Grabar sexo
Una buena manera de introducir un aliciente especialmente picante en la relación de pareja es grabarse practicando sexo. El convertirse por un día en la intimidad del hogar o en una habitación de hotel reservada para el caso en protagonistas estelares de una película porno acostumbra a actuar en la mentalidad de hombres y mujeres como un afrodisíaco de primer orden.
Son muchas las parejas que se han grabado en la intimidad realizando todas esas acciones que se acostumbran a ver en las películas porno. Cunnilingus, felaciones, múltiples posturas eróticas, sexo anal… todas estas prácticas sexuales han sido grabadas por parejas que, imitando las escenas grabadas por las grandes productoras cinematográficas, acostumbran a finalizar con un primer plano en el que se recoge ese momento de especial intimidad que es el de la eyaculación corporal o facial.
Otra de las escenas habituales en muchas películas X es aquélla en la que un productor o director realiza los castings destinados a escoger a la protagonista femenina de su próxima película. La propuesta de fantasía erótica que vamos a hacerte para que la escenifiques junto a tu pareja gira alrededor de ese momento de alta intensidad erótica en el que el director, productos o jefe de casting entrevista a las actrices que optan a un papel en el film.
No es necesario que utilicéis una cámara para grabar esta escena que os proponemos, aunque si lo hacéis siempre podréis gozar visionando la escena grabada siempre que queráis. El problema de grabarse practicando sexo es que un día la pareja se rompa y uno de los miembros de la misma decida hacer un uso poco apropiado de las imágenes registradas. Más de una persona ha experimentado la desagradable sorpresa de comprobar que imágenes suyas circulan por la red mostrándola en actitud “poco decorosa”. Grabarse practicando sexo siempre requiere un grado máximo de confianza.
Podéis iniciar la escenificación de vuestro casting porno preparando un espacio físico hasta convertirlo en una especie de oficina. Bastará que en dicho espacio haya una mesa (como puedes imaginar, preferiblemente de oficina), un sofá y un par de sillas. Tampoco iría mal para ambientar el espacio el colgar de la pared algún cartel publicitario de alguna película porno o alguna carátula de algún film del género.
Quiero ser actriz porno
La chica puede entrar en el despacho en el que va a realizarse el casting porno vestida de una manera más o menos convencional. Puestos a escoger, mejor si peca de recatada que si peca de aparecer vestida de una manera demasiado explosiva. Aunque pueda parecer lo contrario, en las escenas de casting porno acostumbra a funcionar mejor el contemplar cómo una chica de apariencia normal (por normal se entiende como una chica que, a primer golpe de vista, nadie pudiera relacionar con el cine porno) intenta ganarse su papel en la película estrenándose en un oficio que el contemplar a una chica que, por la manera de vestir, puede predisponer al espectador a pensar en una desinhibición sexual demasiado obvia y, por tanto, poco morbosa. El morbo producido por la perversión de lo casto suele funcionar bien a nivel erótico, y eso es algo que conocen todos los directores de cine porno.
Una vez en el despacho, y sentada en el sofá, debe iniciarse la entrevista de trabajo. El casting porno puede empezar con una serie de preguntas generales: el nombre, la edad, los estudios, los trabajos realizados hasta el momento… Tras esas preguntas, el entrevistador puede ir acercándose a los temas más específicamente sexuales. Es importante que la chica no tenga experiencia en el sector. Que nunca haya hecho una película porno. Mientras contesta a esas preguntas, la chica debe mantener una postura cercana a la timidez. La timidez que se intuye falsa resulta muy excitante para el entrevistador y para el espectador.
El entrevistador puede preguntar, en esta fase del casting porno, por las relaciones sexuales de la chica, por su estado de salud, por si ha trabajado o no como escort, por aquellas prácticas sexuales que la chica puede tener más reparos en realizar. El hablar de prácticas sexuales acostumbra a tener un efecto directo sobre la temperatura sexual de la pareja.
El arte de desnudarse
La temperatura irá subiendo lentamente en el casting porno. Lo hará más todavía cuando el entrevistador solicite que la chica, por ejemplo, enseñe los pechos. Ella se quitará la parte superior de la ropa (puede ser un jersey, una blusa, una camiseta…) y, si lo lleva, también el sujetador. Puede estar bien que no lo lleve. Durante la entrevista se habrán ido marcando los pezones y esto puede resultar muy excitante.
Una vez con los pechos al aire, la mujer debe cogerlos con las manos, masajearlos, llevarlos hacia su boca si son grandes, frotarlos entre ellos… Esta imagen suele funcionar muy bien en todo casting porno. Al principio debe hacerlo tímidamente, como con un poco de corte, pero ese mismo automasaje debe servir para que la chica vaya excitándose poco a poco.
El siguiente paso del casting porno debe consistir en que el entrevistador solicite que la chica se quite la parte inferior de la ropa. Después de todo, un buen casting porno debe incluir ese momento en que el entrevistador compruebe si el cuerpo de la aspirante a protagonista del film se corresponde a las imágenes que se han podido contemplar en el book aportado por la chica a la entrevista.
Será ahora cuando la chica se desprenda de falda o pantalones. Quizás se quede en braguitas, vergonzosa. El dedo del entrevistador debe ser, ahora, muy claro en sus señas. Éstas deben indicar que esas braguitas deben ser quitadas.
Cuando la chica se haya quitado las braguitas, el entrevistador le pedirá que gire sobre sí misma para que él pueda contemplar correctamente su desnudez. Aprobada, el director continuará con el casting porno solicitando a la chica que vuelva al sofá y, sentada en él, se abra de piernas procediendo a masturbarse.
Lo hará la chica, que notará cómo se humedecen sus genitales. A estas alturas de la escenificación, el pene del entrevistador habrá alcanzado ya una más que probable erección. Esa será la señal que indique que habrá llegado el momento verdaderamente capital de todo casting porno: el momento en el que la aspirante al papel tiene que demostrar lo que sabe hacer en la cama.
La escena verdaderamente hot de esta fantasía erótica se iniciará cuando el entrevistador saque su pene y lo lleve a la boca de la aspirante. Esa felación será el inicio de una escena de sexo en la que entrevistador y actriz irán realizando todas las prácticas propias de un casting porno. Sobre el sofá o sobre la mesa de oficina se irán sucediendo distintas escenas de sexo oral, varias posturas eróticas, un tiempo en el que ella, ya completamente desinhibida y entregada a la lujuria, cabalgue sobre él; alguna penetración desde atrás y, por supuesto, una eyaculación que debe contemplarse en todo su esplendor y que debería finalizar, a elección de la pareja, sobre el vientre, las tetas, las nalgas o el rostro de la aspirante a actriz, que, seguramente, habrá conseguido el papel de su vida.