Culturalmente sexuales, históricamente desinformados

Somos seres sexuales. La sexualidad forma parte de nuestros cromosomas. Como mamíferos que somos, buscamos instintivamente el apareamiento y la relación sexual con nuestros semejantes. Pero nuestra sexualidad y nuestra manera de ejercerla es radicalmente diferente a la del león, el perro o el zorro, por citar tan sólo a unos cuantos mamíferos. Por serlo, hasta lo es respecto a la sexualidad de los primates, que vendrían a ser algo así como nuestros primos hermanos en la escala evolutiva.

Y es que en nuestra concepción de la sexualidad influye un factor radicalmente propio del ser humano: la cultura. Somos animales, sí; pero animales culturales. Y es precisamente de la confluencia de nuestro yo animal con nuestro yo cultural de donde nace el erotismo. Es él quien ha permitido que nuestro ejercicio de la sexualidad se convierta en algo más que en el simple alivio del instinto. Follamos, sí; pero lo hacemos culturalmente. Y es la cultura quien ha determinado, en gran medida, nuestra manera de ejercer nuestra sexualidad.

La cultura son los libros que hemos leído y las películas que hemos visto. La cultura es la música que hemos escuchado y la educación que hemos recibido de nuestros padres y nuestra escuela. La cultura es, finalmente, también y en gran medida, la religión que, hayamos practicantes o no, nos ha sido enseñada y ha determinado la visión que se ha tenido de la sexualidad y de la forma de ejercerla. Y aquí, en España y durante muchas décadas, la religión que se nos ha enseñado ha sido, sin duda, una religión sexualmente castradora.

No hace falta recordar la nefasta influencia que el nacionalcatolicismo propio de la dictadura franquista tuvo sobre la educación sexual de este país. No hace falta recordar a aquellos capellanes que predicaban por ejemplo cómo la masturbación era un pecado que podía ser castigado con cegueras repentinas o cómo el sexo podía convertirse en la antesala más próxima y directa a un infierno en el que los pecados serían castigados con torturas eternas. No hace falta insistir ni recrearse en recuerdos semejantes. Después de todo, a nadie le son extrañas las lacras de ese tiempo. Ha sido un tema muy tratado en muchos artículos y en muchos libros. Somos hijos de esa educación nacionalcatólica y, por tanto, algo así como penitentes que cargan sobre sus espaldas con el peso de una ignorancia sexual que nos ha impedido gozar completamente de todas las posibilidades de placer que nuestro cuerpo nos ofrece.

Estos casi cuarenta años de democracia y de progresiva laicidad de la educación y de la sociedad ha alejado el concepto de pecado de la práctica sexual. No creemos que, en la actualidad, mucha gente se masturbe pensando que, al hacerlo, está pecando contra Dios. Pero, a pesar de los años transcurridos desde el fin de la dictadura y esa laicidad de la que hablábamos, la educación sexual sigue siendo escasa. Muy escasa y autodidacta. Inexistente prácticamente en la escuela. Los blogs y webs como ésta, algunos manuales y algunas iniciativas privadas intentan suplir esa carencia de educación sexual que, en cierto modo, sigue lastrando el desarrollo de una población sexualmente madura y preparada para gozar sin traumas ni tabúes de esa maravilla que es el sexo.

Próxima inauguración del EroStreet Festival

Una de esas iniciativas privadas es la desarrollada por Sex Academy Barcelona, una academia de sexo que, pionera en España y fundada por la danesa Laila Pilgren, lleva ya varios años intentando ayudar a sus clientes a descubrir su propio cuerpo y a dominar las técnicas necesarias para disfrutar de él. La felación, el cunnilingus, el sexo anal, el bondage o el shibari, la búsqueda y estimulación del punto G… todas estas prácticas sexuales tienen su propia técnica y todas pueden ser aprendidas gracias al asesoramiento de las sexólogas, psicólogas, expertas en imagen, fotógrafos eróticos, etc. que forman parte de la plantilla de Sex Academy Barcelona.

Sex Academy Barcelona se ha planteado la lucha contra la ignorancia sexual como una cruzada. Por eso ha decidido dar un paso más allá de las paredes de su sede para impulsar el EroStreet Festival que los próximos días 11 y 12 de junio se va a celebrar en Barcelona. En el EroStreet Festival se podrá participar en talleres de prácticas sexuales, en mesas redondas que traten sobre diversos temas relacionados con la sexualidad o el erotismo o en muchos otros actos que están recogidos en la programación del EroStreet Festival, que se celebrará en la sede del CREC, en la calle Blesa, 27, del barrio barcelonés del Poble Sec.

El objetivo final del EroStrett Festival es, según palabras de la propia Laila Pilgren, “desmitificar la sexualidad y romper con los tabúes”. Para hacerlo, el equipo de Sex Academy Barcelona contará con la colaboración de un grupo inmejorable de blogueros, psicólogas y especialistas en sexualidad entre los que podemos encontrar nombres como los del realizador y fotógrafo Mano Martínez (que dirigirá una mesa sobre cine porno), los de los blogueros Josep Lapidario y Miguel Vagalume, el del sexólogo y psicólogo Ignasi Puig Rodas y el de Paula Alcaide, psicóloga experta en LGTB.

LELO, patrocinador oficial del EroStreet Festival

Para que el EroStreet Festival se pueda hacer realidad ha sido fundamental el papel desempeñado por el patrocinador oficial del evento. Éste no es otro que LELO, una de las marcas más prestigiosas del mercado del juguete erótico. Hablar de LELO es hablar de diseño, elegancia y calidad. Nacida para revolucionar el durante muchos años anquilosado mercado de los masajeadores personales, LELO ha sido desde su fundación un sinónimo de innovación. Innovación en el diseño. Innovación en la mejora de las prestaciones. Innovación a la hora de convertir un vibrador, un masajeador de próstata o un anillo para el pene con vibración en un objeto tan elegante como funcional, tan bello como efectivo.

Esa constante búsqueda de la innovación de LELO, esa manera incansable de perseguir la mejora de todo tipo de juguetes para adultos ha llevada a la prestigiosa marca a acabar con la inercia que se había apoderado de la fabricación de los preservativos. Hace ya setenta años que los condones se fabrican del mismo modo. Un poco más gruesos o un poco más finos, con estrías o sin ellas, con retardante de la eyaculación o sin él… No importa: las bases del proceso productivo de los preservativos han permanecido intactas durante esas siete décadas.

LELO ha llegado para revolucionar el proceso de la fabricación de preservativos. Las estructuras hexagonales, tan presentes en la naturaleza, son el fundamento del LELO HEX, el nuevo preservativo de LELO. Más seguro y más fino. Ni se desgarra ni se rompe y, al mismo tiempo, ofrece al usuario la máxima sensibilidad. Como si no se llevara puesto. Éste es el objetivo del LELO HEX, este preservativo de última generación que saldrá a la venta, según información proporcionada por LELO, este verano que estamos a punto de estrenar.

LELO, sin embargo, ofrece la posibilidad de hacer una pequeña “cata” del LELO HEX. Para ello hay que inscribirse en la web oficial de LELO (puedes hacerlo a través del siguiente link: https://www.lelo.com/es/condones-hex-original) y solicitar el envío de unas muestras gratuitas. LELO te los hará llegar y tú podrás disfrutar de un preservativo que está llamado a revolucionar el mercado de los profilácticos. Tras haber probado algunos de estos condones rupturistas, no dudamos de que el lanzamiento del preservativo LELO HEX será todo un éxito. Otro más que apuntar en el currículum de LELO.