Juegos sexuales para sorprender a tu pareja
¿Te podemos sugerir algún juego sexual para tu vida de pareja? Puedes combinar la higiene y la belleza corporal con la satisfacción sexual. Busca entre toda la oferta de productos que existen hoy en día, los que te gusten más, cremas y aceites corporales, sales de baño, pintura comestible, espuma de baño, cosmética erótica y mucho más. Una idea muy divertida y fácil, es afeitaros el vello púbico el uno al otro… ¡disfrutaréis de sexo oral más excitante y ordenado! Todo lo que vas a necesitar es un poco de tiempo, una afeitadora y una toalla:
- Acaricia su polla con la mano, con cariño, coge la rasuradora eléctrica y recórtale el vello púbico. ¡Sé creativa! La vibración de la máquina de afeitar garantizará su erección.
- Termina el “trabajo” masturbándole o bien con sexo oral. Una vez depilada, su polla parecerá más grande, así que puedes deleitarle con una buena felación.
- Pero este juego sexual no acaba aquí, así que ahora es el turno de tu pareja… ¡Resiste la tentación de quedarte dormido después de quedarte totalmente satisfecho con tu felación! Ahora es tu turno de ser creativo y depilar su vello púbico, la sensación de la vibración en su coño afeitado debe bastar para fomentar la lubricación natural. Aprovecha las ventajas de su coño húmedo para estimular el clítoris y sumergirte en un cunnilingus que la dejará extasiada.
- Este juego sexual también es ideal para practicar otra postura sexual: el 69.
Sexo por teléfono, un juego muy divertido
¿Por qué no dedicas parte del tiempo que le dedicas a la cocinas al sexo? A veces un plato más sencillo puede resultar igualmente delicioso, gracias al placer sexual. Mientras preparas la cena, también puedes divertirte con tu pareja. Para este juego sexual de sexo telefónico, sólo vas a necesitar un teléfono, y si es manos libres, mucho mejor… Cuando estés en la cocina, pídele a tu chico que venga y dile que tienes que hablar con él de algo muy importante, pero que te resulta algo vergonzoso y te sentirás mejor si no lo tienes delante. Cuando acceda a hacerte caso, a pesar de lo raro que puede resultarle tu plan, pídele que vaya al dormitorio y espere tu llamada en un minuto. Le puedes sugerir se ponga cómodo en la cama, mientras espera tu llamada. Entonces enciende el teléfono y activa el modo manos libres, para poder seguir trabajando en la cocina mientras haces la llamada. Cuando él conteste, nada más oír su voz, susurra de manera erótica, dile algo como:”¿estás ahí?, he estado pensando en ti todo el día”. Antes de que él tenga posibilidad de responder, empieza una conversación lenta, relajada, para aumentar la tensión sexual, habla con voz suave y erótica. Poco a poco, describe las partes de su cuerpo que has añorado todo el día, dile cómo estás cada vez más húmeda. Cuéntale cómo te gustaría que te follase y pídele que te diga todo lo que le gustaría que le hicieses. Gime, suspira y di su nombre, mientras escuchas lo que te cuenta. Cuando quieras que llegue al clímax, pídele que se masturbe, y que te cuente cómo lo hace, si puedes mastúrbate tú también, y cuando él llegue al orgasmo, gime con él mientras se corre. Cuando oigas que su respiración vuelva a ser normal, anúnciale que la cena ya está preparada con una copa de vino esperándole.
La masturbación como juego sexual
Este juego sexual sólo podrás llevarlo a cabo si tu pareja es de esos chicos que se pasan un montón de horas delante del espejo. A todas nos gusta que nuestra pareja cuide su imagen, así que puedes animarlo si aportas algo de sexo a su afeitado matinal. Todo lo que necesitarás es lubricante íntimo, loción corporal y una toalla:
- Arrodíllate detrás de tu chico, unta tus manos con loción corporal y acaricia sus muslos, subiendo hacia su polla. El objetivo de este juego sexual es imitar la sensación de tu chico cuando se masturba él mismo.
- Pon lubricante en su sexo (no uses nunca la loción corporal o cualquier otra crema) y sujeta su polla con ambas manos.
- Aumenta el ritmo de manera gradual y mantén tus manos siempre en contacto con su polla. A tu pareja le gustará saber que no pierdes el interés en ningún momento. Aliéntalo a que se mire durante todo el rato en el espejo.
- Cuando notes que está a punto de correrse, ahueca tu puño sobre la cabeza del pene y mueve los dedos como si estuvieses desenroscando un frasco. Si quieres, puedes acabar con algo de sexo oral, lamiendo su polla y, cuando acabéis, usa la toalla húmeda para arreglaros.