El placer oral, una garantía

El cunnilingus es una práctica sexual muy valorada por las mujeres. No en vano, la estimulación oral de clítoris y vagina resulta muy placentera para la mujer. Dentro de los preliminares, siempre tan importantes para que una relación sexual resulte satisfactoria, el cunnilingus desempeña un papel estelar. Por un lado, incrementa la excitación de la mujer, acercándola al orgasmo. Por otro, incrementa su lubricación, lo que facilita la penetración y la hace más placentera.

Resulta difícil que un cunnilingus no consiga estimular convenientemente a la mujer, pero hay cunnilingus y cunnilingus. Dominar una serie de técnicas básicas puede servir para incrementar la calidad del cunnilingus y acercarlo a la excelencia. En este artículo de EroticaFactory queremos darte una serie de consejos y proponerte una serie de trucos para mejorar tu cunnilingus y convertirlo, gracias a ello, en una auténtica obra de arte que, tengo por seguro, va a potenciar tu imagen como amante a los ojos de tu pareja.

El primer consejo para mejorar el cunnilingus es buscar una postura idónea para disfrutar del cunnilingus. En EroticaFactory ya dedicamos en su momento un artículo a ello. Diremos aquí sólo una cosa: a veces, para mejorar el cunnilingus, basta con colocar una almohada bajo la pelvis de nuestra pareja. Con esto conseguimos dos objetivos vitales. Uno: que los genitales de nuestra pareja queden más expuestos. Dos: que la pelvis quede más relajada. Una pelvis más relajada juega siempre a favor de un placer más intenso.

Estimulación de los labios vaginales

El segundo consejo para mejorar el cunnilingus consiste en olvidarse, aunque sólo momentáneamente, de la importancia que el clítoris tiene en el mecanismo del orgasmo femenino. ¿Qué queremos decir con ello? ¿Que el clítoris no tiene que ser estimulado? No. Ni mucho menos. Queremos decir sólo que el clítoris debe ser estimulado oralmente durante la práctica del cunnilingus, sí, pero que esa estimulación no debe, en caso alguno, dar inicio al cunnilingus. O sea: que antes de estimular el clítoris debemos estimular cada una de las otras partes de la vulva. Será cuando estas partes hayan sido convenientemente estimuladas cuando, al fin, se dé el paso de estimular oralmente esa perla del placer que es el clítoris.

Una buena manera de mejorar el cunnilingus es iniciarlo del siguiente modo: tras haber besado y acariciado el cuerpo de tu pareja (hombros, cuello, pechos, areolas, pezones, vientre…), lame su vulva delicadamente de abajo hacia arriba rozando apenas sus labios menores y mayores. Lo que conseguirás con ese lamido vertical será ir activando poco a poco las diferentes zonas erógenas que se encuentran en la vulva de tu compañera.

Una vez se hayan activado los labios menores y mayores de la vulva de tu pareja, éstos ya estarán preparados para que tu boca les dedique una atención especial. Atrapar esos labios con los tuyos, estirarlos y presionarlos será una buena manera de mejorar el cunnilingus. Eso sí: hazlo, siempre, con sutileza. Si no controlas la intensidad puedes convertir lo placentero en doloroso o, cuanto menos, en molesto. Una buena manera de incrementar el placer experimentado por tu pareja en esta fase del cunnilingus es pintar tus labios con un lápiz de labios estimulante con efecto frío/calor. Al contacto de tus labios, tu pareja experimentará una catarata de sensaciones alternas que le resultará muy, muy excitante.

Llegados a este punto, y si deseas mejorar el cunnilingus, centra tu atención en los labios menores. Recórrelos lentamente, lámelos muy despacio, de abajo hacia arriba, con la punta de la lengua. Si tu pareja lo desea, este movimiento puedes hacerlo, también, poniendo la lengua plana. Tanto en un caso como en otro, tanto si se lame con la punta de la lengua como si ésta se coloca plana, una buena manera de mejorar el cunnilingus es incrementar la presión y la velocidad con la que presiona y se mueve la lengua. Mientras haces estos movimientos, evita tocar el clítoris. Acércate a él, sí. Insinúa que pronto lo tocarás, pero no lo hagas. Espera a que tu pareja casi te suplique que lo hagas. Cuando, por fin, roces el clítoris con la punta de tu lengua, éste experimentará ese roce como si fuese recorrido por toda una descarga eléctrica.

Lamidos, succiones y penetraciones

Antes de ello, sin embargo, ten en cuenta este otro consejo para mejorar el cunnilingus: combina los masajes de los labios menores de tu pareja con sutiles succiones de los mismos. Esto servirá para introducir en la mente de tu pareja la idea de que todo puede cambiar en cualquier momento, lo que resultará muy excitante. También resultará muy excitante que beses sus genitales como si estuvieras dando un beso con lengua. Ese movimiento masajeador de la lengua, unido al roce de los labios, resultará muy placentero para ella. Pronunciar bajito la letra “u” mientras recorremos su vulva con nuestra lengua puede ser, también, muy placentero y gratificante para ella.

Otro consejo a tener siempre en cuenta para mejorar el cunnilingus es el de atender al lenguaje no verbal de la pareja. Si ésta arquea la espalda, se agarra a las sábanas, mueve las piernas o agarra nuestra cabeza, es porque está disfrutando precisamente con eso que le estamos haciendo. Por cierto: que una buena manera de incrementar el placer experimentado por la mujer (está comprobado) al gozar del sexo oral y, por tanto, de mejorar el cunnilingus, es impedir que la mujer, al ser estimulada oralmente, pueda coger nuestra cabeza. ¿Cómo? Sujetando sus manos y, también, sus piernas. Que no pueda controlarnos con las manos. Que no pueda cerrar las piernas. Que quede absolutamente expuesta a aquello que nuestra boca y nuestra lengua desee hacer con sus genitales.

Y una de las cosas que se puede hacer en estos casos es asumir que el sexo oral no tiene por qué ser en exclusiva sexo oral y, una vez que lo hayamos asumido, actuar en consecuencia. ¿Cómo? Introduciendo, por ejemplo, uno o dos dedos dentro de la vagina de nuestra pareja para, una vez dentro de ella, estimular su punto G o esa zona en la que se dice que se encuentra mientras, al mismo tiempo, continuamos con nuestra estimulación oral. Otra manera de mejorar el cunnilingus es practicar éste mientras, al mismo tiempo, introducimos un vibrador en la vagina de nuestra pareja o, por qué no, en su ano.

Combinar la estimulación oral de los genitales femeninos con algún tipo de estimulación anal puede ser, también, una buena manera de mejorar el cunnilingus. Esta estimulación puede basarse en la práctica circunstancial del annilingus, beso negro o beso griego; en la introducción de un dedo en el ano o en el uso de plugs, dildos, bolas tailandesas o vibradores que, introducidos en el ano de nuestra pareja, incrementen la intensidad de sus sensaciones mientras disfruta de nuestro cunnilingus.

Finalmente, y tras ejecutar todos los pasos anteriores, el clítoris debe convertirse en el destinatario principal de nuestras atenciones. Hacer movimientos circulares alrededor de él es una buena manera de iniciar su estimulación oral. Tras ello, vuelve a recorrer los labios menores para, a continuación, volver a él mientras, al mismo tiempo, acariciamos los muslos, las caderas o los pechos de nuestra pareja.

Para estimular más directamente el clítoris (algo que puede no resultar agradable para las mujeres que posean un clítoris hipersensible), podemos, con la mano, retirar su capuchón para, así, dejarlo más expuesto. Será en este momento cuando, por ejemplo, puedas apresarlo con tus labios o succionarlo mientras, con los dedos dentro de su vagina, estimulas el punto G. No lo dudes: tu pareja estallará de placer poco después de haber llegado a este punto.