Sueños y fantasías eróticas

A veces basta con sólo un pensamiento sobre tu nuevo amante o tu fantasía erótica favorita para excitarte ¿verdad? Estimularte sexualmente a ti misma es una gran idea para animarte. Cómo conseguir la motivación sexual necesaria para excitarte es algo muy personal. Si te resulta difícil, piensa en el mejor polvo que hayas tenido e imagínate follando como aquel día. También puedes fantasear con cosas eróticas que te pongan. Por lo general, en la mayoría de fantasías eróticas salen modelos cuyos cuerpos parecen decir “mírame” ¿crees que alguien podría excitarse imaginando, por ejemplo, un parto? Así que relájate y concéntrate en el placer sexual para llegar al orgasmo. La mejor técnica que puedes usar es la misma que utilizan muchos deportistas de élite, antes de una competición, la visualización. Si te ves a ti misma en una relación sexual, disfrutando de buen sexo, húmeda, con una gran expresión de placer en la cara y las gotas de sudor resbalando por tu piel mientras llegas al orgasmo y alcanzar el clímax, es mucho más probable que ocurra. Una buena predisposición es la base la aumentar tu confianza sexual.

También puedes escribir tus sueños eróticos y recrearlos en tu imaginación antes de ir a dormir, de esta manera seguro que se volverán a repetir durante la noche, y te despertarás mojada y lista para follar. Aprovecha cualquier momento libre del día para explorar tus fantasías eróticas y pensamientos sexys, como todo, esto también es cuestión de práctica. Otro truco es compartir tus sueños eróticos con tu pareja, explorar el erotismo y la libertad de responder a las imágenes sexuales. Puedes grabar uno de tus orgasmos y escucharlo después para excitarte, descubrirás que cuánto más sexy seas, antes liberarás tus inhibiciones sexuales. Muchas parejas intentan animar tu vida sexual con juegos sexuales preliminares, antes del sexo, pero según muchos sexólogos, para que funcione, antes tenemos que estimularnos a nosotros mismos, anticipar en nuestra mente lo que pasará, antes de lanzarnos a nuestras aventuras sexuales.

Sado y Sadomasoquismo

Si eres una persona atrevida y tienes un espíritu sexual aventurero, quizás sientas atracción por el sadomasoquismo o sado. Te sorprenderá saber todo lo que puedes hacer en tu dormitorio con la influencia del porno. El sexo también tiene sus modas, y las películas porno marcan tendencia. En los años 70 y 80 la moda sexual era el sexo oral, el cunnilingus y las felaciones. El los 90 la moda fue el sexo anal. En la actualidad, el porno apuesta por técnicas de sado como la doble penetración, o la penetración anal doble. Como ya no hay tabús, casi todo el mundo consume películas porno sin complejos, así que puedes intentar imitar alguna de sus escenas, como el fisting, es decir penetrar la vagina con varios dedos o con la mano entera. Si es la primera vez que lo haces, es mejor que le pidas a tu pareja que te lo haga. Lo primero es ser paciente, el fisting no es una práctica que puedas hacer cinco minutos antes de irte a la cama. Tu pareja tiene que aprender a trabajar con los músculos de tu vagina. Por supuesto él tiene que tener las manos limpias, las uñas bien cortas y quitarse el reloj o cualquier pulsera. Empieza usando mucho lubricante, como ayuda, y a jugar con tu dedo por su coño, y conforme notes la excitación y la humedad, añade más dedos. Tienes que estar increíblemente excitada para poder disfrutar del fisting. Algunas mujeres lo describen como el mejor orgasmo.

El voyeurismo

El voyeurismo o el exhibicionismo pueden aportar un aire completamente nuevo en tu vida sexual. Si te excita la idea de mirar y ser mirado disfrutarás mucho. Como punto de partida, piensa hasta qué punto te excita o si el exhibicionismo está presente en tus fantasías eróticas. Si te gustaría probarlo, pero tienes mucha timidez, puedes usar la fantasía de “Peeping Tom” basada en la leyenda de Lady Godiva, te servirá para desnudarte sin sentirte cohibido o cohibida, ya que nadie te mira… aparentemente claro.

  • Espera a tu pareja en el baño. Para crear un ambiente más sensual, enciende velas aromáticas.
  • Venda los ojos a tu pareja. Entonces, empieza a desnudarlo o desnudarla, poco a poco, muy lentamente.
  • En el dormitorio, pon también velas y coloca un gran espejo en la cama, con cojines y almohadas alrededor.
  • Quita la venda de los ojos de tu pareja y folla mientras miras a tu amante en el espejo.
  • Después prueba a cerrar los ojos y fantasea que con la idea que los del espejos no sois vosotros, sino otra pareja que os observa, cómplices de una orgía.
  • En esta fantasía puedes usar complementos eróticos como pelucas, lencería sexy, corsés, tacones…