Instinto corporal

El cuerpo humano es sabio. Si lo dejamos que actúe dejándose llevar por el instinto, acostumbra a acertar. El cuerpo sabe lo que hacer en determinados momentos de peligro y sabe, también, lo que hacer cuando se ve arrebatado por la pasión.

Si hay una forma de sexo que podemos asociar a la pasión desenfrenada ésa es la del sexo rápido. El deseo, como diría una vieja canción, no tiene horario. Llega cuando llega y, cuando lo hace, nos arroja sin miramientos en brazos de la lujuria. Chapoteamos entonces en ella sin importarnos demasiado dónde nos encontramos. Lo hemos visto en algún que otro artículo de esta sección que, en esta web, dedicamos al sexo rápido. La pasión puede arrebatarnos tanto en la oficina como en el ascensor, tanto en el fotomatón como en el probador de una tienda de ropas. Y es ahí, en cualquiera de esos cuatro lugares, donde debemos dar satisfacción a nuestros instintos y donde debemos limar las uñas al deseo. Para hacerlo, sin embargo, debemos cumplir un requisito: el de amoldarnos al espacio en el que tenemos que movernos. Eso implica el rechazar una serie de posturas eróticas para optar por otras. El abanico de posturas eróticas por las que podemos optar cuando disfrutamos del sexo sobre una cama es, sin duda, mucho más variado que aquél que tenemos a nuestra disposición cuando, por ejemplo, estamos en el lavabo de un centro comercial. Es entonces cuando el cuerpo, inteligente, busca la postura más adecuada para solazarse durante un breve espacio de tiempo disfrutando de una sesión intensa y apresurada de sexo fugaz.

Que el cuerpo sea capaz de actuar por instinto no quiere decir, sin embargo, que no debamos educarlo. Es obvio que sabemos correr por naturaleza (basta mirar a cualquier niño para comprobarlo), pero es necesario aprender a pisar y a dar la zancada de una manera efectiva y correcta para, con ello, obtener el máximo rendimiento de nuestro acto instintivo y natural de correr. Lo mismo sucede con el sexo fugaz. No basta con dejarse llevar con el instinto. Hay que dominar diferentes posturas eróticas para, a partir de dicho dominio, saber por cuál de ellas optar en cada momento y como ejecutarla para que, gracias a ello, obtengamos el placer más intenso de nuestro coito fugaz. Por eso vamos a proponerte en este post unas posturas eróticas para un rapidito. Algunas de ellas pueden irte bien en algún lugar en el que el deseo te haya pillado con la guardia baja y se haya apropiado de ti. Otras pueden irte bien en otros.

Postura del perrito

Las posturas eróticas para sexo rápido que vamos a proponerte no están seleccionadas porque sí. Son el fruto de una encuesta realizada por la Universidad de Kentucky a 14.000 personas. Según dicha encuesta, la postura sexual preferida por hombres y mujeres para practicar sexo rápido es la hiperfamosa e hiperexcitante postura del perrito o, dicho de una manera más romántica, con la chica a cuatro patas y su culo en pompa.

En EroticaFactory.com somos apasionados defensores de la postura del perrito. Esta postura para sexo fugaz tiene múltiples ventajas tanto para el hombre como para la mujer. Por un lado, la mujer recibe una estimulación directa y muy excitante en el punto G. Gracias a eso, la mujer puede alcanzar más fácilmente el orgasmo.

El hombre, por su parte, es un apasionado de esta postura erótica para sexo fugaz. Por un lado, la postura del perrito tiene un componente animal de dominio del hombre sobre la mujer que a la mayoría de los hombres le parece muy excitante. Por el otro, permite una penetración más profunda. Finalmente, al hombre le resulta muy excitante sentir cómo sus testículos van chocando en cada empujón contra las nalgas de su pareja.

La postura erótica del perrito puede practicarse en cualquier lugar. Si al hacerlo la mujer tiene la posibilidad de utilizar un vibrador (puede ser que lleve uno de esos tan manejables y disimulables en el bolso), puede usarlo, mientras es penetrada desde atrás, para estimular el clítoris o el ano.

Ella sentada sobre él

Otra postura erótica para sexo fugaz que puede ir muy bien para, por ejemplo, hacérselo en el lavabo de un bar, de un restaurante, de un museo o de un centro comercial, así como en un fotomatón o, incluso, en una silla de la oficina, es aquélla en la que la mujer se sienta sobre el hombre. Éste, a su vez, está sentado, y tiene que limitarse a esperar a que la mujer se siente sobre él.

Esta postura sexual para sexo rápido permite dos opciones. La primera es que la mujer se siente sobre el hombre de cara a él. La segunda, que la mujer se siente sobre el hombre, dándole la espalda, con la misma pegada al torso de él.

Al practicar esta postura erótica para un rapidito, es la mujer la que domina el control y la intensidad del coito. La que manda. Para hacerlo sin tambalearse más allá de lo que es conveniente al caso, la mujer debe afirmar los pies en el suelo y, a partir de ahí, buscar el ritmo que mejor convenga a la pareja.

La mujer, sentada así sobre el hombre en esta postura erótica para sexo rápido, puede incrementar el placer mutuo plegándose sobre sí misma hasta llegar a poner sus manos, junto a los pies, apoyados en el suelo. Al doblarse así, la fricción entre pene y vagina aumenta y, con ella, aumentan las sensaciones placenteras experimentadas tanto por el hombre como por la mujer.

De pie y por detrás

Otra buena postura erótica para sexo fugaz es aquélla en la que el hombre y la mujer están de pie. Ella, entonces, dándole la espalda a él, se dobla sobre sí misma para ofrecerse al hombre que, desde atrás, puede penetrarla a placer.

Esta postura erótica para sexo rápido, al igual que la del perrito, puede resultar muy placentera para ambos. Gracias a ella, hombre y mujer podrán dejar que sus pasiones se desboquen. El hombre tendrá una excelente visión de las posaderas de su mujer y, como en el caso de la postura del perrito, podrá disfrutar del choque de sus testículos contra las nalgas de su pareja.

Sabemos que, llegado el caso de tener que disfrutar de una intensa sesión de sexo fugaz, tu cuerpo sabrá elegir la postura más adecuada para gozar de ese encuentro desbocado; pero aquí te hemos dejado tres de las más comunes posturas eróticas para sexo fugaz por si, llegado el momento, te vienen bien. Nunca se sabe, ¿no?