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placer y dolor

Curando el vaginismo mediante la masturbación

La masturbación es un camino hacia el placer y una manera de conocer el propio comportamiento sexual, pero también puede ser una terapia. En el caso del hombre, la masturbación puede servir para ayudar a un hombre a controlar su eyaculación y alargar el tiempo de duración de sus coitos. En el caso de la mujer, la masturbación puede ser un medio insustituible a la hora de superar las situaciones de vaginismo.

La bibliotecaria (Final) – Relato erótico

… sentí cómo uno de sus dedos entraba en mi ano, cómo dibujaba circulitos cada vez más grandes dentro de él, cómo el agujero que yo siempre había considerado unidireccional se relajaba y empezaba a prepararse para recibir la visita de aquel aparato de silicona que mi bibliotecaria fue acercando poco a poco a aquel trémulo agujero…

La bibliotecaria (VII) – Relato erótico

…Algo dentro de mí me decía que todo lo que Amanda me ordenara sólo tenía un fin: conseguirme el placer más intenso que nunca antes hubiera podido experimentar. Por eso me dejé inclinar sobre la mesa con los pies atados a las patas de la misma y las manos anilladas a la pared junto a la que aquélla estaba. Por eso tirité de placer cuando sentí la lengua de Amanda recorriendo el círculo convulso y estremecido de mi ano…

La bibliotecaria (VI) – Relato erótico

En esta VI parte del relato La Bibliotecaria podrás descubrir más detalles sobre la relación erótica que mantienen una bibliotecaria de barrio y un usuario de la biblioteca a partir de la lectura de la novela “Historia de O”, de Pauline Réage. En esta nueva entrega, el protagonista masculino del relato descubre dentro de sí ciertas pulsiones sumisas.

La bibliotecaria (v) – Relato erótico

… Quería atar a Amanda con aquellas sogas que parecían estar reclamando el cuerpo de una esclava. Quería dejar expuesto su coño y su culo a los caprichos de mi cuerpo. Que mi polla se la follara por detrás si eso era lo que mi polla quería. Que se metiera en su culo si ése era su deseo. Que se derramara donde ella quisiera. Qué gustazo sería ver la linda cara de la bibliotecaria salpicada de lefa…

Cuando el sexo se vuelve dolor

Se conoce con el nombre de dispareunia y no es otra cosa que el sentir dolor antes, durante o después de la penetración sexual. ¿Algo inhabitual? Ni muchísimo menos. Los datos proporcionados por el Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) hablan de que hay alrededor del 30% de las mujeres que reconocen tener dolor durante el mantenimiento de relaciones sexuales y un 5% de hombres que también reconocen sufrir dispareunia.

Sado Erótico y Sumisión

La primera vez que te atan en el sexo es una revelación. Experimentarás una sensación de pérdida del control sobre la situación, de abandono. Si, además, creas el ambiente ideal con luz tenue, el éxito es total. Si te atrae la idea del sado erótico, no creas que eres diferente al resto de la gente, son muchos los hombres y mujeres a los que les gusta ser en ocasiones dominados en el sexo.

El placer del dolor y la sumisión

Experimentar en el sexo puede llevarte a descubrir nuevos límites y a abrir tu mente a nuevas experiencias. Si decides ir “más allá”, es muy importante, que antes de empezar, fijes los límites con tu pareja, por ejemplo el lugar, los roles que adoptaréis cada uno, y cuando experimentes con el placer y la sumisión, las actividades concretas que haréis, es decir, qué puede y qué no puede pasar. Para disfrutar del sexo, no hace falta que te aprendas el Kamasutra de memoria. Es difícil que en el día a día, puedas llevar a cabo la mayoría de las posturas sexuales que se describen el manual de sexo…