Felación a la vista
Seguramente no lavas las ventanas de casa demasiadas veces al año, la próxima vez que lo hagas, es la oportunidad ideal para hacer algo más exhibicionista. Si te atrae la idea de que puedan verte durante el sexo oral, sorprende a tu pareja con una felación ante la ventana. Todo que necesitarás es un cubo, una bayeta y una ventana con una repisa ancha:
- Llama la atención de tu chico, para que te mire mientras lavas la ventana. Que no te pongas bragas, puede ser una buena idea y seguro que conseguirás llamar su atención.
- Una vez que él esté delante de ti, toma la delantera y baja la cremallera de sus pantalones y saca su pene y sus testículos. No seas brusca, pero hazlo de manera decida.
Ponte de pie y llámalo por señas para que tome asiento palmeando la repisa de la ventana. Haz que se siente de espaldas a la calle, mientras que tú te deslizas por sus rodillas, recordándole que los vecinos pueden estar mirando. - Estando en esa posición, tu chico esperará de ti una felación, pero en vez de metértela en tu boca, lleva tu mano a su polla, mientras que con la palma de la otra mano te frotas el clítoris. Si tu pareja se incomoda al ver cómo te masturbas, pensando que es una fantasía privada, coge su mano y guía sus dedos por tu coño, mientras tú sigues dándole placer acariciando su polla.
- Cuando veas que está listo y tú lo suficientemente excitada y húmeda, hazle una felación mientras miras cómo alcanza el clímax. Si imaginas que los vecinos pueden verte haciendo sexo oral con tu pareja, tu excitación se potenciará y conseguirás una nueva dimensión de placer.
Cunnilingus muy dulce
Si eres fan de la repostería, sabes que la receta dice que hay que hornear las magdalenas durante diez minutos. Avisa a tu pareja y aprovecha el tiempo de espera con otra delicia: el cunnilingus. Por cierto, muchos estudios demuestran que una combinación de sexo oral y digital provoca más orgasmos que cualquier otra práctica sexual. Todo lo que necesitarás es un cojín, lubricante íntimo, una cuchara de palo y si lo deseas, un vibrador:
- Con el dulce aroma de las magdalenas flotando en el aire de la cocina, dile a tu chica que sabes cuánto ha trabajado y que quieres darle las gracias de manera especial. Siéntala en una silla de la cocina y desnúdala de cintura para abajo.
- Arrodíllate delante de ella. Pon el cojín debajo de tus rodillas y ponte cómodo.
- Separa sus piernas y toma su clítoris con tu boca, succionando suavemente.
- Chupa o mordisquea sus labios vaginales.
- Cuando notes su coño húmedo, lubrica tu dedo y suma la penetración. Hazlo de manera simultánea al cunnilingus. Si te gusta una experiencia más intensa, puedes utilizar un juguete sexual como un vibrador, en vez del dedo para penetrar a tu pareja. Puedes estimular el clítoris y el punto g con él, antes de la penetración. Regla de oro: Ten siempre cuidado cuando utilices un juguete sexual.
- Ahora que la excitación de ella está en su punto máximo, es un gran momento para ofrecerle una deliciosa distracción. Coge la cuchara y dale a probar un poco de la masa de las magdalenas. Si os pone, puedes darle una palmada suave con la cuchara en las nalgas.
- Vuelve a jugar con tu dedo en su coño, ella estará a punto del orgasmo. Busca su clítoris con la boca y lámela mientras la penetras. A muchas mujeres les encanta la experiencia de la estimulación del clítoris y la penetración con el dedo. Mantén un ritmo constante y evita parar.
- Sabrás que ella se está corriendo cuando oigas sus gemidos, notes la presión de sus muslos contra tu cara, sus manos apretando tu cabeza, arquee su cuerpo…
- A pesar de que tu chica va a necesitar algunos minutos más para refrescarse, es probable que las magdalenas ya estén listas.
Felación entre plato y plato
Si tienes una cena con invitados en casa, déjalos disfrutando de una amena conversación en la mesa y excúsate un momento para ir a la cocina. Di que el plato necesita algunos toques antes de servirlo y pide a tu pareja que te ayude. Esta es tu oportunidad para darle un “aperitivo sorpresa” que no olvidará. Ten en cuenta que dispones de poco tiempo, antes de que tus invitados se pregunten porqué tardáis tanto. Todo lo que necesitas es un lubricante de sabores:
- Como tu chico cree que realmente es necesario en la cocina, no estará preparado para una felación (aunque a algunos hombres el factor sorpresa ya les provoca la erección), así que al principio notarás que su pene está algo flácido. En todo caso, no tienes que esperar hasta que se ponga duro. Bésale profundamente en la boca y deslízate hasta llegar a su bragueta. Baja la cremallera y coge su polla.
- Los dos tendréis que ser muy silenciosos, aunque eso no supondrá ningún problema para ti porque tienes la “boca llena”. Lame su polla. Puedes endulzar el sexo oral utilizando algún lubricante comestible o algo de miel o mermelada.
- Además de chupar, puedes hacer cosas maravillosas con tu boca en su polla. Lame y sopla la parte inferior, los testículos, el perineo y la cabeza del pene, que es la parte más sensible. La combinación de sensaciones que experimentarás será increíble para él.
- Entonces coge su polla con tus manos y deslízalas de arriba abajo mientras chupas la parte de la cabeza. Sincroniza los movimientos de tu boca y de tus manos. Chupa tan fuerte o suavemente como os guste más.
- Es posible que tu chico llegue al orgasmo antes de que los invitados sospechen de vuestra tardanza, pero estate siempre atenta al comedor. Así que si oyes una pausa en la conversación o un silencio, es posible que tengas que terminar lo que has empezado y salir rápidamente, a atender a tus invitados.