Fantasías eróticas “peligrosas”
Es posible que alguna vez hayas fantaseado con situaciones peligrosas. ¿Cuántas veces has soñado con ser la protagonista de una película donde la chica está en peligro, en manos de un guapo villano? La fantasía erótica del ladrón y la víctima es una de las más clásicas porque conlleva el elemento del peligro, que la hace muy excitante. La idea de verte en manos de un atractivo intruso llevándote al huerto puede hacer volar tu imaginación. Esta fantasía erótica es ideal para hacerla en pareja, pues la confianza es fundamental y le puede dar un empuje a vuestra vida sexual. Pero eso sí, antes de comenzar, tendréis que establecer unas normas del juego, los límites de la fantasía sexual. Para recrear vuestra fantasía erótica en pareja, hay establecer los roles sexuales, el ladrón y la víctima. Tienes que simular una entrada forzada, si lleváis a cabo la fantasía sexual en casa, es muy fácil. Entonces, él entra en la habitación mientras tú finges que duermes. Se abalanza sobre ti y te tapa la boca para que no grites con la palma de la mano. Para darle más emoción, puedes decir: “no digas nada, si permaneces en silencio te dejaré vivir” o algo así. La ropa, también es muy importante para darle más fuerza al rol sexual. Puedes usar un camisón sexy, de lencería erótica y el “ladrón” tiene que vestir de negro y llevar puesto un pasamontañas o una media para hacerlo más real y excitante. Si te pone usar la ropa interior de tu chica, usa unas medias suyas, así podrás sentir su esencia en tu cara. Si la idea de ataros forma parte de vuestra fantasía erótica, puedes utilizar pañuelos, medias, cuerdas o esposas, en cualquier tienda de artículos eróticos o sex shop encontrarás una gran variedad de juguetes sexuales, disfraces y complementos eróticos con los que llevar a cabo las fantasías eróticas más excitantes.
Las fantasías eróticas excitantes
La excitación de esta fantasía sexual consiste en el peligro, así que antes mantener relaciones sexuales, tendrás que resistirte. Te tiene atrapada en la cama, y entonces sube tu camisón hasta la cintura y eso te hace sentir muy caliente. Él te atrae y sabes que quiere follar contigo, pero protestas y te agitas para resistirte. Entonces él te abre el camisón, dejando a la vista tus tetas y coge uno, apretando. Si os gusta, en juego de rol sexual, podéis usar un lenguaje sexual duro como: “eres una perra muy atractiva” o “te voy a dar lo que quieres”. Ahora ya estáis casi a punto, él acaba por quitarte del todo el camisón de lencería erótica y con la mano fuerza tu entrepierna para notar tu coño cada vez más húmedo y excitado. Ya casi estás a punto de rendirte, pero intentas protestar y entonces él te quita las bragas y te las mete en la boca para que no puedas te puedas quejar más. Entonces, enciende la luz de la mesita de noche para mirarte desnuda y para tú también puedas verlo a él. Le miras directamente a los ojos, fingiendo indefensión. Entonces se baja la cremallera y deja salir su polla dura y vuelve encima de ti. Él ya está listo para follar y tú estás tan excitada que apenas tiene que abrirse paso para penetrarte y entrar en ti.
Practica tus fantasías eróticas peligrosas de manera segura
Si practicas fantasías sexuales de control y dominación tienes que hacerlo de manera segura, porque implican cierto riesgo y eso es lo que las hace especialmente excitantes. Lo aconsejable es practicar este tipo de fantasías eróticas con tu pareja, pues la confianza es muy importante. También tienes que establecer unos límites y una “palabra segura” que indique que hay que parar cuando unos de los dos lo pida. Puedes diseñar un juego de rol sexual donde estén todos los elementos que te excitan como cuerdas, palmadas, cachetes, máscaras o cualquier juguete sexual.
También puedes atarla con su camisón, nunca tan fuerte como para irritar sus muñecas o tobillos. Las cuerdas son un elemento típico de conservar el control sobre la relación sexual y descubrirás que es un momento muy erótico. Puedes atarla de mil maneras, atar sus manos o enrollar la cuerda alrededor de sus pechos. Ver sus pechos saliendo entre las sogas te pondrá muy caliente. También puedes atar sus tobillos y su cintura, mientras acaricias su sexo y sus pechos. Admira tu trabajo, quítale las bragas que has metido en su boca y bésala. Coge la punta de la cuerda y da suaves toques en su coño y sus tetas, eso aumentará su excitación. Puedes salir de la habitación antes de seguir. Si quieres algo menos duro y más sensual, venda sus ojos suavemente. La privación sensorial aumenta la sensación de indefensión y es un atractivo muy grande. Si estás muy caliente, puedes desnudarte también, dejándote puesto el pasamontañas, para mantener el rol sexual y la ilusión en ella de que está follando con un intruso y frotar tu cuerpo contra el suyo. A muchos hombres les resulta especialmente excitante sentir el tacto de la piel y la soga en su piel.