Nadie (o casi nadie) escapa a las fantasías sexuales. Todos y todas las tenemos. Es humano y natural. Acostumbran a ser algo personal, pero está muy bien compartirlas. Sobre todo con la pareja. Una fantasía sexual compartida puede convertirse en un maravilloso y excitante juego de rol. Una fantástica manera de inyectar vitalidad y ardor a nuestras rutinas sexuales.

Entre las fantasías sexuales más comunes que podemos encontrar en la vida sexual de las parejas figura en lugar destacado la de que los dos miembros de la misma se imaginen como personas diferentes a las que en verdad son y fingir que los dos miembros de la misma son extraños, que no se conocen.

Seguro que crees que es algo demasiado típico pero, créenos: ¡funciona!.

¿De verdad que no has imaginado nunca cómo sería tu vida bajo circunstancias diferentes circunstancias?, ¿que nunca has deseado ser otra persona?

Imagina esto: entras en un bar al azar, encuentras a un hombre o una mujer enigmática y desconocida, tú te inclinas de manera sugerente sobre la mesa del billar mientras él o ella te sigue con la mirada y te invita a una copa … Suena bastante morboso, ¿no?

Olvídate de todos los convencionalismos para ligar y déjate llevar por la imaginación. Inventa un juego de rol erótico para ti y tu pareja, algo sencillo para que resulte fácil comenzar. Un encuentro tórrido y apasionado, pura sexualidad.

El rol que imagines para vuestro juego no tiene porque ser el de un perfecto caballero. Recuerda que puedes permitirte ser quien tú quieras. Piensa en lo que más te ponga y en lo que desee tu pareja.

Tal vez lo que apetece ser (o lo que a tu pareja le apetece que seas) es un tipo duro, chulo y maleducado, que coge todo lo que desea, confiado de sí mismo y que no acepta siquiera la posibilidad del rechazo.

En las fantasías de pareja no hay consecuencias, no hay preguntas. En el caso de este juego que te estamos proponiendo aquí, finge que tu media naranja es un/a desconocido/a y que os encontrais “casualmente” en cualquier bar. Entonces pagas una copa y a medida que la conversación suba de tono, todo es posible, desde un polvo rápido y salvaje en el cuarto de baño hasta un beso largo y húmedo en la mesa ante la mirada de todos.

O quizás todo es más sencillo que todo eso. En el juego que vosotros inventéis, puede bastar que él te apoye contra la pared y te embista mientras mete su mano dentro de tus pantalones y acaricia tu sexo húmedo. Muchas veces lo más sencillo es lo más efectivo.

Fantasías sexuales

Cómo preparar una fantasía erótica en pareja

A continuación vamos a darte una serie de ideas y consejos básicos que pueden servirte para que proyectes tus propios juegos de roles sexuales.

El primero de ellos tiene que ver con el escenario en el que vais a practicar vuestro juego de rol erótico. Lo mejor es siempre escoger un lugar en el que no se haya estado antes. No es bueno elegir como escenario un local habitual, donde todos sepan tu nombre. No se puede crearse una fantasía cuando todo el mundo, incluido el camarero, te conoce a ti y a tu pareja.

Por lo tanto, lo ideal es que busques un lugar que conozcas, pero en el que no hayas estado nunca, y si es posible que esté ubicado en un barrio que sea completamente nuevo para ti.

Antes de decidirte, puedes pasar un día por el bar a tomar una copa para ver el ambiente del local y ver si se trata de un lugar con una atmósfera donde tú y tu pareja os podáis sentir cómodos.

Ten en cuenta la música, si tiene juegos … y lo más importante: fíjate en los baños, en su ubicacion, cuántos hay y en si es fácil colarse en el baño de hombres o de mujeres de manera sencilla, sin que te vean los demás o sin riesgo de llamar la atención y ser expulsado.

Cuando tengas claro el sitio, empieza a planear la noche. Aunque cualquier momento es bueno, ten en cuenta que para que la fantasía sexual en pareja sea todo un éxito, no podéis ir juntos al encuentro. Es más, para aumentar el morbo en la cita, lo ideal es que no os veais en todo el día.

Rompe con la rutina. Quizás la noche del viernes, después de un duro día de trabajo (o la tarde de un domingo) sean grandes momentos para cambiar la pereza por una sesión de excitante sexo con “desconocidos”.

Dado que esto no es exactamente una “cita a ciegas”, sino un juego de rol erótico, tienes que olvidar o fingir que olvidas lo que ya sabes de tu pareja. De ese modo evitarás caer en “lo de siempre”.

Esto es, sin duda, lo más difícil, pero éste es el momento de salir de tu “zona de confort”. Si vas a tener una cita con un desconcido/a y tu pareja espera lo mismo, hay que cambiar de aspecto.

En ese sentido, la ropa es fundamental. Habla con tu pareja, piensa en qué ropa realmente te va o qué ropa que no te sueles poner pero que a ella le encantaría que te pusieses. Viste con ropa sexy pero con comodidad, porque lo importante está debajo de la ropa.

Si eres chica y eso es lo que te pone, vístete como una puta, ponte lencería sexy y atrevida, algo así como un pequeño tanga que enseñe tus nalgas y apriete tu sexo. Si eres chico, una buena idea es enfundarte unos slips que marquen tu paquete…

No dejes que la timidez te detenga. Dedica tiempo y esfuerzo a planificar tu juego y recuerda que, llegado el momento, debes interiorizar la fantasía de que sois dos extraños.

Fantasías sexuales en pareja

Empieza el juego de rol erótico

Una vez planificado el juego, hay que pasar a la acción.

Llegas al bar, que está lleno de gente, y buscas con la mirada a tu chica. Si sientes nervios, utilízalos como energía positiva, esto aumentará la emoción y tu excitación.

Pide una copa al camarero, haz de la situación algo cómodo y sexy. Relájate, no mires fijamente a nadie, pero siente el ambiente y atrae otras miradas hacia ti. Disfruta de la sensación de que puede pasara cualquier cosa, si lo deseas.

Desde la barra, busca con la mirada a tu pareja. Probablemente, al encontraros desearéis reir, pero no lo hagais … una sonrisa seductora basta para dar calor a la mejoresfantasías.

Dedicaos miradas y alguna caricia furtiva pero sin hablar. Coquetead, juega con la copa y mira a tu pareja con descaro. Mírale las tetas y el culo y ella que mire el paquete que se dibuja en tu pantalón.

Muéstrale tu deseo. Recuerda que en ese momento no es tu pareja, así que imagina cómo será el sexo y piensa en las ganas que tienes de follar de manera salvaje. Sigue con el flirteo, mientras terminas tu primera copa.

Cuando te presentes, utiliza un nombre nuevo, y rompe el hielo con algo como: “Nunca te he visto que aquí antes, ¿eres de fuera de la ciudad?”. Inventa también una profesión y una historia. La chica puede decir que es una ama de casa y que su marido se ha ido a un viaje de negocios.

Mientras coqueteas, acaricia su muslo o su espalda. Sentaos muy juntos, muy cerca el uno del otro. Susurra en su oído todo lo que te gusta hacer y todo lo que te gusta que te hagan en la cama, hasta que la excitación os haga sentir húmedos.

En este punto, puedes levantarte para ir al baño y puedes decir algo así como:”tengo que usar el baño de chicas”. A continuación, él puede seguirte diciendo:”qué casualidad, yo también tengo que ir”.

El juego sigue en el baño. Es ahí donde él se inclina hacia ti, como si fueses una puta. Sientes su polla dentro de ti, por detrás y empezais a cabalgar entre gemidos. Entonces tu chico cubre tu boca con su mano, apretando, para que la gente fuera no os oiga, mientras se aferra a tus tetas, te susurra lo buena que estás, lo bien que follas y unas cuantas guarradas más.

No hay que olvidar nunca que el hablar sucio puede resultar muy afrodisíaco y excitante.

Después, el puede preguntarte si quieres que te lleve a su casa para seguir toda la noche.

Fantasías eróticas en pareja

Fantasías sexuales más comunes en familia

Como te hemos indicado al inicio de este artículo, la de ser dos extraños que de golpe se conocen y mantienen relaciones sexuales a las primeras de cambio figuran entre fantasías sexuales más habituales en muchas parejas. Pero no es la única.

Según encuestas y estudios, junto a ellas figuran las siguientes:

  • Hacer un trío. La del trío sexual es una de las fantasías más recurrentes en hombres y mujeres.
  • Participar en prácticas BDSM. Es decir: escenificar alguna escena de Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo. El sadomaso hace soñar a muchos hombres y mujeres.
  • Mantener relaciones sexuales en lugares poco habituales: en una tienda de campaña, en la playa, en el fotomatón
  • Tener sexo siendo observado por otras personas.
  • Verse practicando sexo.
  • Escenificar prácticas relacionadas de forma directa con el fetichismo.

Como ves, las posibilidades de inyectar nuevos bríos a una relación sexual que quizás va arrastrándose por el pedregal de la rutina son muchas. Basta compartir fantasías eróticas e idear y compartir juegos de rol para conseguirlo. ¿Te animas a planificar el tuyo?

Juegos de roles sexuales