Postura de la cuchara
La postura de la cuchara es una de las posturas más tradicionales. Hombre y mujer están recostados en la cama, de costado, con las rodillas dobladas, el pecho del hombre pegado a la espalda de la mujer. Ella abre las piernas ligeramente y sitúa el pene a la entrada de la vagina para facilitar la entrada desde atrás.
El beso negro
No importa el género ni la orientación sexual. El sexo oral anal causa placer, pero su práctica genera polémica. Los fanáticos del beso negro o rimming destacan la excitación derivada de él y cómo puede conducir, por sí solo, al orgasmo. Sus detractores, por su parte, esgrimen argumentos de falta de higiene para cargar contra una práctica que también recibe el nombre de beso polaco o beso de colibrí.
Formas de penetración erótica
Nadie puede ponerlo en duda: el sexo es movimiento. Según sea dicho movimiento, así serán las sensaciones derivadas del acto sexual. Más o menos pausados, más o menos impetuosos. Las sensaciones que experimenten los cuerpos de los amantes dependerán de esa pausa y de ese ímpetu que dichos amantes sepan dar a sus movimientos. También dependerá, claro, de la forma que se realice la penetración.
Tacones de aguja
Hay posturas eróticas que requieren de una cierta preparación antes de realizar la penetración. Estas posturas pueden parecer difíciles o aparatosas. Nada más lejos de la realidad. Una vez superada esa dificultad inicial, una vez conseguida esa pequeña dosis de coordinación necesaria para conseguir que la penetración tenga lugar, esas posturas se convierten en una fuente inagotable de placer.
Fantasía del casting porno
Una buena manera de introducir un aliciente especialmente picante en la relación de pareja es grabarse practicando sexo. El convertirse por un día en la intimidad del hogar o en una habitación de hotel reservada para el caso en protagonistas estelares de una película porno acostumbra a actuar en la mentalidad de hombres y mujeres como un afrodisíaco de primer orden. Una de las escenas habituales en muchas películas XXX es aquélla en la que un productor o director realiza los castings destinados a escoger a la protagonista femenina de su próximo film.
Una chica de pueblo (IV) – Relato erótico
Y es que aquel deseo de Jorge no sabía de prolegómenos ni de juegos. O, lo que era peor, los había desdeñado. Como si no valieran nada. Creo que todo lo que hasta aquel momento nos había hecho tan felices (la paja disimulada en el cine de verano, el cunnilingus en los peldaños de la ermita, la felación recostados en las cercas de piedra, sus dedos masajeando mi clítoris bajo mis bragas llenándome el cuerpo de estremecimientos…
Sexo en el jardín
Una noche de verano: calor, un cielo cuajado de estrellas, los grillos cantando y los aspersores llenando el aire de diminutas y refrescantes gotas de agua. Sin duda, un ambiente que invita a la sensualidad y a entregarse al placer de un magnífico e intenso tiempo de sexo rápido. Diez minutos pueden bastar para gozar de un intenso encuentro erótico.
El arte de besar
El acto de besarse es uno de los actos más eróticos que pueden realizar dos personas. El beso aumenta la excitación de la pareja e incrementa la conexión entre los miembros de la misma. Un beso bien dado, ardiente, puede, de inmediato, establecer en la pareja el estado de ánimo justo e ideal para aventurarse por los placenteros y gratificantes territorios del sexo. No en vano, los labios son partes del organismo extraordinariamente sensibles y, por lo tanto, muy estimulables.
Apretar con la vagina
La vagina tiene su musculatura y esa musculatura tiene un papel a desempeñar durante la penetración vaginal. Si se sabe utilizar correctamente la musculatura vaginal, la mujer puede, con ella, apretar sobre el pene, aumentando así la fricción del mismo sobre las paredes vaginales. El primer efecto derivado de dicha fricción es el aumento del placer que experimenta el hombre. El segundo, la intensificación del orgasmo de la mujer.
La belleza sentada
Una de las grandes virtudes que la postura erótica de “La belleza sentada” ofrece a quienes la practican es su versatilidad. Esta postura sexual ofrece múltiples posibilidades de variación. Todas ellas girarán, sin embargo, en torno de un principio que irá repitiéndose en todas esas variaciones: la extraordinaria visión del cuerpo de la mujer que el hombre tendrá mientras la practica.
Fantasía erótica de la geisha
¿No has soñado nunca con que tu pareja es una geisha a tu servicio? ¿No te ha resultado siempre especialmente seductora la imagen exquisita y refinada de las geishas? Si es así, en este post puedes encontrar algunas sugerencias para que, junto a tu pareja, puedas convertir esta fantasía sexual en una realidad. La sensualidad será la piedra angular que permita sostener toda la construcción de la escena en la que esta fantasía erótica se haga realidad.
