasmo sincronizado que puede convertirse en un fantástico objetivo para ponerle un poquito de picante a nuestra vida.