Sexo oral furtivo

Una fiesta es ocasión ideal para probar un juego sexual y sorprender a tu pareja. Todas las fiestas tienen un lugar para dejar los abrigos y las pertenencias, a modo de guardarropa. Este lugar es ideal para el sexo oral, pero claro, acarrea algunos riesgos. Obviamente, alguien podría entrar a coger su abrigo, pero las probabilidades son muy pequeñas si eliges bien el momento. Además siempre puedes mirar si hay un cerrojo en la puerta. El plan para el juego sexual es el siguiente: tú y tu chico debéis buscar alguna excusa para dejar la fiesta unos instantes, pero es importante que lo hagáis por separado para que nadie sospeche de vuestra pequeña travesura. Si tu chico llega el primero, tiene que acondicionar la cama llena de abrigos, poniendo los vuestro encima de todos los demás. Cuando llegues, no pierdas tiempo, sube tu falda y siéntate en el borde de la cama, encima de tu abrigo. De esta manera, él podrá arrodillarse entre tus piernas y regalarte un delicioso sexo oral furtivo. Esta posición es estupenda para la estimulación vaginal y del punto G y también es perfecta para disimular en el caso de que alguien entre durante vuestro juego sexual. Ahora toca que tu chico se ponga a trabajar, a lamer tu clítoris y meter dos dedos en tu coño húmedo, subiendo, buscando tu punto G para acariciarlo firmemente, mientras sigue lamiendo, sincronizando el ritmo hasta hacerte gemir de satisfacción. Harás que vuelva a la fiesta radiante, sabiendo que tiene el mejor amante en el cuarto del piso de arriba.

Otro escenario ideal para el sexo oral es un restaurante o una cena en casa algún familiar o amigo. Pero como imaginas, una chica no puede simplemente deslizarse por debajo de la mesa y hacerle una mamada a su chico, eso sería impropio de una mujer elegante como tú, pero si te sientas a su lado, no hay razón para que tus manos jueguen debajo del mantel y disfrutéis de las sensaciones del sexo furtivo. Para empezar, tienes que estar pendiente de que te sienten al lado de tu pareja, no enfrente. Aun así, no impidas que esta posición te impida el contacto visual con él. Miraros a los ojos fijamente, aumenta los sentimientos íntimos que vais a compartir en este juego sexual. Pon tu mano en la entrepierna de tu chico, rozando, acariciando y masajeando su polla hasta que notes como va creciendo. Si quieres, puedes tocarte tú también, puedes hacer lo que te de placer, puesto que ningún otro comensal podrán ver lo que estás haciendo. Mantén tu mirada fija en él, así aumentarás la sensación de atracción y la unión sexual mientras follas. Presta atención a las expresiones faciales de placer de tu pareja. Aunque el juego sexual sea muy discreto, notarás como una corriente de excitación recorre tu cuerpo. Cuando sientas que tu compañero está a punto de correrse, para e inclina tu cuerpo para compensarle con un sensual beso. No te preocupes por dejarlo a medias, este juego sexual os dejará tan calientes que la excitación todavía durará al llegar a casa.

Sexo en público, un divertido juego sexual

¿A quién no le gusta ir a conciertos, bailar y dejarse llevar al ritmo de los decibelios de la música? … Los conciertos son sinónimos de diversión y adrenalina, además del escenario ideal para mantener un excitante juego sexual si te atreves a mantener sexo en público. Déjate llevar por el rock, siente las palpitaciones de la música y baila y baila, mientras la intensidad crece. Entonces, acércate a tu pareja, siéntete libre para acariciarla. No te preocupes, nadie te mira, toca sus tetas, su entrepierna, mientras ella te corresponde con la mano en tu pene, cada vez más duro. Cuando el deseo esté al límite, moveros hasta las filas del final y comprueba que todos están pendientes del concierto y no hay nadie muy cerca. Aprovechando la música fuerte, ponte follar con este divertido juego sexual. Apoya a tu amante contra la pared y separa sus rodillas con tus piernas. Sujeta sus manos con la tuya, por encima de la pared y deja tu otra mano libre. Puedes decir lo que quieras, siéntete libre para gritar o gemir de placer, nadie puede oírte y francamente, a nadie le importa. Sincronizad vuestros movimientos y emprended el camino hasta el orgasmo.

Una mesa de billar, es quizás uno de los lugares míticos para el sexo en público, y aunque no lo parezca, son extraordinariamente cómodas para follar. Gira a tu amante y dobla su cuerpo sobre la mesa, baja sus bragas y golpea suavemente sus nalgas. Ella estará muy caliente para recibir el primer tiro. Desabrocha tus pantalones y frótate contra su culo, ¿excitado? Mientras ella se estira sobre la mesa, usa lubricante para penetrarla vía vaginal o anal con más facilidad.