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posturas de sexo

Asegurando el orgasmo femenino

Hay estadísticas que dicen algo más del 70 % de las mujeres no pueden alcanzar el orgasmo si no es ayudándose de la masturbación o estimulación clitoriana o vaginal o de una sesión más o menos bien realizada de sexo oral. Por eso es importante conocer cómo deben combinarse la estimulación del clítoris con las diferentes técnicas de penetración para, así, incidir sobre los puntos internos de la vagina más convenientes para aumentar la excitación y, de ese modo, facilitar la llegada del orgasmo.

Cómo hacerlo según el tamaño de los genitales

El tamaño de los genitales del hombre y la mujer deben ser compatibles para que la satisfacción sexual sea completa. Palabra de Kama Sutra. Un hombre puede ser un semental, un toro o una liebre dependiendo del tamaño de su pene. La profundidad vaginal de la mujer determinará si es elefante, yegua o ciervo. La buena compatibilidad genital determinará una intensidad sexual mayor.

El expreso del placer

¿Por qué limitar el espacio del goce sexual a la cama o al suelo? ¿Por qué no buscar la manera de combinar ambas? ¿Por qué no intentar que cama y suelo puedan convertirse en escenario, al mismo tiempo, de una tórrida escena sexual? Esta postura erótica que te proponemos en eroticafactory.com sirve para conseguirlo. Nosotros te damos los ítems fundamentales para que puedas realizarla. A partir de ahí, tu inventiva será la que inyecte erotismo y pasión a esta estimulante postura erótica.

Placer apretado

El misionero ha sido y es injustamente tratado. Se acusa a esta tradicional postura erótica de aburrida, de sosa, de resultar poco imaginativa. Muy probablemente, estas acusaciones brotan directamente de la boca de quien en verdad es poco imaginativo. Pequeñas variaciones pueden bastar para convertir el misionero en una postura mucho más intensa y excitante.

¿Dónde te crees que vas?

La postura erótica que vamos a recomendarte supone una vuelta de tuerca, sugerentemente erótica, de la postura del misionero. Los fundamentos físicos de esta postura son los mismos que intervienen en la clásica e injustamente maltratada postura del misionero, pero se incorporan un par de factores que ayudan a hacer de ésta una postura especialmente ardiente y excitante.

Postura de la cuchara

La postura de la cuchara es una de las posturas más tradicionales. Hombre y mujer están recostados en la cama, de costado, con las rodillas dobladas, el pecho del hombre pegado a la espalda de la mujer. Ella abre las piernas ligeramente y sitúa el pene a la entrada de la vagina para facilitar la entrada desde atrás.

Formas de penetración erótica

Nadie puede ponerlo en duda: el sexo es movimiento. Según sea dicho movimiento, así serán las sensaciones derivadas del acto sexual. Más o menos pausados, más o menos impetuosos. Las sensaciones que experimenten los cuerpos de los amantes dependerán de esa pausa y de ese ímpetu que dichos amantes sepan dar a sus movimientos. También dependerá, claro, de la forma que se realice la penetración.

Tacones de aguja

Hay posturas eróticas que requieren de una cierta preparación antes de realizar la penetración. Estas posturas pueden parecer difíciles o aparatosas. Nada más lejos de la realidad. Una vez superada esa dificultad inicial, una vez conseguida esa pequeña dosis de coordinación necesaria para conseguir que la penetración tenga lugar, esas posturas se convierten en una fuente inagotable de placer.

La belleza sentada

Una de las grandes virtudes que la postura erótica de “La belleza sentada” ofrece a quienes la practican es su versatilidad. Esta postura sexual ofrece múltiples posibilidades de variación. Todas ellas girarán, sin embargo, en torno de un principio que irá repitiéndose en todas esas variaciones: la extraordinaria visión del cuerpo de la mujer que el hombre tendrá mientras la practica.

Cabalga, amazona

Hay posturas eróticas hechas especialmente para que la mujer domine y controle el ritmo del encuentro sexual. “Cabalga, amazona” es una de esas posturas. Aderezada con un poco de “hablar sucio”, esta postura puede proporcionar grandes momentos de placer tanto al hombre como a la mujer. La imaginación puede jugar un papel decisivo para aumentar aún más la temperatura de esta postura erótica.

El conductor de la furgoneta

Esta postura es una postura que, sirviendo para muchos momentos de las relaciones sexuales, es ideal para un polvo rápido. Cuando la pasión aprieta y las ganas de sexo lo devoran todo, lo mejor es buscar el modo más sencillo de satisfacer esas ansias y de quitarse el calentón de encima. Nada mejor que esta postura para ello. No requiere esfuerzos y ofrece una posibilidad de penetración profunda y placentera para ambos.