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V.O. Max

Hay posturas eróticas que hacen que el ritmo cardíaco se dispare de inmediato. Ésta es una de ellas. El hombre y la mujer, pegados, el uno junto al otro, de costado, frotándose… ¿Cómo evitar que las pulsaciones se disparen? Parece difícil.

De picaderos y asientos traseros

Follar en el coche es una de las clásicas experiencias sexuales por las que, quien más quien menos, ha pasado alguna vez en su vida. Parejas de novios sin posibles, recién salidos de la adolescencia, exhibicionistas camuflados y amigos sorprendidos por un intempestivo “aquí te pillo y aquí te mato” lo han probado en alguna ocasión. Elegir el picadero adecuado es lo más complicado.

La venganza (Capítulo 3)

Los pensamientos de aquella mirada decían lo que decían. Alejandro Rivas quería desnudarme, quería hundir sus manos en mi entrepierna, quería separar mis nalgas, quería probar el sabor de mi coño, quería escarbar con su lengua en mi culo, quería darme la vuelta del revés y del derecho, ponerme a cuatro patas…

El pulpo

Esto no es un nudo, aunque pueda parecerlo. Ésta es una fantástica postura erótica para que el contacto entre el hombre y la mujer en el momento del coito sea máximo. No es un pulpo lo que se enreda en el cuerpo, es el deseo en sí mismo quien se convierte en cuerpo de mujer y se enrosca al tuyo para sentirlo y para que lo sientas.

De felaciones y felatrices

La felación se aparece como una de esas prácticas eróticas que no saben de modas porque siempre han estado ahí. Por eso tiene tantos nombres y tantos modos posibles para referirse a ellas. De Egipto a Roma, de Cleopatra a Monica Lewinski, la mamada siempre ha sido una de las prácticas sexuales estrella.

La venganza (Capítulo 2)

Los pensamientos de aquella mirada decían lo que decían. Alejandro Rivas quería desnudarme, quería hundir sus manos en mi entrepierna, quería separar mis nalgas, quería probar el sabor de mi coño, quería escarbar con su lengua en mi culo, quería darme la vuelta del revés y del derecho, ponerme a cuatro patas…

Sexo en público, un juego muy excitante

Una fiesta es ocasión ideal para probar un juego sexual y sorprender a tu pareja. Todas las fiestas tienen un lugar para dejar los abrigos y las pertenencias, a modo de guardarropa. Este lugar es ideal para el sexo oral, pero claro, acarrea algunos riesgos. Obviamente, alguien podría entrar a coger su abrigo, pero las probabilidades son muy pequeñas si eliges bien el momento. Además siempre puedes mirar si hay un cerrojo en la puerta.

El surfing del cuerpo

¿Te imaginas en la playa? ¿Imaginas que estás tumbado sobre la arena, esperando que los rayos del sol dejen sobre ti su caricia cálida y vital? Eso precisamente será lo que tu pareja dejará sobre ti: una sensación de vitalidad ardiente que perdurará en tu memoria cuando el polvo que vamos a describirte y recomendarte haya finalizado.

La cirugía íntima o en busca de la belleza genital

De un tiempo a esta parte hay un tipo de cirugía que está desarrollándose de manera importante y que, por su relación estrecha y directa con la sexualidad, creemos que merece nuestra atención. Hablamos de la cirugía íntima y, dentro de ella, de la que afecta a los genitales femeninos. Las labioplastias, vaginoplastias, perineoplastias e himenoplastias se han puesto, en mayor o menor medida, de moda.

La venganza (Capítulo 1)

Fue su mano quien trajo a mi cabeza la idea de la venganza. Siempre me han gustado las manos de los hombres. Son mi fetiche personal e intransferible. Imaginarlas recorriendo mi cuerpo, deteniéndose en mis zonas más íntimas, magreando mis pechos y mis nalgas, me ha puesto siempre cachonda. Desde bien jovencita.

Un trocito de cielo

El propio nombre lo indica. Esta postura no te habla de un placer terrenal. El placer que se te propone con esta postura tiene más que ver con lo celestial. A todo hombre le gusta penetrar a la mujer desde atrás. Aquí, además, el roce con el pene es mayor, por lo que el placer sentido aumenta exponencialmente hasta llevar al hombre a las fronteras mismas del cielo.