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placer

Juguetes sexuales para hombres, mujeres y en pareja

El uso de juguetes sexuales en tu vida sexual de pareja puede ser una manera muy eficaz y divertida de experimentar nuevas sensaciones. Descubre otras formas de placer. Lo más importante cuando utilizas un juguete erótico, es conocer bien tu cuerpo y explorar tus zonas más erógenas. Recuerda que existe un juguete para cada necesidad como vibradores, estimuladores de clítoris, plugs, masturbadores, anillos vibradores para el pene, bolas chinas, masajeadores de próstata y mucho más.

La masturbación con las nalgas o assjob

Por suerte para ellos, no todos los hombres asocian la palabra masturbación a esa acción de cogerse el pene con la mano y subir y bajar la misma sobre el eje de aquél de una manera más o menos compulsiva y hasta provocar la eyaculación. Más allá de la masturbación con las manos existe masturbación con los pies, los pechos, los muslos o las nalgas. De la masturbación con las nalgas o assjob os hablamos en este artículo.

Dos parejas muy bien avenidas (Fin)

Las manos de Edurne eran más ardientes que las de Marta. Yo las notaba como si fueran fuego mientras me masajeaban los cojones. Sabias manos, las de Edurne. Lo constaté al instante. Sabían acariciarme las pelotas mientras dejaban un dedo libre que, osado, avanzaba hacia los aledaños de aquella parte de mi cuerpo que sólo de vez en cuando la lengua de Marta había visitado y que sólo su dedo se había atrevido a profanar.

Dos parejas muy bien avenidas (7ª Parte)

Desabroché mis pantalones y me los quité. Fue la propia Marta, que se había incorporado, la que se encargó de bajarme los bóxer. Al bajármelos sentí el latigazo de mi polla, erecta, en mi vientre. La lengua de Marta empezó a juguetear con mis pelotas, a moverlas de lado a lado, a mordisquearlas suavemente mientras, con la punta de los dedos, jugueteaba con mi glande.

Aplicaciones para sexo fugaz

Follar. Ése es el deseo. Ésa es la razón que te empuja a conocer gente, ése el motivo que te lleva a desear contactar con alguien. Pero… ¿cómo plantearle eso a una mujer a la que acabas de conocer? ¿Cómo le dices a alguien a quien te acaban de presentar “no quiero saber apenas nada de ti, sólo quiero follar contigo y luego decirte adiós”? ¿Difícil, verdad? Pues lo que parece difícil sin duda lo es menos si contamos con la ayuda de una aplicación para sexo fugaz. En este artículo te vamos a hablar de algunas de las apps para sexo rápido más populares.

Dos parejas muy bien avenidas (6ª Parte)

Lo único que podía decir entonces es que, de guardar alguna relación el tamaño de aquel rabo que estaba sodomizando a Susana con el tamaño físico de su propietario, aquél debía ser, sin duda, un rabo de primera, uno de esos pollones que una no puede dejar de mirar con una morbosa mezcla de miedo y de deseo.

Las mejores posturas eróticas para sexo fugaz

Que el cuerpo sea capaz de actuar por instinto no quiere decir, sin embargo, que no debamos educarlo. Es obvio que sabemos correr por naturaleza, pero es necesario aprender a pisar y a dar la zancada de una manera efectiva y correcta para, con ello, obtener el máximo rendimiento de nuestro acto instintivo y natural de correr. Lo mismo sucede con el sexo fugaz. No basta con dejarse llevar con el instinto. Hay que dominar diferentes posturas eróticas para, a partir de dicho dominio, disfrutar mucho más del sexo fugaz.

Dos parejas muy bien avenidas (5ª Parte)

El mundo vegetal también nos proporcionó grandes posibilidades de experimentación. Los calabacines se convirtieron en nuestros amigos; los pepinos supieron de la creciente humedad de nuestras almejas. Nos follamos la una a la otra sirviéndonos de los más sofisticados arneses que encontrábamos en el mercado. Yo me ponía a cuatro patas y Susana, desde atrás, me follaba como lo hubiera hecho el mejor de los machos; la mayor parte vaginalmente, en ocasiones por el culo.

Dos parejas muy bien avenidas (4ª Parte)

Me desnudé y me metí bajo el chorro de agua templada. No tardé en llevar la alcachofa a mi entrepierna. Me gustaba sentir cómo el agua masajeaba mi almeja mientras mis manos se encargaban de acariciar mis tetas. No sé cuándo se abrió la puerta del cuarto de baño pero sí escuché cómo la mampara de la ducha se abría. No me asusté. Sabía quién era.

Dos parejas muy bien avenidas (3ª Parte)

Yo, cuando me masturbo, casi siempre pienso en que me están comiendo el coño. Me gusta imaginar que una lengua lo recorre de abajo arriba, desde el culo hasta el clítoris. Me pone mogollón el imaginar que es la punta de una lengua, y no mis dedos, quien acaricia mi clítoris. Y me pone mucho más el pensar cómo esa boca que imaginariamente me está llevando hasta el séptimo cielo se está llenando con los jugos que manan de mi almeja.

Dos parejas muy bien avenidas (2ª Parte)

Lo primero que distinguí desde la puerta entreabierta del salón fue el culo desnudo y perfectamente reconocible de mi mujer. Lo hubiera distinguido entre un millar de culos. No en vano lo había lamido un sinfín de veces y había entrado en él otras tantas. Siempre me había gustado su acogedora estrechez, el modo de palpitar alrededor de mi polla cuando lo penetraba.