Fantasías eróticas de la mujer
Cada cual tiene las suyas. Personales y, muy probablemente, intransferibles. Hacerlas realidad no siempre es sencillo. En demasiadas ocasiones quedan agazapadas en algún lugar de nuestras esperanzas, esperando su momento de descender desde los territorios siempre un poco nebulosos de la utopía hasta los más pedestres y menos glamourosos de la realidad. Indagar en ellas permite conocernos mejor. De hecho, ningún retrato nos mostrará tal y como somos si no las muestra de una manera u otra, cumplidas o esbozadas, esperanzadas o abandonadas ya al más puro desaliento. Y eso es lo que ha hecho precisamente la sexóloga Valérie Tasso: indagar en ellas, investigar qué fantasías eróticas son las que están ahí, en algún lugar de nuestro inconsciente, esperando tal vez la fecha de su cumplimiento, y exponerlas en su última obra, Confesiones sin vergüenza.
Valérie Tasso es una conocida sexóloga, escritora e investigadora francesa residente en Barcelona que se hizo famosa gracias al éxito de Diario de una ninfómana, una obra editada en 2003 (y posteriormente llevada al cine) en la que, al igual que hiciera un año después en París la nuit narraba alguna de sus experiencias sexuales. En estas obras, y en otras como El otro lado del sexo o Antimanual de sexo, Valérie Tasso intenta no sólo desmitificar las prácticas sexuales más diversas y quitarles el sambenito de “extrañeza”, también intenta reubicar el sexo en el lugar que le corresponde: más allá de lo domesticado. Tasso rechaza que las prácticas sexuales puedan ser divididas en prácticas morales y prácticas no morales según sea su nivel de aceptación social. Alejar cualquier tipo de valoración moral de las prácticas sexuales de las personas es, sin duda, uno de los grandes objetivos que Valérie Tasso intenta alcanzar en cada uno de sus libros.
Tan inconfesables como naturales
Confesiones sin vergüenza intenta seguir esa misma línea. Valérie Tasso ha preguntado a amigas, pacientes, usuarias de redes sociales y a mujeres de todas las edades y orientaciones sexuales para conocer cuáles eran sus fantasías sexuales más secretas. De entre todos los testimonios, Valérie Tasso ha elegido un total de 66 para confeccionar este nuevo libro que no es otra cosa que la recolección de los “relatos puros” de las fantasías eróticas de esas 66 mujeres.
Estos relatos, que oscilan desde los territorios sádicos de la dureza más extrema a la comicidad de lo que puede resultar divertidamente absurdo, son la mejor muestra, afirma Tasso, de demostrar que la imaginación erótica deambula habitualmente por los terrenos pantanosos de lo obsceno. Orgías, escenas perversas, prácticas que seguramente (por unos motivos u otros) no se llevarán nunca a la práctica: eso es lo que aparece en estos relatos que demuestran muy a las claras que las fantasías eróticas tienen muy poco que ver con la moralidad.
Tasso, que no interviene en los relatos y los muestra tal y como fueron concebidos por la mente de las entrevistadas, realiza una distinción radical entre lo que es el deseo y lo que es la fantasía sexual. La segunda, afirma Valérie Tasso, no está construida para que acontezca en la realidad. El deseo, por el contrario, sí tiene como objetivo la realización. La fantasía erótica sirve sobre todo (y si es encauzada de un modo correcto y aceptada con normalidad) para aumentar la excitación sexual de quien la experimenta.
Valérie Tasso insiste en la necesidad de aceptar el propio imaginario erótico, las propias fantasías sexuales, entenderlas como una válvula de escape y evitar sentir cualquier sentimiento de culpa respecto a ellas. Siguiendo esos pasos, ninguna mujer deberá sentirse sucia, viciosa o especialmente perversa por fantasear con que es violada por un grupo de jóvenes en un descampado del extrarradio ni porque se sienta humedecida al soñar que su marido y su jefe la penetran al unísono o al imaginarse prácticamente desnuda y atada con correas de cuero a una cama por un grupo de enfermeros en el interior de un hospital psiquiátrico. Por cierto: ésta última es una fantasía erótica confesada por la sexóloga francesa, que afirma que imaginar dicha posibilidad la lleva directamente al clímax.
¿Cuál es la fantasía erótica que a ti te lleva hasta ese punto? Indaga dentro de ti y confiésatela sin miedo. Y piensa en ella cuando vayas a hacer el amor con tu pareja. Seguro que consigues un punto de excitación extra que ella agradece profundamente.