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La bibliotecaria (VI) – Relato erótico

En esta VI parte del relato La Bibliotecaria podrás descubrir más detalles sobre la relación erótica que mantienen una bibliotecaria de barrio y un usuario de la biblioteca a partir de la lectura de la novela “Historia de O”, de Pauline Réage. En esta nueva entrega, el protagonista masculino del relato descubre dentro de sí ciertas pulsiones sumisas.

La bibliotecaria – Relato erótico

Había leído “Historia de O” (tal y como la bibliotecaria me había recomendado) y lo había hecho teniendo presente en mi retina su imagen. Y es que de aquella treintañera pelirroja que había sido destinada hacía ya unos meses a la biblioteca del barrio y que con su sola presencia había conseguido reavivar mi afición lectora me gustaba todo, la manera un tanto displicente de sonreír con aquellos labios carnosos que parecían estar hechos para ejecutar las mejores mamadas, la forma almendrada de sus ojos y, por supuesto, la desinhibición de aquellos pezones altivos y duros que se insinuaban orgullosos desde detrás de la blusa.

Sexo con los ojos vendados

La privación sensorial es uno de los grandes trucos para incrementar la intensidad erótica de un encuentro sexual. Practicar el sexo con los ojos vendados puede resultar tremendamente estimulante. La incertidumbre le sienta bien al sexo. Esa incertidumbre juega a favor de la excitación y ésta, a la larga, revierte en un placer mayor.

Sado Erótico y Sumisión

La primera vez que te atan en el sexo es una revelación. Experimentarás una sensación de pérdida del control sobre la situación, de abandono. Si, además, creas el ambiente ideal con luz tenue, el éxito es total. Si te atrae la idea del sado erótico, no creas que eres diferente al resto de la gente, son muchos los hombres y mujeres a los que les gusta ser en ocasiones dominados en el sexo.

La candidata (Capítulo 2)

Quizás mis palabras no sonaron sinceras. O quizás mi cara era un poema a la que acudían los versos (todos ellos lúbricos) que bailaban en mi cabeza. Quizás fue eso, sí. O quizás fue simplemente que Carolina Marín fue aquel día una especie de bruja y pudo leer mis pensamientos más profundos, los que apuntaban a su culo perforándolo con rabia.

La erótica del poder

Seguro que la idea de la sumisión está presente en tus fantasías eróticas. En el sexo hay un componente de poder que excita mucho a los hombres, así que ¿por qué no ceder a los deseos de tu pareja, convirtiéndote en la mujer sumisa que espera por una noche? Además piensa que cuanto más hagas por él más agradecido se sentirá y después querrá complacerte. Es la erótica del poder.

El placer del dolor y la sumisión

Experimentar en el sexo puede llevarte a descubrir nuevos límites y a abrir tu mente a nuevas experiencias. Si decides ir “más allá”, es muy importante, que antes de empezar, fijes los límites con tu pareja, por ejemplo el lugar, los roles que adoptaréis cada uno, y cuando experimentes con el placer y la sumisión, las actividades concretas que haréis, es decir, qué puede y qué no puede pasar. Para disfrutar del sexo, no hace falta que te aprendas el Kamasutra de memoria. Es difícil que en el día a día, puedas llevar a cabo la mayoría de las posturas sexuales que se describen el manual de sexo…