La fantasía sexual de la prostitución está presente tanto en el imaginario masculino como el femenino. No son pocos los hombres que fantasean con contratar los servicios de una prostituta y muchas las mujeres que lo hacen con ser una trabajadora sexual.

El de ser una puta es una de las fantasías eróticas femeninas más comunes. Basta revisar tratados y artículos sobre las fantasías eróticas de las mujeres para comprobarlo.

De estas dos formas de fantasía sexual que giran alrededor del eje de la prostitución vamos a hablar en este artículo. Analizaremos los factores y motivaciones en cada uno de los casos y, finalmente, propondremos un juego de rol sexual sobre la prostitución para que las parejas que lo deseen puedan tomar ideas para escenificar su propia fantasía de la puta y su cliente.

Fantasía sexual de la prostitución

La fantasía sexual de la prostitución en el hombre

Contratar los servicios de una prostituta es una fantasía sexual que ha sido parte de la humanidad desde tiempos inmemoriales. A lo largo de la historia, esta práctica ha sido objeto de controversia, con opiniones encontradas sobre si es un acto reprobable o simplemente una forma de satisfacer las necesidades sexuales de forma segura y consensuada.

En la sociedad actual, la contratación de servicios sexuales es aún un tema tabú para muchos, asociado con estigmas y prejuicios morales. Sin embargo, cada vez más personas están explorando esta fantasía como una forma de expandir sus límites sexuales y experimentar nuevas sensaciones.

Para algunos, contratar a una prostituta puede ser una forma de explorar sus deseos más oscuros y liberarse de inhibiciones. En un entorno seguro y controlado, pueden vivir sus fantasías más profundas sin temor al juicio de los demás.

Por otro lado, hay quienes ven la contratación de servicios sexuales como una forma de objetificación de las mujeres y una perpetuación de la desigualdad de género. Argumentan que las trabajadoras sexuales son vulnerables a la explotación y que la industria del sexo esconde muchas sombras.

En última instancia, y en caso de que se deseara hacer realidad la fantasía sexual de contratar una prostituta, la decisión debería ser tomada con responsabilidad y respeto hacia la otra persona. Es fundamental establecer límites claros, respetar la autonomía de la trabajadora sexual y tomar medidas de precaución para garantizar la seguridad de ambas partes.

Prostitución

La fantasía sexual de la prostitución en la mujer

La fantasía de ser una prostituta es un tema tabú en la sociedad actual, pero es importante reconocer que es una fantasía sexual común entre muchas mujeres. Esta fantasía puede surgir de diversas razones, como la curiosidad por experimentar el poder y la seducción que se asocian con el trabajo sexual, la excitación de romper con las normas sociales establecidas o simplemente la búsqueda de una experiencia sexual más intensa y emocionante.

Es importante destacar que la fantasía de ser una prostituta no implica necesariamente un deseo real de dedicarse a la prostitución en la vida real. Muchas mujeres encuentran placer en explorar roles y escenarios sexuales que les permiten liberarse de inhibiciones y experimentar nuevas sensaciones.

Sin embargo, es fundamental abordar esta fantasía desde un enfoque de respeto y consentimiento mutuo. La representación de la prostitución en el imaginario sexual femenino no debe ser utilizada para perpetuar estereotipos dañinos o desvalorizar a las trabajadoras sexuales reales.

Sin duda, la fantasía de ser una prostituta es una expresión legítima de la sexualidad femenina y puede ser una forma de explorar y enriquecer la vida sexual de manera segura y consensuada. Es importante que cada persona reflexione sobre sus deseos y fantasías sexuales, y se comunique abierta y honestamente con sus parejas para garantizar una experiencia placentera y satisfactoria para ambas partes.

Vistas las motivaciones del chico y la chica para colocar el tema de la prostitución en el centro de sus fantasías sexuales, vamos a proporcionarte una serie de ideas para que, si lo deseas, puedas jugar este juego de rol sexual con tu chica o tu chico.

Fantasía de la prostitución

Juego de rol de la puta y su cliente

Si eres chico, sin duda hay algo decadente pero excitante a la vez en fingir que has pagado por sexo, especialmente si es la primera vez que lo haces. Esta fantasía permite un tipo de sexo diferente al que normalmente practicas con tu pareja, puesto que dentro de los roles sexuales de puta y cliente no hay emociones. Otro aliciente es que si alguna vez has estado con una prostituta, esta fantasía te traerá viejos recuerdos secretos y excitantes.

Si, por el contrario, eres una chica, jugar a ser una puta, es una manera para que reclames tu propia sexualidad, para decidir sobre el placer en tu cuerpo y mantener el control de la situación. Imagínate a ti misma en este papel ahora mismo, diciéndole a tu chico algo como: “Si quieres a esta nena, vas a tener que ir un cajero porque este culo no es gratis” y su respuesta:” ¿Acaso tiene precio una hora en el cielo?”… Piénsalo, ¿no te sientes un poco excitada?.

Para llevar a cabo este juego de rol sexual, y hacerte pasar por una prostituta, no es necesario que el realismo te lleve a situaciones peligrosas. Si has decido que el encuentro con tu pareja, que hará el rol de “cliente”, va a ser en la calle, evita los barrios conflictivos o zonas donde os conozcan, puesto que tu vestimenta puede llamar la atención. Aunque la autenticidad es la clave del éxito en esta fantasía, ten en cuenta que lo importante es que lo que hagas sea sensible, seguro y erótico.

Una vez decidido el lugar, es hora de elegir tu ropa y vestirte acorde al papel que vas a interpretar. Tienes que conseguir un look súper sexual. Una prostituta real sabe lo que ponerse para atraer a sus clientes. Mira en tu armario y elige entre tu ropa algo ceñido y brillante como una minifalda de cuero, unos shorts o un minivestido de lycra.

El calzado también es muy importante, lo ideal son unos zapatos de plataforma o unas botas altas hasta el muslo como las que llevaba Julia Roberts en la película “Pretty Woman”.

Por último, escoge la lencería, tiene que ser muy sexy y algo vulgar. Debe ser diferente a la que te pones a diario. Blonda, encajes, látex… y no olvides el tanga. Te pongas lo que te pongas, recuerda que serás una puta, así que tu ropa tiene que ser accesible para el sexo aun llevándola puesta.

Para finalizar, ponte encima un abrigo, por discreción y porque a aumentará el morbo de tu “cliente” por ver que hay debajo. Una vez lista, espera en el sitio elegido a que él aparezca y pare su coche.

Juego de rol sobre prostitución

Sexo por dinero

Como en las relaciones reales entre trabajadoras sexuales y clientes, usa dinero real y una vez que finalice vuestra fantasía, no lo devuelvas, así tendrás la sensación de que realmente has aceptado dinero a cambio de sexo.

Una vez recibido el dinero (en este tipo de relaciones el dinero siempre se da por anticipado), ya puedes empezar a jugar… Estás de pie esperando, entonces tu pareja se detiene con el coche ante ti. Él baja la ventanilla y tú te apoyas, mostrándole tu escote, mientras le preguntas si está buscando una cita. Él te mira de forma lasciva mientras se frota la polla para insinuar que desea tus servicios desesperadamente.

Llegados a este punto, es el momento de que le digas tu tarifa, no digas sólo una cantidad, detalla cada servicio y su precio. Por ejemplo dile: “te hago una mamada por 100 euros, podemos follar por 150 euros, el sexo anal, cariño, tiene suplemento”.

Mientras él intenta decidirse por un servicio, mira alrededor y muéstrale algo de la “mercancía”, sácate un pecho por el escote para que lo rápido o sube tu falda y dile que no encontrará un coño mejor en toda la ciudad. Como llevas puesto el abrigo, esto quedará entre vosotros, fuera del alcance de los viandantes.

Subes al coche, cuando lleguéis al sitio elegido, que tu pareja recline su asiento y se prepare para el sexo. Siéntate encima de su polla dura y empieza a moverte hasta que notes como se corre dentro de ti. Puedes desnudarte por completo y dejarte sólo el abrigo puesto, o bien simplemente súbete tu vestido y abre tu top para que “cliente” vea lo que necesita para su disfrute.

Debes tener presente en todo momento que en esta fantasía sexual tú haces el rol de puta y tu pareja el rol de cliente, por lo que el sexo tiene que ser más directo, más caliente, más “sucio”.

Baja su cremallera y hazle un servicio con la mano o con la boca, preparándole para un polvo rápido. Una prostituta real no es sumisa y silenciosa, su negocio consiste en conseguir que el cliente se corra lo antes posible, para poder pasar al siguiente.

Tu tiempo es oro, así que aliéntalo para que llegue al orgasmo lo antes posible con frases como “venga mi amor dámelo ya, cariño quiero sentir como te corres dentro de mí”.

Durante el sexo, tú eres la puta, así que si el cliente quiere, por ejemplo, meterse en tu ano, y el sexo anal es una práctica sexual que a ti te gusta o, cuanto menos, no te molesta realizar, accede y le dices ”nene, esa es una buena idea, pero serán otros 100 euros”. Esto mantiene el juego vivo.

Como ves, ideas no faltan para jugar a este juego de rol sexual. Si os apetece ponerlo en práctica, ya sabéis: dejaros llevar. No seréis ni los primeros ni los últimos que jugaréis a él.

Sexo por dinero