posturas de sexo
El ángulo recto
¿Has llegado a casa con ganas de sexo y energías suficientes como para arriesgar un poquito en la postura erótica e ir un poquitín más allá del misionero pero sin llegar a la exigencia física que te reclaman “la torta volteada” o “el espectador privilegiado”, dos de las posturas que ya hemos visto? ¿Tiene también tu pareja ganas de experimentar? Decidíos entonces a probar qué tal sienta a vuestros cuerpos “el ángulo recto”. Quizás esta postura erótica sea un poco exigente físicamente para ella, pero el esfuerzo le será recompensado con creces.
La torta volteada
La postura de “La torta volteada” no está hecha para cualquiera. Aquí se necesita un chico fuerte y una chica que reúna, a un tiempo, flexibilidad y fuerza. Desde luego, no es una postura creada para todos aquellos que sufran del corazón ni hayan dedicado un tiempo prudencial en labrarse la musculatura en el gimnasio.
El espectador privilegiado
Es posible que pienses que no hay demasiadas diferencias entre esta postura erótica y la del misionero, pero podemos asegurarte que la postura de “El espectador privilegiado” proporciona unos resultados más calientes.
El tigre en cuclillas
Esta postura de sexo se podría resumir como “El tigre en cuclillas”. Tumbada de espaldas, con las piernas abiertas y llevadas hasta su pecho, la mujer ofrece sus genitales al hombre para que éste la penetre y elija tanto el grado de penetración como el ritmo y profundidad de la misma.
El papel de regalo
La postura de “El papel de regalo” es tan hermosa como efectiva. En esta postura, el hombre está cómodamente sentado en la posición del loto, con las piernas cruzadas. La mujer, entonces, se sienta sobre su regazo, lo envuelve con sus piernas alrededor de la cintura y engancha sus tobillos en la espalda del hombre, sobre su zona lumbar.
V.O. Max
Hay posturas eróticas que hacen que el ritmo cardíaco se dispare de inmediato. Ésta es una de ellas. El hombre y la mujer, pegados, el uno junto al otro, de costado, frotándose… ¿Cómo evitar que las pulsaciones se disparen? Parece difícil.
El pulpo
Esto no es un nudo, aunque pueda parecerlo. Ésta es una fantástica postura erótica para que el contacto entre el hombre y la mujer en el momento del coito sea máximo. No es un pulpo lo que se enreda en el cuerpo, es el deseo en sí mismo quien se convierte en cuerpo de mujer y se enrosca al tuyo para sentirlo y para que lo sientas.
El surfing del cuerpo
¿Te imaginas en la playa? ¿Imaginas que estás tumbado sobre la arena, esperando que los rayos del sol dejen sobre ti su caricia cálida y vital? Eso precisamente será lo que tu pareja dejará sobre ti: una sensación de vitalidad ardiente que perdurará en tu memoria cuando el polvo que vamos a describirte y recomendarte haya finalizado.
Un trocito de cielo
El propio nombre lo indica. Esta postura no te habla de un placer terrenal. El placer que se te propone con esta postura tiene más que ver con lo celestial. A todo hombre le gusta penetrar a la mujer desde atrás. Aquí, además, el roce con el pene es mayor, por lo que el placer sentido aumenta exponencialmente hasta llevar al hombre a las fronteras mismas del cielo.
Siéntate encima y gira
Esta es una postura ideal para la experimentación y para buscar variaciones. Eso sí: no es una postura sencilla para la mujer. El hombre se coloca tumbado boca arriba mientras la mujer, lentamente, se pone en cuclillas encima de su pene erecto, colocando sus pies cerca de las caderas y conservando la inclinación de sus piernas
Placeres de almohada
Esta postura de sexo, si bien no se trata de sexo anal (griego), si que tiene similitudes con este ya que el culo de la mujer lo tendremos en pompa pero la penetración será vaginal. Ella se acostará boca abajo, teniendo el pecho completamente pegado a la cama pero sus piernas estarán flexionadas dejando como apoyo las rodillas y las pantorrillas