Decidme cómo dormís y os diré qué pareja sois

Nada escapa al ojo indagador de los psicólogos. Ni siquiera nuestra forma de dormir. Cada persona tiene su forma particular de dormir. Hay personas que se sienten más cómodas durmiendo boca arriba y personas que, de manera instintiva, duermen boca abajo. Hay quien se recuesta sobre su lado derecho para arrojarse en los brazos de Morfeo y personas a las que les cuesta pegar ojo si no se recuestan sobre el izquierdo. Es una tendencia natural del ser humano. Basta contemplar a los bebés para comprobar que cada uno, desde el instante mismo de nacer, tienden a dormir de una forma determinada y esa forma, con pocas variaciones, se mantienen durante toda la vida o, cuanto menos, hasta el momento en que se empieza a dormir en pareja.

Dormir en pareja implica, de buenas a primeras, el tener que adaptar nuestra postura a la postura que adopte, al dormir, nuestra pareja. Pero la vida de pareja, y sobre cuando la pareja es de largo recorrido, tiene muchos meandros. Hay en ella tiempos de pasión y tiempos de modorra, tiempos de rutina y tiempos de pelea, tiempos de estar a partir un piñón y tiempos de estar de morros. Y los psicólogos han constatado que no todas las parejas duermen igual. Y que contemplar la posición adoptada por las parejas a la hora de dormir nos puede servir para saber cómo es el momento vital por el que está pasando esa pareja.

Veamos cuáles son las diferentes posturas que puede adoptar una pareja al dormir.

De espaldas pero tocándose

El que una pareja se dé la espalda al dormir no tiene porqué significar algo negativo si se están tocando. Por el contrario, las parejas que duermen de espaldas pero tocándose acostumbran a llevar una relación saludable y estable en la que cada miembro de la pareja es dinámico y disfruta de una parcela privada independiente hasta cierto grado.

De espaldas y separados

Dos personas que forman pareja y que durmiendo juntas, se dan la espalda y no se tocan, pueden ser dos personas que, más allá de la vida de pareja, valoran la libertad y el sentimiento de separación. Dormir de esta manera cuando se es pareja puede indicar que algo va mal dentro de la relación. Ojo: sólo puede. No hay que convertirse en fundamentalista de nada, y menos de las explicaciones que puedan dar los psicólogos y de los analistas del comportamiento humano. Sus opiniones deben ser tenidas, lógicamente, en cuenta; pero no deben convertirse en dogma de fe. Después de todo, que una pareja se dé la espalda al dormir y no se toque puede ser debido a otros factores. Por ejemplo:

  • Que la persona en cuestión esté muy cansada y necesite un sueño reparador.
  • Que uno de los dos ronque muy fuerte.
  • Que la mujer esté pasando la menopausia y tenga sofocos y sensaciones de acaloramiento.

Uno frente al otro sin tocarse

Los expertos dicen que esta forma de dormir en pareja retrata a dos personas que, pese a mantener un cierto nivel de independencia, sienten la necesidad de contemplar a su cónyuge, de saber que está ahí. Al colocarse así, los miembros de esta pareja delatan su costumbre de respetar el espacio del otro. Los expertos afirman también que esta forma de dormir en pareja delata a la pareja que sabe convivir y sabe enfrentarse a los problemas del día a día. En cierto modo, esta forma de dormir en pareja retrata a los miembros de una pareja que, respetando los mutuos momentos de intimidad, no se distancian del otro.

Parejas que duermen entrelazadas

Hay quien llama a esta forma de dormir en pareja la forma pretzel. La famosa galleta horneada con forma de lazo y sabor ligeramente salado simboliza a la perfección a esas dos personas que, siendo pareja, se entrelazan al dormir. Al hacerlo, los miembros de esta pareja dejar traslucir su intenso apasionamiento. Ésta es una postura para dormir propia de las parejas que están iniciando su relación. Si esa fase ya ha pasado y la pareja tiene ya un largo recorrido a sus espaldas, esta forma de dormir en pareja puede no significar algo tan positivo como lo anteriormente dicho. Hay quien sostiene que el dormir así puede ser entendido, en ciertas circunstancias, como una prueba de que los celos, de un modo u otro, están presentes. Y los celos, recordémoslo siempre, no son unos sentimientos positivos.

Postura de la cucharita

La postura de la cucharita no es sólo una postura para practicar el sexo: también es una postura para dormir en pareja. En la pareja que duerme así hay una persona (la que abraza) que pretende dar seguridad a la otra. Si alguna postura de dormir en pareja simboliza la armonía de la misma ésa es la postura de la cucharita. Los expertos en lenguaje corporal afirman que ésta es la postura preferida para dormir por las parejas que acaban de iniciar su relación. Dichos expertos también sostienen que, si al adoptar la postura de la cucharita, es la mujer es la que abraza al hombre, lo que se está plasmando es un cierto grado de dependencia de la mujer hacia el hombre.

Dormir abrazados

Al adoptar esta postura, uno de los miembros de la pareja se recuesta sobre el pecho o el hombro del otro. ¿Qué revela esta forma de dormir en pareja? Una buena relación de pareja. Una vida sexual idónea. Una mezcla de la auto-seguridad de quien mira hacia arriba y de la necesidad de protección de quien abraza.

El espacioso y la reducida

Quien ocupa mucho espacio de la cama y deja al otro miembro de la pareja un reducido espacio está plasmando, mediante el lenguaje no verbal, su falta de afecto o cariño. Para comprobar si eso es así, el miembro de la pareja que ha sido “condenado/a” a dormir en un espacio reducido deberá tratar al otro con cariño y afecto para, así, descubrir qué sentimientos guían al otro miembro de la pareja.

Cada uno en su espacio pero con los pies entrelazados

A esta forma de dormir en pareja se la llama, también, el abrazo en V. Las personas que duermen así se aman. La conexión de las extremidades inferiores revela, de alguna manera, la necesidad de estar sexualmente conectados. Los expertos en analizar las actitudes posturales de las personas afirman que ésta forma de dormir en pareja deja traslucir que uno de los dos miembros de la misma tiene una cierta necesidad de afecto. Por eso, seguramente, es una de las posturas para dormir en pareja propia de las parejas que acaban de tener un hijo.

Cada uno en su espacio pero uno tocando al otro

Las parejas que duermen así mantienen una relación espontánea. Los expertos sostienen también que dos personas que duermen así tienden a mantener sus propios amigos y mantienen actividades separadas, aunque eso no significa que no exista confianza entre ellos.

Finalmente, debemos señalar al realizar este análisis de las formas de dormir en pareja que la postura que debe analizarse no es aquélla que adoptamos al acostarnos sino la que tenemos al despertar.