sexo
La belleza sentada
Una de las grandes virtudes que la postura erótica de “La belleza sentada” ofrece a quienes la practican es su versatilidad. Esta postura sexual ofrece múltiples posibilidades de variación. Todas ellas girarán, sin embargo, en torno de un principio que irá repitiéndose en todas esas variaciones: la extraordinaria visión del cuerpo de la mujer que el hombre tendrá mientras la practica.
Sexo en el campo de golf
¿Has probado a tener sexo sobre la magnífica alfombra de hierba de un campo de golf? Piensa en la suavidad de la hierba, en la fragancia a naturaleza que invadirá vuestro olfato, en la suave brisa del viento acariciándoos mientras hacéis el amor de una manera rápida e intensa antes de que otros jugadores lleguen a vuestro hoyo o a esa parte del campo en el que habéis decidido brindaros un tiempo de sexo fugaz y concentrado.
Sexo a la luz de la luna
Hacer el amor al aire libre, al abrigo de un cielo estrellado o bajo la luz de la luna, en una noche de verano, es algo lúdico, sensual e innegablemente excitante. Si habláramos de ello en términos tántricos, hablaríamos de la posibilidad de obtener un dichoso estado de relajación mientras conectamos profundamente con las energías más íntimas de la naturaleza.
Cabalga, amazona
Hay posturas eróticas hechas especialmente para que la mujer domine y controle el ritmo del encuentro sexual. “Cabalga, amazona” es una de esas posturas. Aderezada con un poco de “hablar sucio”, esta postura puede proporcionar grandes momentos de placer tanto al hombre como a la mujer. La imaginación puede jugar un papel decisivo para aumentar aún más la temperatura de esta postura erótica.
Sexo en el ascensor
El ascensor puede convertirse en un excelente escenario sexual para un encuentro de sexo fugaz. Seguramente será difícil completar en el ascensor la relación, pero este espacio que sube y baja puede ser muy propicio a esos instantes en que la pasión se sale de su cauce y se desborda y se atreve a flirtear con lo sorpresivo y lo imprevisto.
Sexo en la cocina
La cocina puede convertirse en un excelente escenario sexual para un encuentro de sexo fugaz. Como demostraron Jack Nicholson y Jessica Lange en El cartero siempre llama dos veces, la mesa de la cocina puede ser un sitio ideal para pegar un polvo rápido y urgente. Después de todo, cuando la pasión se nos desborda son los lugares los que nos escogen a nosotros, y no al revés.
El sexting: una moda tan seductora como arriesgada
A la larga puede resultar arriesgado, pero quién puede negar el erotismo existente en el hecho de grabarse efectuando actos de contenido sexual más o menos intenso. Si ese erotismo o esa excitación sexual no existiesen, no serían tantas las parejas que, en un momento u otro de su relación, no han sucumbido a la tentación de grabarse en situaciones “poco decorosas”. Tantas han sido las parejas que han realizado esta práctica que, al final, la misma ha adoptado su propio nombre anglófono. Ese nombre es sexting.
Un polvo en el callejón
Los apretones sexuales no tienen horario. Vienen cuando vienen y vienen exigiendo satisfacción. Un callejón oscuro no es un cuarto de hotel, pero puede ser un lugar perfecto para un polvo rápido. El miedo a ser sorprendidos puede servir de acicate y elemento estimulador. En el fondo del callejón, podéis jugar al juego del cliente y la prostituta. El sexo rápido también tiene sus encantos.
Los pechos: instrucciones de uso
Unas de las partes de la anatomía de la mujer que para el hombre resulta más atractiva es, sin duda, los senos. Tarde o temprano a los senos de la mujer van a parar los labios o las manos del hombre. Para la mujer es uno de sus zonas erógenas más sensibles. Todos los pechos poseen terminaciones nerviosas, es decir: todos están capacitados para ser estimulados. Eso sí: no todos los pechos reaccionan igual a las mismas caricias.
Sexo en el fotomatón
El probador de un centro comercial es un lugar ideal para disfrutar de un rato de sexo fugaz. Varias piezas de ropa y un poco de decisión bastan para gozar de una magnífica sesión de sexo oral. Los actos pueden ir a mayores. Aunque incómodo, un polvo rápido en el probador también puede ser una fantástica manera de hacer más ameno ese tiempo de compras que a veces parece interminable.
Una mamada en el probador
El probador de un centro comercial es un lugar ideal para disfrutar de un rato de sexo fugaz. Varias piezas de ropa y un poco de decisión bastan para gozar de una magnífica sesión de sexo oral. Los actos pueden ir a mayores. Aunque incómodo, un polvo rápido en el probador también puede ser una fantástica manera de hacer más ameno ese tiempo de compras que a veces parece interminable.