Nada sin lubricación y estimulación

Poco a poco se le va desprendiendo su etiqueta de tabú. El sexo anal ha dejado de ser visto por muchas parejas como una especie de aberración y empieza a ser vista como una práctica sexual muy útil y gozosa a la hora de enriquecer la vida sexual de la pareja. Son muchas las parejas que ya no ocultan su afición por el sexo anal y que han incorporado esta práctica entre las habituales de sus relaciones sexuales.

En algún post hemos procurado dar una serie de consejos sobre cómo practicar sexo anal y sobre las medidas que hay que tomar para hacer de él una práctica sexual en la que la palabra dolor no tenga cabida. Estimulación y lubricación son, fundamentalmente, los dos aspectos sobre los que hay que incidir para practicar sexo anal de manera satisfactoria. Al no lubricarse naturalmente, el ano debe ser lubricado con un lubricante artificial. Su correcta estimulación, además, permitirá su relajación y con ello el que la penetración pueda realizarse sin ocasionar dolor en una zona tan sensible de la anatomía.

Tenidos en cuenta esos dos factores ha llegado la hora de plantearse cuáles son las mejores posturas para practicar sexo anal. En este artículo vamos a proponerte varias para que, alternando entre ellas, puedas disfrutar de manera más variada de esta maravillosa forma de gozar del sexo que es el sexo anal.

El perrito

Qué duda cabe que ésta es la postura para sexo anal más habitual entre todas aquellas parejas que gustan de disfrutar de esta práctica sexual. Con la mujer colocada a cuatro patas, el hombre goza de una excitación especial derivada de la privilegiada visión que tiene de la mujer.

La postura del perrito permite al hombre algo que, finalmente, resulta muy placentero para la mujer: la posibilidad de acariciarle los senos o el clítoris. En contrapartida, la mujer pierde control sobre la penetración. La mujer debe ser consciente de ello, pero también el hombre. Éste debe asumir que esta postura para sexo anal puede resultar dolorosa si no se practica con cuidado. Practicándola cuidadosamente, sin embargo, puede ser un muy eficaz camino hacia el placer. La proximidad de los conductos vaginales y anales puede facilitar el alcanzar el orgasmo.

La cuchara

Esta postura para sexo anal permite una penetración pausada y paulatina. Con la mujer recostada de lado, dando la espalda al hombre, la postura de la cuchara es la que acostumbra a recomendarse a todas aquellas parejas que se están iniciando en el sexo anal. La postura permite la relajación de la pareja y eso siempre juega a favor de esta práctica sexual. Si la mujer se inclina hacia delante y aleja las piernas de su cuerpo estará consiguiendo algo fundamental para la práctica del sexo anal: la apertura del esfínter.

La rana

Para adoptar la postura para sexo anal de la rana la mujer debe tumbarse boca abajo y abrir ligeramente las piernas para que el hombre pueda tener acceso al ano tanto para estimularlo como para penetrarlo.

Esta postura para sexo anal permite al hombre masajear la espalda de la mujer. Para ella, además, presenta una ventaja fundamental: la penetración es poco profunda, lo que impedirá que, con la conveniente lubricación y estimulación, pueda resultar dolorosa.

La mujer encima

Todas las posturas eróticas en las que la mujer se sitúe encima del hombre están especialmente indicadas para practicar el sexo anal. Estas posturas permiten a la mujer tomar el control del acto y determinar hasta qué nivel de profundidad puede llegar la penetración y el ritmo que debe seguir ésta.

Dentro de las posturas para sexo anal en las que la mujer se sitúa arriba podemos encontrar varias variantes. En una de ellas, el hombre se sienta con las piernas cruzadas, reclinado hacia atrás y apoyándose con los brazos mientras la mujer se sienta encima de él. En otra, el hombre está tumbado, con las piernas juntas, y es la mujer quien se sienta a horcajadas sobre él, dándole la espalda.

Otra postura para sexo anal con la mujer sentada puede ser aquélla que se realice con el hombre sentado en un taburete y la mujer sentada sobre él, a horcajadas, bien sea de cara a él o dándole la espalda.

En este artículo te hemos ofrecido una amplia variedad de posturas para sexo anal. Si ya eres aficionado a este tipo de práctica sexual seguro que has experimentado con más de una. Si no es así y deseas iniciarte, prueba con alguna de ellas. Nosotros te recomendamos iniciarte con la de la cuchara. Descubre todas las posibilidades de esta postura erótica y, después, cuando ya hayas convertido el sexo anal en una de tus prácticas sexuales favoritas, experimenta con otras. Son las básicas. Seguro que tu imaginación te permite concebir alguna más.