El morbo de grabarse practicando sexo
A la larga puede resultar arriesgado, pero quién puede negar el erotismo existente en el hecho de grabarse efectuando actos de contenido sexual más o menos intenso. Si ese erotismo o esa excitación sexual no existiesen, no serían tantas las parejas que, en un momento u otro de su relación, no han sucumbido a la tentación de grabarse en situaciones “poco decorosas”. Tantas han sido que esta práctica, al final, ha adoptado su propio nombre anglófono. Ese nombre es sexting.
Hay quien sostiene que tras el afán exhibicionista del sexting se esconde una tendencia de carácter patológico. Ésa, seguramente, es la manera más puritana de observar el fenómeno que causa furor entre quienes, alguna vez, han recurrido al método de excitación sexual de grabarse manteniendo algún tipo de contacto sexual. Otra forma de mirar el fenómeno del sexting es el de entenderlo como una manera de avivar la pasión en el seno de la pareja dentro de una sociedad en la que la imagen ha adquirido una importancia capital.
Nosotros vamos a entenderlo aquí de esta última manera, como una práctica destinada a avivar la pasión entre dos personas. Y la propuesta que vamos a hacer al respecto es muy particular: consiste en la autograbación de una persona exhibiéndose y tocándose para, con dicha grabación, enviar un mensaje de inequívoca invitación sexual a su pareja. Seguramente, y aunque pienses que no, a tu pareja le gustará ver cómo te tocas y acaricias, cómo te auto-estimulas, cómo, en definitiva, te masturbas.
Sexting en el baño
Para realizar este juego de incitación al sexo debes tener una cámara a mano y un trípode en el que puedas colocarla. Una vez tengas la cámara con su batería completamente cargada y su tarjeta de memoria colocada, emplaza la cámara dentro del cuarto de baño. Enciende unas velas alrededor de la bañera y arroja al agua de la bañera unos pétalos de rosa y unas rosas recién cortadas flotando. Desnuda, ve colocando jabón, lentamente, sobre tu cuerpo. Que tus movimientos sean seductores y que la espuma del jabón te sirva para jugar a cubrir algunas zonas de tu cuerpo. Que tu mano se aventure entre tus piernas y ejecute las caricias que harán que, de tus labios, surjan esos gemidos que, inequívocamente, den cuenta del placer que estarás sintiendo. Seguramente, la visión de esa escena que tú misma te grabes hará que tu chico esté deseando reunirse contigo para intentar calmar a su manera y con sus métodos esa picazón que se ha apoderado de tus genitales en el cuarto de baño.
Otra opción ideal para grabarse en actitud erótica es colocarse ante el armario, con éste abierto, y, con la cámara perfectamente enfocada, ir buscando dentro de aquél qué ropa ponerse. Una vez encontrada, y con toda la seductora lentitud del mundo, la chica irá quitándose la ropa que lleve puesta. Deberá poner erotismo al bajarse las braguitas o al quitarse el sujetador. Puede aprovechar ese momento, el de quitarse el sujetador, para acariciarse dulcemente los senos. Le servirá para excitarse y, de rebote, para excitar a la persona que finalmente visionará el vídeo.
Una vez desnuda, es el momento de echar mano a un pañuelo de seda que debe estar ahí, en el armario. Con él puede cubrirse el cuello, dejando que los extremos del pañuelo cosquilleen sobre los pechos o las nalgas. Tras ese cosquilleo, lo ideal es elevar una de las piernas y apoyarla sobre un taburete o, en su defecto, sobre un cajón del armario. Una vez así, con la pierna elevada, con los genitales expuestos ante la cámara, la chica practicante del sexting se puede pasar el pañuelo por toda la zona genital, acariciándola con él, efectuando con el pañuelo movimientos hacia delante y hacia atrás. Los gemidos deberían, también, acompañar a este ejercicio masturbador que, seguramente, será muy placentero. La caricia sedosa del pañuelo sobre los genitales conducirá más pronto que tarde a la chica a un orgasmo gozosamente grabado.
Una vez grabado un vídeo de este estilo, puede enviarse a la pareja con un comentario con el que se proponga realizar una grabación en la que participen los dos miembros de la pareja. En dicha grabación ya tendrán cabida prácticas como la felación, el cunnilingus, la penetración vaginal o anal, la eyaculación facial o corporal, etc. Esa grabación en pareja permitirá, por ejemplo, que se pueda practicar algún juego de rol. Éste podría girar, por ejemplo, alrededor de la fantasía erótica del actor, actriz o director de una producción porno.
Los riesgos del sexting
Cualquiera de estos videos, tanto el grabado individualmente y consistente en la masturbación de una persona, como el grabado en pareja y que muestra la relación sexual mantenida por dos personas, puede resultar tremendamente excitante y muy efectivo a la hora de insuflar nuevos ánimos a una relación de pareja. Pero la grabación de este tipo de vídeos a los que da lugar la práctica del sexting siempre puede acarrear un problema si el video llega donde no debe llegar o se hace de él un uso que vaya más allá de los límites estrictos de la pareja que se ha decidido, en un momento dado, grabarse manteniendo relaciones íntimas.
No hay que olvidar en momento alguno que la llamada “venganza del porno” está a la orden del día. No son pocas las personas que, tras una ruptura sentimental, optan por exhibir en las diferentes redes sociales imágenes de su expareja que, en su día, sirvieron para caldear los ánimos sexuales de quienes entonces se juraban amor eterno. Este riesgo siempre está ahí y, aunque las diferentes redes sociales (con Twitter y Reddit a la cabeza) están intentando poner coto a esta práctica vengativa, no puede obviarse.
El hecho de que tampoco pueda obviarse el atractivo erótico de esta práctica de grabarse practicando sexo hace que muchas pareja más o menos estables sigan practicando el sexting. Para evitar en la medida de lo posible este tipo de problemas podemos recomendar, entre otras cosas, tomar alguna de las siguientes medidas:
- No compartir la grabación a través de correos electrónicos o redes sociales.
- No mostrar rostros de manera evidente.
- No dejarlo durante mucho tiempo en el dispositivo en que fue grabado.
Valora tú mismo o tú misma los pros y los contras de esta práctica.