Una fantasía erótica muy arraigada

Si algo hemos podido constatar desde que iniciamos esta sección de Fantasías Eróticas es que la imaginación erótica de las personas es personal e intransferible y, por tanto, existen tantas fantasías eróticas como personas. Más o menos lindantes con el fetichismo, las fantasías eróticas no son más que la representación consciente o inconsciente de los deseos de la persona.

Ya tratamos en uno de nuestros artículos de la fantasía del casting porno. Dicha fantasía erótica se fundamentaba en uno de los estándares del cine porno: la escena de la chica que participaba en un casting y que, tras ser entrevistada, se iba desnudando poco a poco hasta quedar completamente desnuda y practicando sexo con su entrevistador.

Dicha fantasía, en el fondo, no es más que una de las variantes de la fantasía erótica que muchos hombres tienen en la cabeza: hacérselo con una auténtica estrella del porno. El follar con una pornstar es algo que en algún momento de su vida ha pasado por la cabeza de la mayor parte de los hombres. Tener en la cama a mujeres como Mia Khalifa, Phoenix Marie, Jesse Jane, Sunny Leone, Lisa Ann, Belle Knox, Gina Lynn, Eva Angelina, Alexis Texas, Asa Akira o Amarna Miller figura en la mente de muchos hombres en un puesto estelar entre sus fantasías eróticas.

Lo que late tras la fantasía de hacérselo con una actriz porno es seguramente el deseo de llevar a la práctica todas esas prácticas sexuales que se suelen contemplar en las películas porno y que van desde la felación al cunnilingus, pasando por la realización de las más variadas posturas eróticas, todo ello realizado con la aparatosidad con la que se mantienen las relaciones sexuales en el cine porno.

El porno es cine y sólo cine

En más de una ocasión se ha hablado de cómo el modelo de relación sexual expuesto en las películas porno puede considerarse el causante de mucha frustración erótica. Intentar reproducir lo que en el fondo es sólo cine puede hacer que el hombre poco experto sexualmente y que no conozca las claras diferencias existentes entre el sexo filmado y el sexo real pueda sentirse de repente poco capacitado para la realización del acto sexual y, por tanto, dañado en su autoestima. En la mayor parte de ocasiones, por ejemplo, el tamaño del miembro viril del actor porno es claramente superior al tamaño del pene de quien sueña con hacer realidad algún día la fantasía de hacérselo con una actriz porno. Ese aspecto, sumado a la “resistencia” del actor porno a la hora de penetrar reiteradamente y durante un prolongado período de tiempo a la actriz que le haya caído en suerte sin por ello eyacular, se convierte en causante de más de un trauma sexual entre los que a su fanatismo por lo porno suma su inexperiencia sexual.

Todo esto no evita que muchos hombres, como decimos, tengan la fantasía de follar con una actriz porno. En la actriz porno el hombre suele ver la representación de la mujer absolutamente abierta de mente en cuestiones de sexo que no pone barreras a la hora de realizar una práctica sexual. La actriz porno es la mujer que pone cara de salida y viciosa cuando realiza una felación, es la mujer que te cabalga sin descanso, es la mujer que se pone a cuatro patas y se ofrece entre quejosa y emputecida para una larga sesión de sexo anal.

Todo esto es lo que el hombre que se imagina protagonista de una película porno junto a una actriz porno desea de una manera consciente o inconsciente cuando tiene a ésta entre sus fantasías eróticas más enraizadas.

Haciendo realidad la fantasía

La fantasía erótica de follar con una actriz porno puede hacerse realidad de dos modos. El primero de ello se fundamenta en la escenificación junto a la propia pareja de una escena típica de cine porno. Para ello, nada mejor que plantearse la relación sexual como un juego que, de alguna manera, representara los pasos propios de una película porno. Contar con una cámara de video puede servir para añadir un toque de verosimilitud y de picardía a la escena. Eso sí: hay que tener siempre presente que cualquier imagen en la que se nos muestre de una manera más o menos íntima puede volverse un día contra nosotros. No seríamos los primeros en contemplarnos en actitud poco decorosa en internet a consecuencia de la venganza ejecutada por una amante despechada.

La segunda manera de convertir en realidad la fantasía de follar con una actriz porno es recurrir a una escort que ofrezca entre sus servicios eróticos el servicio que se conoce como PSE o PornStar Experience. Las escorts que ofrecen el servicio PornStar Experience están ofreciendo a su cliente la posibilidad de disfrutar de una relación sexual en la que la escort se comporta como una estrella del porno.

Para comportarse como una estrella del porno, la escort para PSE se comportará de una manera morbosa y decididamente “sucia”. Palabras provocadoras, sexo anal, francés natural completo, eyaculación facial, posturas eróticas extraídas de las páginas más imaginativas del Kama Sutra… todo es lo que ofrece una escort para PornStar Experience. Sin duda, la de la escort para PSE es una de las mejores opciones que posee el hombre apasionado por la fantasía de follar con una actriz porno para convertir esa fantasía en algo muy parecido a la realidad.