meter dedo en el ano
Banana Split: una postura de sexo para penetrar desde atrás
Tener a una chica boca abajo con el culito bien abierto (casi a 180 grados) es casi correrse sólo con verla. Como se ve en en dibujo, la mujer se tiene que acostar boca abajo en la cama, apoyada en los codos que se situarán a unos 90º y para los momentos de mayor placer, sería conveniente cogerse a un par de almohadas que seguramente apretarán al llegar al orgasmo.
La bibliotecaria (Final) – Relato erótico
… sentí cómo uno de sus dedos entraba en mi ano, cómo dibujaba circulitos cada vez más grandes dentro de él, cómo el agujero que yo siempre había considerado unidireccional se relajaba y empezaba a prepararse para recibir la visita de aquel aparato de silicona que mi bibliotecaria fue acercando poco a poco a aquel trémulo agujero…
La bibliotecaria (VII) – Relato erótico
…Algo dentro de mí me decía que todo lo que Amanda me ordenara sólo tenía un fin: conseguirme el placer más intenso que nunca antes hubiera podido experimentar. Por eso me dejé inclinar sobre la mesa con los pies atados a las patas de la misma y las manos anilladas a la pared junto a la que aquélla estaba. Por eso tirité de placer cuando sentí la lengua de Amanda recorriendo el círculo convulso y estremecido de mi ano…
La bibliotecaria (III) – Relato erótico
Su risa brotó de repente y lo hizo conmocionándome. Aquella mujer estaba tomando conciencia exacta de su poder sobre mí. Mejor dicho: ya la tenía. Mi mirada, seguramente, no podía ser más transparente. Seguramente lo había sido siempre. Las mujeres saben cuándo un hombre ha convertido el hecho de follárselas en una cuestión casi de vida o muerte. Y eso, el follarme a la dichosa bibliotecaria, se me había convertido en una obsesión.
La bibliotecaria (II) – Relato erótico
Antes de que me recomendara leer Historia de O aquella bibliotecaria ya se había convertido en protagonista absoluta de mis sueños más húmedos. Como había sucedido con XXX tantos años atrás, ahora era la lengua de la bibliotecaria quien, en mis sueños, recorría la extensión erguida de mi polla, lamía mi prepucio y se coaligaba con sus labios para sorber y deglutir mi leche ardiente, que unas veces escogía la maravilla de su boca para verterse, en otras la de sus pechos escasos y en la mayoría la de la seda nunca suficientemente loada de sus nalgas.
Retozando por el culo
Esta postura de sexo, si bien no se trata de sexo anal (griego), si que tiene similitudes con este ya que el culo de la mujer lo tendremos en pompa pero la penetración será vaginal. Ella se acostará boca abajo, teniendo el pecho completamente pegado a la cama pero sus piernas estarán flexionadas dejando como apoyo las rodillas y las pantorrillas