Una postura del Kama Sutra

Puede sonar a artes marciales, a posturas de kung fu o a golpes de karate dados en un callejón de Chinatown o de Bangkok. Puede ser tenido como un golpe más dentro del amplio repertorio de golpes a la disposición de gente como Jackie Chan, el mítico Bruce Lee o, en menor medida, de Po, el simpático panda que protagoniza el film de animación de Dreamworks Animation Kung Fu Panda. Pero la expresión la postura del dragón no tiene nada que ver con golpes ni con luchas. Sí es cierto que viene de oriente, como la inmensa mayoría de las artes marciales, pero no tiene nada que ver con éstas. Recogida en el Kama Sutra, la postura del dragón es una postura erótica que podría considerarse una variación de “la cucharita” y que tiene como característica principal la de resultar muy placentera para ambos miembros de la pareja.

Para practicar la postura del dragón lo primero que debe hacer la chica es tumbarse sobre el lugar en el que se va a hacer el amor. Sin duda, la cama es el lugar más cómodo para ello, pero no vamos a desperdiciar las posibilidades que puede poner a nuestro alcance un buen sofá o, incluso, un suelo convenientemente alfombrado. La chica se tumbará boca abajo y extenderá los brazos, colocándolos hacia arriba, sobre su cabeza.

Una vez tumbada boca abajo, la chica se colocará un cojín o algo similar en el pubis para, de ese modo, levantar las nalgas y arquear la zona.

Tras hacer esto, el chico se colocará sobre la espalda de la chica. Al colocarse así, el chico adoptará la misma postura que la chica. Es decir: estirará los brazos por encima de su cabeza y, puesto así, sujetará las manos y los brazos de ella.

Una vez hecho esto, el chico iniciará la penetración vaginal desde atrás. Una vez dentro de la chica, el chico realizará movimientos circulares. Para incrementar las sensaciones experimentadas, el chico irá variando el ritmo de la penetración.

Postura del dragón y eyaculación precoz

Una de las ventajas de la postura del dragón es que se puede ralentizar el orgasmo masculino mientras se espera al femenino. La postura del dragón es, pues, una postura erótica ideal para aquellos hombres que sufren de eyaculación precoz. Además, con un poco de práctica se puede conseguir ese sueño ansiado por muchas parejas que es el de alcanzar el orgasmo al unísono.

A ello puede ayudar el que el hombre pueda, gracias a esta postura erótica, estimular zonas erógenas de la mujer que, a veces por descuido, a veces por desatención, pueden quedar sin la conveniente estimulación. Esas dos zonas erógenas cuya estimulación puede servir para aumentar el nivel de excitación de la mujer son la espalda y la base del cuello. Después de todo, ¿a qué mujer no le gusta que estimulen esas zonas de su cuerpo a base de suaves mordiscos, besos y lamidas?

La postura del dragón es una postura erótica en la que, pese a que se permite poca libertad de movimientos y a que es el hombre el que marca el ritmo de la relación, la mujer siempre tiene algo que decir. De hecho, ella también puede, aunque limitadamente, marcar sus propios movimientos circulares. Ello servirá para indicar al chico cuál es el ritmo más adecuado y el que resulta más placentero para la mujer.

Ahora, como solemos decir con todas las posturas eróticas que recogemos en esta sección, sólo nos falta ponerla en práctica. Una nueva postura erótica puede servirnos para dar un toque novedoso a algo que puede sonarnos a conocido. Y la postura del dragón tiene, como hemos visto, suficientes alicientes como para figurar entre nuestras prácticas eróticas preferidas.