Hacer el amor en público
Seguro que la idea de hacer el amor en público es una de tus fantasías sexuales favoritas. Como ocurre con muchas parejas, el riesgo que supone la posibilidad de que alguien pueda veros, aumenta la excitación y como consecuencia el placer. El miedo a ser pillados, aumentará la segregación de hormonas y os proporcionará orgasmos más rápidos e intensos. Imagina todos los sitios en los que puedes hacer el amor con tu pareja, en el baño de un restaurante, un parque, la playa, una sala de cine, el supermercado…
Un lugar ideal para que le propongas a tu pareja una sesión de sexo en público, puede ser en el campo, después de un romántico picnic. Lo único necesitas es una manta y algo de fruta fresca:
- Tumbaros en la manta, en algún lugar cómodo, donde no haya piedras ni raíces, como si fueseis un Adán y Eva cachondos, en vuestro propio Jardín del Edén.
- Empieza por dar de comer a tu pareja deliciosos trocitos de fruta fresca.
- Entonces súbete encima suyo, lista para hacer un excitante 69, ofreciendo tu sexo y con tu boca en su polla.
- Disfrutad de lo prohibido, de esta versión al aire libre del 69. Si conseguís sincronizaros, dar y recibir placer a la vez, viviréis una auténtica sensación erótica.
- Ten cuenta que la práctica del sexo oral y el 69 es muy excitante para los hombres, por lo que para que la experiencia sea satisfactoria, también para ti, es conveniente que él empiece antes con un cunnilingus y luego te sumes tú.
- Si tu chico es más lento para reaccionar y es un poco torpe con la lengua, no hay problema, pues puede estimular tu clítoris con sus dedos.
Seguro que en tu adolescencia pasaste un montón de tardes y noches en el cine con tu chica, pero no recuerda ninguna película. El cine es un lugar clásico para una sesión de magreo y morreos con tu pareja, pero… ¿te atreves a llegar más allá y practicar sexo en público? Sólo tienes que elegir una sesión poco frecuentada, llevar un par de chaquetas, un poco de lubricante íntimo y por supuesto, no te olvides de comprar las palomitas y los refrescos con mucho hielo. Una vez en la sala, levanta el reposabrazos que separa vuestros asientos, y deja el refresco en el del otro lado. Entonces, taparos con las chaquetas y empezad a masturbaros mutuamente. Como es probable que tu chica todavía no esté muy húmeda, pon un poco de lubricante íntimo en tus dedos y frota su clítoris en movimientos circulares. Ella, tiene que acariciar tu polla con su mano, y aumentar la velocidad conforme note que crece tu excitación. Coge un cubito de hielo del refresco y frótalo a lo largo de sus muslos y por su vello púbico, mientras sigues estimulando cada vez más rápido su clítoris. Si ella empieza a jadear, mete palomitas en su boca para amortiguar el ruido. Si ella te lo pide, deja de estimular el clítoris y mete el dedo en su vagina con movimientos rítmicos. Antes de eso, desliza el hielo por los labios de su coño.
Sexo con tu pareja en lugares públicos
Para amenizar tu vida sexual en pareja, puedes introducir juguetes sexuales como vibradores en tus relaciones sexuales. ¿Te gusta jugar con tu pareja? Aprovecha las situaciones cotidianas como hacer la compra, para vivir una experiencia absolutamente excitante, sólo necesitarás un vibrador a control remoto y mucha confianza en tu pareja. Antes de comenzar, haz una prueba en casa, para comprobar la distancia a la que funciona y para preparar tu reacción de antemano, seguro que no quieras que gritar “¡Oh, oh, oh, oh!” en el supermercado. Además, uno de los aspectos más emocionantes de un vibrador a distancia es el hecho de que mientras tu excitación sexual va en aumento, los que te rodean no tienen idea. Entonces, el día de la compra, pon el vibrador dentro de tu ropa interior y que tu chico coja el mando a distancia. Chicos, debéis entender que desde ese momento tendréis el control absoluto sobre el clítoris de tu pareja, por lo que tienes que ser astuto y sensible. El factor sorpresa es un gran paso. Tan pronto como lleguéis al coche, después acabar la compra, estaréis tan excitados que desearéis follar allí mismo y no podréis evitar una sesión de sexo en público en el aparcamiento del supermercado.
¿Qué puede resultar más excitante que tener sexo secreto en una biblioteca? Antes de mantener relaciones sexuales en una biblioteca, vas a tener que hacer un pequeño ejercicio de planificación para buscar el lugar y encontrar una sección solitaria del edificio. Ten en cuenta que sexo en los pasillos de la biblioteca, entre estantes y libros, requiere habilidad y os dará la oportunidad de probar nuevas posiciones sexuales, sobre todo de pie. Estas posiciones también permiten una fácil retirada en el caso de que alguien os pille manteniendo sexo en público. También es importante usar ropa cómoda y facilitar el momento prescindiendo de la ropa interior. El sexo en la biblioteca significa un orgasmo rápido. Ponte delante y apoya a tu pareja en una estantería, mientras ella envuelve tu cintura con sus piernas. Abre la bragueta y saca tu polla. Es posible que antes de la penetración, tu chica necesite algo de estimulación con los dedos hasta que notes que está mojada, entonces introduce tu polla profundamente en su coño húmedo. Si a ella se le escapa un grito de placer susúrrale al oído “shh” que le recordará la encantadora sensación de hacer algo prohibido. Sujeta sus nalgas y desliza tu pelvis hacia ella. Esta posición sexual os permite estar muy cerca, en silencio e intercambiar caricias, mientras te mueves lentamente dentro y fuera hasta llegar al clímax, y si hay suerte, llegar a la vez al orgasmo con tu “pareja de estudios”.