Uno de los géneros que más triunfan en el porno en streaming es el de los vídeos pornos caseros. En ellos no salen (o no deberían salir) estrellas ni profesionales de este tipo de cine, sino parejas amateurs que deciden grabarse en la intimidad del hogar practicando sexo.
Si tuviéramos que buscar una razón que justificara el éxito de este género dentro del cine porno online optaríamos seguramente por el morbo. El voyeurismo puede resultar ciertamente excitante y los vídeos eróticos caseros tienen un algo que no tienen las grabaciones profesionales del porno. Ese algo se deriva del propio amateurismo. Quienes se exhiben disfrutando del sexo no son más que gente normal y corriente, hombres y mujeres que deciden grabarse mientras mantienen relaciones sexuales.
Sin duda, el que una pareja decida dar ese paso tiene mucho que ver con ese morbo que puede despertar el convertirse en centro de las miradas ajenas mientras se está gozando del sexo. Y también es una excelente manera de insuflar nuevos aires a una relación y de recuperar en ella la pasión y el interés por el sexo.
En este artículo vamos a dar una serie de consejos que pueden servir a todas aquellas parejas que, por un motivo o por otro, han tomado la decisión de grabar un vídeo de porno casero.
Consejos para grabar vídeos pornos caseros
Antes de comenzar tu propio vídeo erótico casero, un excelente primer paso consistiría en hacer una primera toma de contacto con la imagen de tu cuerpo y el de tu pareja desnudos y dedicar un tiempo a miraros, sin prisas.
Vivimos en un mundo saturado de imágenes sexuales, pero seguramente nunca nos hemos visto a nosotros mismos practicando sexo. Por eso es una idea tan morbosa y por eso capturar una parte de nuestra vida sexual en un vídeo ayuda paradójicamente a hacer que ese sexo parecer más real.
En la actualidad, las cámaras de vídeo son unos de los “juguetes sexuales” más vendidos … ¿No quieres probar?
Si deseas experimentar y grabar un vídeo porno casero pero tu pareja se muestra un poco reticente, puedes empezar pidíendole que te dibuje desnudo o bien que se deje dibujar (lo que te ponga más) como paso previo a la grabación.
Por supuesto, puedes dictarle (y estaría muy bien hacerlo) algunas posturas sexuales en las que te gustaría verla o verlo.
También deberías pasar un tiempo mirando tu cuerpo desnudo ante el espejo, de cuerpo entero. Mírate con calma y responde con sinceridad a esta pregunta: ¿qué partes de tu cuerpo te gustan más?
Una vez hayas dado respuesta a esta pregunta, tócate. Para hacerlo, puedes frotarte con un aceite corporal y darte un masaje hasta conseguir un brillo erótico.
Si tu deseo es grabar un vídeo sexual con tu pareja, desinhibe tu mente y acepta tu cuerpo sin complejos, prueba poses o posturas sexuales que después te gustará practicar, mira tu pene o tu vagina y disfruta de ello.
Quizás te sientas más a gusto fotografiándote en privado primero. Esta es una gran oportunidad para comprar algo erótico como un conjunto de lencería sexy o un vibrador.
Cuando estés a gusto y preparad@, comienza a grabar el vídeo.
Deja la cámara encendida mientras caminas, te desnudas, posas o, incluso, te masturbas. La masturbación es siempre una práctica muy recomendable y placentera. Atrás quedaron por fortuna los tiempos en los que se consideraba algo sucio e, incluso, pecaminoso.
Tras grabar el vídeo, míralo, escucha tu voz, tus gemidos, observa tus movimientos, tu ropa …
Si grabas el vídeo casero con tu pareja, es bueno establecer antes unas reglas básicas. Hacer un video de tu vida sexual es bastante fácil, pero es muy importante saber qué hacer con él una vez esté listo. Es importante que quede guardado en un lugar discreto y seguro. Para mantener tu privacidad, también pueder utilizar alguna máscara o enfocar sólo algunas partes de tu cuerpo poco identificables.
Esta advertencia debe ser tenida muy en cuenta. Todos hemos leído o conocido historias de parejas que, tras romper, uno de los miembros ve cómo su ex-media naranja, dolida por la ruptura, se venga haciendo circular por las redes sociales o entre los conocidos esos vídeos de porno doméstico que tan divertidos fueron de grabar en su día.
El porno casero te abre un gran abanico de posibilidades donde puedes recrear todas tus fantasías eróticas, puedes utilizar disfraces, preparar un guión y juegos eróticos preliminares a la relación sexual. Estas prácticas aumentan el deseo y la confianza en la pareja y, como hemos indicado anteriormente, sirven para revitalizar la relación.