Dos placeres en uno

Hay muchos modos de hacer que el sexo se vuelva más “picante”. En esta sección hemos propuesto un importante abanico de técnicas y prácticas que pueden servir para enriquecer la vida sexual y hacerla más variada. Desde la utilización de todo tipo de juguetes eróticos a la puesta en práctica de técnicas como el carrete filipino, la alineación coital o el simple y siempre efectivo uso erótico de un cubito de hielo, desde este rincón de nuestra web nuestra intención ha sido en todo momento la de proporcionar ideas que puedan servir a las personas que nos leen para poner un poco de sal a su vida sexual y, así, disfrutar de una mejor calidad de vida.

En esta ocasión nuestra propuesta consiste en unir dos placeres: el del sexo y el de la comida. Comer es, sin duda, una necesidad vital. Necesitamos comer para poder mantenernos vivos. Pero de la misma manera que, como seres superiores que somos (pese a Hiroshima y a Auschwitz), fuimos capaces de crear el erotismo a partir de la pulsión sexual, también fuimos capaces, a partir de la necesidad de alimentarnos, de crear la gastronomía. Y es que comer, no podemos negarlo, puede ser un placer. Es más: debería serlo. Y en este artículo vamos a proponer una serie de ideas que van a servir para introducir determinados alimentos en nuestras prácticas sexuales.

Al realizar esta propuesta de mezclar sexo y comida no estamos inventando nada. La práctica consistente en mezclar sexo y comida es tan antigua que hasta tiene un nombre: sitofilia. A la sitofilia, a la que se llama también food play, se la define como un fetichismo sexual en el que se mezcla erotismo y comida (Wikipedia dixit) y puede adquirir diversas formas.

Tipos de sitofilia

Entre las formas más comunes de la sitofilia podemos destacar las siguientes:

  • Preliminares. Juguetear rozando el cuerpo con diversos alimentos es una de las formas más comunes de sitofilia. Estimular los pezones u otras zonas eróticas del cuerpo con fresas podría formar parte, por ejemplo, de este tipo de sitofilia.
  • Feederismo. Esta forma de sitofilia consiste en disfrutar engordando a alguien. Cebar a una persona con alimentos produce placer a determinados fetichistas. Dentro de este tipo de sitofilia podemos encontrar diversas modalidades, desde el feeder al que le gusta llevar a su sumiso o sumisa hasta las náuseas y el vómito hasta la persona que, en una práctica de Dominación y sumisión típicamente bedesemera, controla lo que come y no come su sumiso imponiéndole, de ese modo, una dieta determinada.
  • Introducir comida. Una de las modalidades más típicas de la sitofilia consiste en introducir alimentos en la vagina, el ano o, incluso, en la uretra. Un pepino, una zanahoria o un calabacín pueden ser usados a modo de dildo. Dentro del universo del BDSM es muy habitual la práctica del figging, una práctica consistente en introducir algún trozo de jengibre en algún orificio corporal, habitualmente el ano.
  • Introducirse en comida. Este tipo de sitofilia está especialmente indicado para hombres. Abrir un agujero en un melón, una sandía, una calabaza o una papaya para introducir el pene en él y, de ese modo, masturbarse, es una práctica típicamente sitofílica. Introducir el pene en un pastel y masturbarse con él también puede ser una buena manera de practicar la sitofilia. El escritor estadounidense Philip Roth hizo que el narrador de su novela El mal de Portnoy se masturbara con un trozo de hígado.
  • Nyotaimori. Esta forma de sitofilia consiste en convertir el cuerpo humano en un plato en el que se sirven diferentes manjares. La imagen comúnmente asociada a esta práctica sitofílica es la de un cuerpo de mujer desnudo, tumbado sobre una mesa y adornado con todo tipo de sushi para comerlo directamente de él. Este tipo de práctica de sitofilia remite directamente a los juegos en los que se embadurna el cuerpo de la persona que está tumbada de alimentos como el chocolate desecho, la miel o el yogurt. Rociar un pene de nata para, después, realizarle una felación es, también, una buena manera de practicar la sitofilia.
  • CBT con comida. El CBT es una práctica sexual típicamente propia del universo BDSM que consiste en torturar los genitales masculinos. Cuando se cuelgan pesos de los testículos o se clava agujas en ellos o se pisan o se colocan electrodos en el pene, por ejemplo, se está practicando CBT. Para convertir el CBT en una práctica sitofílica sólo hay que hacer una cosa: introducir un alimento en la práctica. ¿Qué alimento? Un limón, por ejemplo. Si eres hombre, ¿puedes imaginar el escozor experimentado al masturbarse o ser masturbado mediante la introducción del pene en un limón? Otra buena forma de practicar esta forma de sitofilia consistiría, por ejemplo, en estrellar huevos de gallina contra los testículos de la pareja sumisa. Huevos contra huevos. ¿Te seduce la práctica?
  • Azote con comida. Siendo la sitofilia un tipo de práctica erótica típicamente BDSM, no podía faltar esta práctica sitofílica en el que se mezclan la práctica del spank o azote erótico con la comida. Y es que, puestos a escoger un látigo para azotar a la pareja o ser azotado por ella, ¿por qué no coger un manojo de acelgas o las ramas y hojas de la zanahoria?
  • Body shot. Si el nyotaimori consiste en comer encima del cuerpo desnudo de una persona, el body shot hace referencia a acto de beber encima de ella. Este tipo de sitofilia puede practicarse, por ejemplo, utilizando el ombligo de la pareja a modo de copa. Los japoneses, siempre tan imaginativos en temas de sensualidad y erotismo, practican una forma de body shot a la que llaman wakamezake. ¿En qué consiste el wakamezake? En verter algún tipo de bebida sobre el pubis no rasurado de la mujer. Ésta, cerrando las piernas, hace que el líquido se mantenga sobre el pubis. El vello púbico entre la bebida adquiere entonces la apariencia del wakame, un tipo de alga que flota en el mar.
  • Mezclar semen con comida o verterla sobre ella. El mezclar semen con la comida puede resultar un juego muy picante. No en vano, el semen ofrece muchas posibilidades de juego sexual. En nuestro artículo “Juegos con semen” aportamos algunas ideas al respecto. En este artículo de hoy dedicado a la sitofilia no podíamos olvidarnos de él ni tampoco de la práctica del gokkun o ingesta de semen.

Hemos recogido aquí las formas de sitofilia más comunes. ¿Te animas a practicar alguna de ellas?