Un tipo de masturbación masculina

Muchos hombres acostumbran a pecar de falta de imaginación en lo que a disfrutar de las relaciones sexuales se refiere. Por eso reducen al máximo el abanico de posibilidades de la masturbación. Se maleducan tocando la zambomba desde la adolescencia y, llegado el momento de las relaciones de pareja, obvian con una facilidad desesperante que, contando con la colaboración de sus parejas, pueden ser masturbados de maneras que van más allá de la simple estimulación manual o de la siempre anhelada felación.

Por suerte para ellos, no todos los hombres asocian la palabra masturbación a esa acción de cogerse el pene con la mano y subir y bajar la misma sobre el eje de aquél de una manera más o menos compulsiva y hasta provocar la eyaculación. Los fetichistas del pecho femenino, por ejemplo, o los que encuentran en ellos una parte especialmente excitante del cuerpo de la mujer sueñan con el titjob o masturbación con los pechos (lo que, popularmente, se conoce en nuestro país como “cubana”). Y es que la mujer puede masturbar al hombre con muchas partes de su cuerpo o puede prestar el mismo para que el hombre se masturbe. Ahí están los pies, por ejemplo. Los fetichistas del pie sentirán un gozo especial al sentirse destinatarios privilegiados de una práctica de footjob o masturbación con los pies. Y ahí están, también, los muslos. Hay hombres que encuentren un gran placer al practicar el thighjob o, lo que es lo mismo, la masturbación con los muslos. En este artículo vamos a prestar atención a una forma de masturbación en pareja muy especial: la masturbación con las nalgas o assjob.

El trasero puede ser una excelente zona de la anatomía femenina para que un hombre se masturbe con ella. Al hombre le puede excitar mucho contemplar su pene entre las nalgas de su pareja y puede sentir también mucha excitación al masajearlas y apretarlas. Al masturbarse un hombre con las nalgas de su pareja o practicar el assjob el hombre estará viviendo, en cierto modo, la fantasía de estar realizando una penetración anal.

Para practicar el assjob se recomienda, primeramente, utilizar lubricante. El lubricante íntimo permitirá que el rozamiento del pene con las nalgas sea agradable. Para incentivar ese rozamiento, fuente principal de placer durante la masturbación con las nalgas, el hombre deberá apretar el pene entre las mismas. Para conseguirlo, deberá juntarlas entre sí o deberá empujar el pene contra la raja de las mismas.

Assjob y estimulación anal

Para que la mujer no se convierta en un simple instrumento masturbador durante la práctica del assjob es necesario estimular muy ligeramente su ano durante la práctica de la masturbación con las nalgas. Dicha estimulación consistirá en un leve rozamiento en el ano sin que exista posibilidad de penetración. El assjob, combinado con esa leve estimulación anal, se puede convertir así en una práctica idóneas para:

  • Tomar contacto con el sexo anal aquellas mujeres que no saben hasta qué punto desean experimentar con él. Quizás la leve estimulación anal les haga desear una profundización mayor en los placeres y misterios del sexo anal.
  • Anteceder a la penetración anal. La progresiva estimulación de la zona, su dilatación y la aplicación delicada de lubricante preparan al ano para ser penetrado.
  • Sustituir al sexo anal cuando la mujer lo rechaza o no lo encuentra placentero y el hombre se siente muy atraído por el culo de la mujer.

Formas de practicar el assjob

El assjob o masturbación con las nalgas puede ser practicada de diversas maneras. Todas ellas se engloban, básicamente, en dos: en una de ellas es el hombre el que genera el rozamiento con las nalgas femeninas; en la otra, es el hombre el que se queda quieto mientras la mujer realiza el movimiento y provoca el rozamiento de sus nalgas con el pene. Veamos algunas de las formas más habituales de practicar la masturbación con las nalgas:

  • La mujer se aprieta contra el pene de él y se va moviendo mientras el chico se queda quieto. Esto puede hacerlo de pie (sacando el trasero hacia atrás) o sentándose encima de él. Optando por esta modalidad de assjob, la mujer es quien tiene el control de la masturbación con las nalgas.
  • El hombre realiza el movimiento de penetración mientras la mujer se queda quieta. La mujer puede adoptar tres posturas en este caso: tumbada, a cuatro patas o de pie e inclinada hacia delante. En los tres casos el hombre se sitúa detrás y, apretando las nalgas de ella sobre su pene, aprieta con sus pulgares el pene contra la raja. En este caso, es el hombre el que controla la acción.
  • El hombre aprieta apenas el pene entre las nalgas de la mujer. Bien lubricadas tanto las nalgas como el pene, tanto el hombre como la mujer pueden moverse para que ese leve roce vaya masturbando a aquél. El orgasmo, en este caso, tardará más en llegar.
  • La mujer se deja la ropa interior puesta mientras se ejecuta el assjob. Tras hacer un agujero en unos pantys bien ceñidos, el hombre introduce el pene por él y lo frota entre las nalgas bien apretadas y la textura de la tela de los pantys. Para practicar esta modalidad de masturbación con las nalgas es necesario utilizar una cantidad extra de lubricante, ya que el roce de los pantys podría resultar molesto o, incluso, doloroso para el pene.